Mamá Rosa en el albergue. Foto: Francisco Castellanos |
MÉXICO, D.F., (apro).- Desde que fuerzas federales intervinieron el 15 de julio pasado el albergue “La Gran Familia”, fundado hace más de seis décadas por Rosa María Verduzco Verduzco,Mamá Rosa, cuatro menores se han quitado la vida “por diversos traumas”.
La versión que tiene la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) es que la mayoría de ellos se suicidaron una vez que fueron restituidos a su lugar de origen y lo hicieron como consecuencia de los daños psicológicos provocados por su internamiento en la casa hogar.
Sin embargo, Julio Hernández Barros, comisionado de la CEAV, afirmó que se investiga cada uno de los casos.
El diario Reforma publica hoy que el testimonio de la titular de la fundación “Y quién habla por mí”, María Ampudia, quien informó del deceso más reciente, un niño de 11 años quien era uno de los elegidos para acudir a la CEAV a denunciar los abusos.
“No pudimos llegar a tiempo con uno de los pequeños que iban a venir: se suicidó, se colgó, un chico de 11 años. Es una tristeza que a este pequeño no se le haya dado la oportunidad de resarcirse. Estamos tristes, de luto”, lamentó.
El comisionado de la CEAV y víctimas de “La Gran Familia” se reunieron el jueves pasado para atender sus denuncias.
Según Hernández Barrios, el albergue mostraba “una máscara maravillosa, pero abrías una puerta y encontrabas una cloaca” con condiciones infrahumanas.
“Algunos fueron víctimas de abuso laboral, otros de delitos sexuales, otros víctimas de lesiones, y tratos infamantes. Hemos visto que fueron tatuados con números o señas particulares del albergue, otros quemados”, afirmó.
A los menores, abundó, les robaron hasta su identidad porque sus documentos oficiales están “desaparecidos” o simplemente no existen.
El comisionado refirió que la CEAV rastrea las actas de nacimientos y familias de quienes no cuentan con un expediente y al referirse al destino de los menores rescatados, consideró que no deben ser institucionalizados o recluidos en albergues.
Ahí deben permanecer sólo temporalmente, mientras la CEAV trabaja en la propuesta de una figura de custodia provisional de niños, a través de familias que quisieran tenerlos con ellos, sin fines de adopción.
“La opción de la adopción vendría después, únicamente si se comprueba que no existen condiciones adecuadas para que permanezcan con sus familiares originarios”, subrayó el comisionado, quien exhortó a todas las víctimas deMamá Rosa a que acudan a la CEAV para recibir asesoría jurídica o tratamiento psicológico.
En tanto, María Ampudia, refirió que se levantaron diversas actas ante la CEAV por los abusos denunciados por exinternos de la casa hogar de Mamá Rosa.
“Una por una, las personas van a levantar un acta y ya sabrán los comisionados qué es lo que se va a hacer, si necesitamos ir a otras instancias, iremos a las que sean necesarias, con tal de que todas las víctimas tengan voz”, expuso Ampudia.
Por su parte, Renato Hernández Lacleffe, asesor de “Y quién habla por mí” sostuvo que al tratarse de un caso emblemático en materia de derechos humanos, pidieron a la CEAV que despliegue medidas “especiales” de protección, apoyos específicos como tratamientos psicológicos y procedimientos jurídico, a fin de deslindar las responsabilidades correspondientes.
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