viernes, 6 de junio de 2014

AMLO y coincidir con el enemigo.- Jacobino


Más de 40 años de activismo congruente han sembrado temor, animadversión y odio en contra de Andrés Manuel López Obrador.

Los que le temen – y con razón – son aquellos que quedan desnudos  en sus discursos. Los que saben que lo que dice cuando denuncia es cierto. Los que se sienten amenazados porque si el rumbo del país cambia, ellos tendrán que dejar de “padrotear” a millones de mexicanos.

Y la lista no es corta. Incluye desde los intereses transnacionales y el gobierno yanqui –como lo revelan los cables de wikileaks- ; por supuesto sus personeros agrupados en grupos de conjurados como el Consejo Coordinardor Empresarial; Cámara Mexicana de Hombres de Negocios; y los sicarios de estos caciques que a su vez se agrupan en el PRI, en el PAN, en “Nueva Izquierda”, en el PANAL, por supuesto que en el “partido” Verde Ecologista.

AMLO también es objeto de permanentes campañas en medios de comunicación cuyos dueños comparten los temores de dejar de abusar de todo un pueblo en su propio beneficio. Y citamos a Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula, MVS –con la excepción de Carmen Aristegui- , Milenio, Excélsior,  W Radio – antes “Voz de América Latina desde México” y hoy “Voz de la ultraderecha española y mexicana, desde México” - ; todos estos grupos utilizando los medios como trincheras de francotiradores cobardes y cada vez más ridículos.

Así, la lupa que ha estado puesta sobre AMLO desde hace tantos años, hoy abre su campo visual e incluye a Morena.

Morena es una organización que busca la transformación de México, de manera pacífica.  Morena se constituye gracia al liderazgo y al tosudo empeño de AMLO por transformar al país. Morena está naciendo y sufriendo los dolores del parto. Morena no es químicamente pura, pero espera serlo. Morena tiene defectos y se conocen intentos de desviaciones hacia la vieja, obsoleta y repudiable cultura política mexicana.

Sin embargo, Morena tiene una base conformada por ciudadanos conscientes y también decididos a cambiar al país. Andrés Manuel López Obrador no es Morena, ni Morena es AMLO. Morena es una institución que nace de la resistencia  del pueblo contra la imposición de Felipe Calderón y que ha venido perfilando su identidad en las calles, junto a los trabajadores del SME, la CNTE y Mexicana de Aviación; junto al Movimiento #YoSoy132; en el reclamo del cese a la represión de las autoridades locales – incluyendo al D.F.- y federales; en las luchas contra las políticas neoliberales que buscan privatizar hasta el aire que respiramos en beneficio de aquellos que enfrentan y afrentan a AMLO y hoy también, a Morena.

Sería tonto asumir que una persona como AMLO cuyo activismo es intenso e incesante, no cometiera errores. Los comete, por supuesto. Ninguno permanece en el ámbito  personal y de ellos, hoy le pasan las facturas también a Morena.

En reciente polémica con el periodista Julio Hernández López , articulista destacado de la Jornada, a partir de una crítica de éste respecto a los “destapes” de AMLO y la muy desafortunada respuesta de éste a Julio, se repitió un fenómeno muy delicado.

El articulista recibió respuestas de todos calibres de simpatizantes de Andrés Manuel. Pero también, recibió apoyos masivos de personajes identificados con la derecha y la ultraderecha periodística y de los vendepatrias amarillos.

¡ Cuidado ¡ 

No creo que Julio no supiera lo que estaba provocando. Coincide además su iniciativa con dos eventos muy significativos : la asamblea que cambió el régimen de propiedad comunal de la isla de Holbox para poder privatizarla y la misma maniobra, un día anterior en contra de los comuneros de Atenco, que debieron recibir toda nuestra atención.

Particularmente afrentó de las expresiones de Julio,  el profundo desdén que muestra respecto a las bases de Morena. Ese desdén es una grave falta de respeto. Allá él.

Morena cuenta con las instituciones, reglas y mecanismos para garantizar los derechos y la participación de cada uno de sus miembros. 

No se preocupen por nosotros. Somos adultos. Por supuesto que no es de agradecerse su “mortificación” por los asuntos internos de Morena, que estoy casi seguro  se promueven desde el interior de la organización por intereses particulares , electorales o conspirativos, filtrando información maquillada y rumores. También tenemos en Morena nuestros espacios de deliberación abiertos también -por supuesto- a los conjurados y a los inconformes.


No es cuestionable criticar a AMLO bajo ninguna circunstancia. Lo que hay que cuidar, es quién se forma en la cola de nuestras críticas y quizá, pensar mejor el cómo hacerlo.

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