El presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano. Foto: Octavio Gómez |
MÉXICO, D.F. (apro).- Un día antes de que concluya formalmente su gestión como presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano puso a disposición del Consejo Nacional su cargo “para que decida lo que considere más conveniente”.
Durante la inauguración del VII Consejo Nacional perredista, en el que presentó su último informe, Zambrano hizo un balance de los tres años de su gestión al frente del partido fundado hace ya casi 25 años.
Aunque se jactó de haber tomado decisiones que “incidieron en la vida nacional”, también criticó los errores, entre ellos, dijo, el rechazo a la coalición electoral con el PAN en el Estado de México en 2011.
“Lo hicimos así para evitar fracturas. Probablemente otra hubiera sido la historia en el Estado de México si se hubiera aceptado esa alianza”, se quejó.
Zambrano también lamentó “la dolorosa” derrota electoral en Michoacán, debido a dos factores ajenos al PRD: “Uno, por la incidencia del crimen organizado a favor del PRI, y dos, la distorsión de la elección por la incursión de Felipe Calderón a favor de su hermana Luisa María Calderón como candidata al gobierno del estado”.
Luego comentó que decidieron apoyar a Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial en 2012, a pesar “de unas cuestionadas encuestas para definir al candidato presidencial que peleó también Marcelo Ebrard”.
Añadió:
“Pese a las confrontaciones que López Obrador tuvo con el PRD, cerramos filas con el candidato presidencial sin escatimar recursos. Casi lo logramos. Los resultados los conocemos. La izquierda, pese a las irregularidades, conquistó nuevos territorios y representa a la tercera parte de la esfera nacional”.
No obstante, reconoció que el resultado de las elecciones de 2013 en 15 entidades “arrojan la clara necesidad de fortalecer la presencia electoral del PRD”.
Asimismo, destacó la participación de esa fuerza política en el Pacto por México firmado con el PRI, el PAN y el gobierno federal, que –comentó– terminó un año después con la aprobación de la reforma energética, pero que fue un acuerdo signado en la Cumbre de las Izquierdas celebrada el 16 de agosto de 2011.
De igual manera reconoció que deben tener un mayor acercamiento con sindicatos, organizaciones sociales y campesinas, entre otros sectores. “Tenemos severas fallas en cuanto a la organización y reglas de convivencia”, admitió.
Por su parte, el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, recriminó que sus diferencias internas han provocado un voto diferenciado en el Congreso de la Unión respecto de las reformas estructurales del gobierno federal.
“Llegamos a este encuentro con discrepancias… Pero no hubo choque de trenes”, celebró.
Y se pronunció por que se trace una ruta para que en el proceso de renovación de las instancias perredistas exista la gobernabilidad.
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