El mandatario llegó en helicóptero a la ceremonia realizada en la Alameda Central
Asistieron al acto los gabinetes legal y ampliado, invitados especiales y dos parientes del Benemérito
Rosa Elvira Vargas
Periódico La Jornada
Sábado 22 de marzo de 2014, p. 6
Sábado 22 de marzo de 2014, p. 6
La conmemoración oficial por el 208 aniversario del natalicio de Benito Juárez, encabezada por el presidente Enrique Peña Nieto, tomó ayer poco más de tres minutos.
El primer día de la primavera se presentó con un sol a plomo y una temperatura de 28 grados centígrados. A las 11:40, cuando el mandatario arribó al hemiciclo construido en honor al Benemérito de las Américas, en la Alameda Central, ya resentían el calor intenso los integrantes del gabinete y los invitados especiales, quienes aguardaban bajo una gran carpa; el área de trabajo de los periodistas se dejó a cielo abierto.
Peña Nieto llegó en helicóptero a la azotea de uno de los edificios ubicados frente al monumento a Juárez y caminó hasta el lugar de la ceremonia acompañado por los presidentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Silva Meza; de la Cámara de Diputados, José González Morfín, y del Senado, Raúl Cervantes Andrade.
Con los titulares de Gobernación, Miguel Ángel Osorio; Hacienda, Luis Videgaray; Marina, almirante Vidal Soberón, y la Defensa, general Salvador Cienfuegos, así como con las señoras Enriqueta Obregón y Carmen Sánchez Juárez de Moreno, parientes del ex presidente Juárez, y el secretario de Gobierno del Distrito Federal, Héctor Serrano, de inmediato se formó la línea de aquellos con quienes, luego de cantar el Himno Nacional, el mandatario montaría una guardia de honor junto a la corona previamente instalada al pie del monumento.
El presidente Enrique Peña Nieto conversa con Monte Alejandro Rubido, quien es propuesto para ocupar la Comisión Nacional de Seguridad, en el contexto del homenaje por el 208 aniversario del natalicio de Benito JuárezFoto José Antonio López
Detrás del Ejecutivo federal, ubicados a los costados del conjunto escultórico se habían colocado la mayoría de los integrantes de los gabinetes legal y ampliado, y de la oficina presidencial.
Peña Nieto se despidió de mano de todos ellos, aunque resultó significativo cómo apartó del resto, para intercambiar algunas frases a solas, a Monte Alejandro Rubido, recientemente propuesto como comisionado de Seguridad Nacional.
Antes de retirarse del hemiciclo se dirigió también a la gran carpa instalada para los invitados especiales, casi todos ellos miembros de la masonería y quienes, ya sin el mandatario presente, montaron sus respectivas guardias de honor a Benito Juárez.
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