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| Marchan miles en contra de la reforma energética. Foto: Octavio Gómez |
MÉXICO, D.F. (apro).- Como parte de las acciones que impulsa el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en contra de la reforma energética, el excandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, envió cartas a directivos o dueños de empresas petroleras extranjeras para exhortarlos “a medir las consecuencias” de establecer relaciones de negocios con el gobierno de Enrique Peña Nieto.
En conferencia de prensa, el líder del Consejo Nacional de Morena señaló que en las distintas misivas advierte a los petroleros que la firma de contratos de utilidad compartida, o bien la inversión en refinación, petroquímica, gas e industria eléctrica, “sería como comprar mercancía sin factura, algo chueco, propio de la piratería”.
De acuerdo con el exjefe de Gobierno del Distrito Federal, en el texto que dirigió a H. Rex W. Tillerson, de Exxon Chaitr-CEO, le manifestó que en caso de firmar ese tipo de contratos, la mayoría de la población vería a su empresa como “cómplice de un atentado contra el interés nacional”.
“Nuestro movimiento, señor Tillerson, –aclaró– no se opone a sus negocios ni a las inversiones privadas, siempre y cuando se respete el derecho soberano del pueblo y de la nación. Como usted comprenderá, no vamos a quedarnos cruzados de brazos ni a permitir que se nos regrese al pasado para cancelar el futuro de nuestros hijos y de nuestros nietos”.
Según dijo, le aseguró que están al tanto de que el gobierno de Enrique Peña Nieto “ha ofrecido a la empresa que usted representa la firma de contratos de utilidad compartida en el sector petrolero de México”.
Añadió:
“Le informamos que nuestra Constitución no permite la participación de empresas privadas, nacionales o extranjeras, en la industria petrolera nacional. El artículo 27 de esta ley suprema es fruto de la Revolución Mexicana de principios del siglo XX. Es decir, se trata de una conquista de nuestro pueblo para hacer valer la soberanía nacional y en cuya lucha perdieron la vida más de un millón de mexicanos”.
En la misiva dirigida a H. Rex W. Tillerson, López Obrador le mencionó que el petróleo de México “no es de Enrique Peña Nieto, no es del gobierno, ni siquiera del Estado; por justicia y derecho, es del pueblo y de la nación”.
Por ello, lo exhortó “a medir las consecuencias de establecer relaciones de negocios con un gobierno que pretende transgredir los principios básicos y el espíritu de nuestra ley fundacional”.
Por ello, lo exhortó “a medir las consecuencias de establecer relaciones de negocios con un gobierno que pretende transgredir los principios básicos y el espíritu de nuestra ley fundacional”.
Modificar el artículo 28 constitucional para privatizar el sector energético en su totalidad, subrayó, “no cuenta con la legitimidad ni con el consenso de los mexicanos”.
En la mayoría de los países del mundo, escribió, no se modifican los preceptos originados por procesos históricos que tienen que ver con la libertad, la justicia, la democracia y la independencia de las naciones.
“Además, en el caso del gobierno de México, desgraciadamente, impera la corrupción política, y mediante procedimientos inmorales el titular de Poder Ejecutivo controla a la mayoría de los diputados y senadores, y ejerce un dominio sobre el Congreso”, planteó el tabasqueño en la misiva que dirigió al dueño de Exxon Chaitr-CEO.
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