Marcelo Ebrard, ex jefe de Gobierno del Distrito Federal externa demoledoras críticas a la actual dirección del Partido de la Revolución Democrática y advierte que de seguir por el actual camino en el que se alía con el PRI a través del Pacto por México, en las elecciones intermedias de 2015 caerá por abajo del 10 por ciento
CIUDAD DE MÉXICO, 27 de noviembre (SIN EMBARGO).– El Partido de la Revolución Democrática (PRD) caerá por debajo de 10% en las elecciones intermedias de 2015 si sigue por el camino que va: a la vez que se alía con el PRI –a través del Pacto por México–, ha cerrado la cúpula a unos cuantos y se va alejando de la militancia, dice Marcelo Ebrard.
El Sol Azteca, agrega, debe ir en coalición con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Andrés Manuel López Obrador si quiere aspirar a ganar la Presidencia de la República en 2018. Pero AMLO no querrá pactar con el PRD de “Los Chuchos” y se irá por su cuenta porque, “¿para qué lo necesita?”
La ecuación del ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal es muy simple: el PRD que dirigen “Los Chuchos” quiere control: mantener la cúpula para poder pactar con el gobierno y con el PRI. Y así, dice, el partido llegará desmoronado al 2018. Y López Obrador no querrá una alianza con un partido asociado con Enrique Peña Nieto.
***
Marcelo llegó apresurado a su oficina ubicada en la colonia Condesa, desde donde despacha como Presidente de la Red Global de Ciudades Seguras. Era de tarde, la hora pico y había tráfico. Saludó y se encaminó pero no a su despacho, sino a una estancia de paredes blancas que funge como la sala de juntas, decorada con una imagen de la Ciudad de México.
Traía un traje negro que contrastaba con una corbata verde con visos blancos. Se sentó y bromeó sobre la falsa alerta sísmica que se emitió en el Distrito Federal durante el transcurso del día.
El fin de semana anterior, Marcelo estuvo en Oaxtepec, Morelos, en el Congreso Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), donde midió sus fuerzas con las “tribus” que finalmente acordaron y negociaron entre ellas: Izquierda Democrática Nacional (IDN) de René Bejarano y Nueva Izquierda (NI) de Jesús Ortega y Jesús Zambrano Grijalva, actual presidente nacional del partido.
“Los Chuchos” y los “Bejaranistas” decidieron quedarse en el Pacto por México hasta nuevo aviso. Las propuestas de Marcelo (salirse del acuerdo y elegir a los dirigentes de la fuerza política a través de una encuesta) ni siquiera se discutieron.
Ebrard regresó al Distrito Federal dispuesto a buscar a Cuauhtémoc Cárdenas. Y aunque ha dicho en reiteradas ocasiones que no se irá al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con Andrés Manuel López Obrador porque no les dará el gusto “a quienes ya lo quieren fuera del PRD”, el ex Jefe de Gobierno planea buscarlo, charlar con él y hablar del futuro de la izquierda.
Marcelo está seguro que el PRD de hoy, el de “Los Chuchos”, el que está aliado con el gobierno federal y le sigue el juego a Enrique Peña Nieto, no llegará a la Presidencia de la República en 2018.
–¿Se quedó sólo en el PRD?
–Mi impresión es que la mayor parte de militantes y simpatizantes del partido están en una línea de opinión diferente a las resoluciones que se están tomando. Lo que tu servidor llevó al Congreso son dos cuestiones, para sintetizar: El Congreso tenía que resolver cómo se va a elegir al próximo dirigente; no lo hizo. Dejó los estatutos como estaban, no sé porque hicimos tanta cosa. Nosotros habíamos propuesto una encuesta. Se queda igual como está. Bueno, no se logró ese cometido.
Segundo: el Congreso tenía como propósito ver qué hacemos respecto al Pacto [por México] o no Pacto. La mayoría de los que están en el PRD, militantes y simpatizantes, coincidieron en que el 27 y 28 constitucionales no deben moverse como se pretende hacer, por consiguiente no se debería estar participando en el Pacto que presupone un consenso, un acuerdo, en el momento que se va a promover esa iniciativa [la Reforma Energética].
Esto último se redactó como a la mitad: si hay Reforma Energética, nos vamos del Pacto. Si no, sí va a haber. Tampoco se logró este objetivo. Queríamos que quedara claramente esclarecido que nos vamos del Pacto, porque no tiene caso. Entonces, ¿me quedé yo sólo? No. Empezamos con cuatro votos, terminamos con más de 200 congresistas. Creció, por eso. No quisieron discutir en el pleno, no hubo debate.
–Marcelo, ¿le sorprendió la decisión que tomó René Bejarano? Él criticó muy severamente al Pacto…
–Sí. Es de llamar la atención. Creo que todos estamos sorprendidos. Cuando se inauguró el Congreso, yo creo que más de la mitad estaba gritando “¡No al Pacto! ¡No al Pacto!”. Y luego el día de la votación: “¡Sí al Pacto! ¡Sí al Pacto!” –dice Ebrard. Ríe–. Esto muestra que las burocracias controlan al partido y a sus integrantes por encima de lo que se cree.
–¿Qué movió a René Bejarano?
–No lo sé. Yo tampoco lo entiendo. Sé que ellos no están a favor del Pacto. De hecho tienen todo el año discutiendo el Pacto. No se esperaba, no sólo de René Bejarano, de muchos congresistas.
–¿El final que tuvo el Congreso lo sorprendió? O ya se lo esperaba, más o menos…
–Más o menos. Yo lo que diría es que sabíamos cómo está la correlación de fuerzas; pero también que hay que hacer algo no ahorita, sino cuándo. Alguien me diría: ‘¿Pero por qué estás diciendo esas cosas?’ Es lo que creemos, pienso yo. Creo que coincide con la mayor parte del PRD, sin duda. Entonces si no lo decimos nosotros, ¿quién lo va a decir?
–¿Fue una pérdida de tiempo el Congreso?
–No diría que una pérdida tiempo, pero no se resolvió. No se entró al tema al que se había convocado y lo mandan a un Consejo mucho más chiquito, más fácil de controlar. Es un tema de control. Haces el Congreso, ¿por qué? Porque te lo obliga la Ley. Pero evitas que el Congreso resuelva lo que no quieres que se resuelva y suponen que nadie se da cuenta.
–Si los Chuchos siguen al frente del PRD en 2018, ¿este partido podría desmoronarse?
–Ellos tienen una idea de continuidad que para explicarlo como debe ser, se piensan como una especie de coalición con el PRI, como si fuéramos un gobierno de coalición. Están atrapados por un lado. Si le va razonablemente bien al PRI y sobre todo al Presidente de la República en lo que está haciendo, pues en la elección va a ser [ganador] el PRI, el Presidente de la República. No el PRD.
Si por el contrario no salen las cosas tan bien, como se tienen previstas porque no funciona, entonces están tan cerca del PRI que no se van a poder diferenciar. Por lo tanto, la línea de continuidad nos va a llevar a un marginalismo político creciente. Va a perder peso relativo el PRD, como ya ocurrió este año.
Se nos olvida, pero este año Veracruz [fue] zona de desastre. Quintana Roo [también]. Veracruz ya perdió más de un millón de votos de 2012 a 2013 por una serie de decisiones que se tomaron por parte de la dirigencia del PRD nacional. Entonces va a haber un declive muy fuerte. Salgamos a preguntarle a la gente que simpatiza con el PRD si está de acuerdo con el Pacto; cómo está al día de hoy: la seguridad está mal, la economía está mal y viene este tema energético, que es muy complicado.
–Entonces el PRD va a ir perdiendo fuerza. Ya se está comentando que podría perder el gobierno del Distrito Federal y que en 2015 incluso el PRI podría avanzar en la delegación Iztapalapa y ganar varias curules en la ALDF…
–Esas son especulaciones que se ha alimentado desde algunos círculos políticos. Desde luego círculos que le serían favorables a las otras fuerzas políticas. En parte es objetivo y en parte no. ¿Qué diría yo? No me metería en esa especulación. Dependerá mucho de la evaluación que se tenga del gobierno de la ciudad, muy difícil determinar cómo será en 2015. Pero sí te puedo decir que el PRD, como principal fuerza de la izquierda, si sigue con esta línea estratégica de continuidad de acuerdos con el PRI va a marginarse, va a estar debajo del 10% en el año 2015. Digo esto porque en 2009 estuvieron en 12% y así, si te vas a cada elección, te vas a dar cuenta de que se les cae la votación. Entonces con un PRD pegado al PRI se va acelerar la caída.
–Ya va a cumplir un año Miguel Ángel Mancera en el gobierno de la Ciudad de México. Hay quien dice que está muy cercano al PRI, también a “Los Chuchos”. ¿Usted qué opina? –se le pregunta. Ebrard se sonroja un poco; contrae la mirada. Se lleva el brazo hacia la barbilla y se recarga sobre la mano antes de contestar.
–Yo no opinaría del Gobierno del Distrito Federal por la sencilla razón de que acabo de ser Jefe de Gobierno. No me corresponde hacer esa evaluación.
–¿No considera usted que Mancera está muy cerca del PRI y de “Los Chuchos”?
–No le corresponde hacer esa evaluación, simple y llanamente, al que acaba de ser Jefe de Gobierno. Él [Mancera] tiene todo su tiempo; debe tener su derecho de hacer sus cosas y lo evaluarán otros. Yo podría ser muy subjetivo.
–Usted apoyó a Mancera en su tiempo. ¿Se han seguido viendo? ¿Son amigos?
–Siempre estamos en comunicación. Yo respeto su esfera. Es el Jefe de Gobierno de la Ciudad y yo estoy ahora en otra esfera, en una política, en una partidaria –contesta cortante.
-¿No cree usted que Mancera debía ser más cercano a Marcelo? ¿No se siente traicionado?
–No. Él está haciendo su tarea. Él no milita en el PRD.
–¿Entonces usted no ve que se pueda perder el DF en 2018?
–No veo que no esté en contienda. Claro, todo está en contienda. Pero no diría hoy por hoy que el PRD esté en riesgo de perderlo. Depende muchas cosas que haga, entre otras, cómo resuelva la renovación de la dirigencia.
–Usted comentó que va a buscar a Cuauhtémoc Cárdenas, ¿buscaría el apoyo de Cárdenas para ser el usted el candidato a la dirigencia?
–Vi en su intervención algunas propuestas y un diagnóstico que compartimos: El exceso de las corrientes, las cuotas, las formas de decisión del partido, muchas cosas. Hay una afinidad respecto al diagnóstico porque estamos decidiendo uno y otro, por diferentes caminos, qué se debe hacer ahorita. Porque ahorita hay que decidir. Lo de menos es esperarse… ¿Esperarse a qué? A que el partido se venga abajo. Hay que intervenir ahorita. Además hay una afinidad respecto a lo que se está haciendo y yo le tengo afecto y respeto al ingeniero.
–¿Esperaría que él lo apoye en la candidatura a la presidencia del PRD?
–Vamos a ver qué es lo que sucede, porque ahora hay una serie de cosas que están por definirse. Por ejemplo, ¿cuándo va a ser el famoso Consejo? ¿En diciembre, en enero? ¿Qué reglas se está proponiendo? Hay que estar en un diálogo constante con el ingeniero y con otros actores dentro del partido.
–¿Cree que es Cuauhtémoc quien podría unir a esta izquierda, al PRD?
–El ingeniero tiene un reconocimiento muy grande en el partido. ¿Cuál es la mejor forma de resolver las cosas? Yo digo: vayamos a una elección abierta, a una consulta con la militancia y defínase persona y línea política. Ahora, si no quieren esto, porque les da horror –ríe–, hay que buscar una alternativa diferente. Pues habrá que sentarse a verlo. Pero hoy por hoy, insistiría en que vayamos a una elección abierta. Consultemos a los militantes, que el partido no se cierre, que sea diferente al PRI y voy a seguir insistiendo en ello. Porque ese es el camino.
–Hay un reto para la izquierda en 2018: elegir Presidente de la República. ¿Buscará a Andrés Manuel López Obrador?
–Siempre tenemos comunicación, respeto y afecto. Igual que con el ingeniero Cárdenas. Entonces él está ahora construyendo su partido y qué bueno. Le deseo el mayor de los éxitos en esa tarea y, después de la elección de 2015, si es necesario, tendremos que buscar cómo acercar una posición a otra de la izquierda mexicana porque en caso contrario, si vamos divididos, pues eso favorece al PRI.
–Si Morena va por su lado en 2018 y el PRD por el suyo, ¿hay alguna posibilidad de que la izquierda gane? ¿Tendría que haber una coalición?
–Sería mucho mejor que la hubiese. Quizás es un poco temprano, pero debemos buscarla.
–Usted se mantiene como candidato para la presidencia del PRD, ¿qué trabas ve dentro del partido, además de la encuesta que no se aceptó?
–No quieren elecciones abiertas porque no quieren involucrar a la gente, que no está de acuerdo con lo que están haciendo. Así de sencillo. Lo dice cualquier encuesta razonable. ¿Qué es lo que vemos? No quieren una competencia abierta porque va a perder Navarrete. No quieren competencia abierta porque no les van apoyar su línea política. Su línea política es pactemos a toda costa, a como dé lugar. Es el pactismo.
Todo es control. Todo lo están cerrando porque es más importante el control que el desempeño electoral. Es más importante el control de un partido que ganar las elecciones presidenciales de 2018. Esa es una contradicción. Si tu cierras al partido, vas a perder peso. Pero no les importa, lo acaban de demostrar.
-¿No está dándole la oportunidad a la derecha con un partido que está enfrascado en sus problemas internos?
–Defíneme la oportunidad a la derecha…
–Al PRI…
–Lo que da oportunidad a la derecha, pensando que es PRI y el gobierno, es que seas su aliado; no que discutas eso. ¿Esta controversia puede favorecer al PRI? ¡Perdón! ¡¿Qué más que estar dentro del Pacto puede favorecer al PRI?! Entonces la peor manera de hacer las cosas es guardar silencio. ¿Se podría? Sí. ¿Sería más cómodo? Sí. Y lo peor: decir ‘ya no importa, aquí todo se olvida’, pues ni tanto. No se olvida todo.
–Si no gana la presidencia del PRD, ¿Qué sigue Marcelo?
–Vamos a ver. No asumiría yo eso. Todavía no se ha resuelto el método de elección. Faltan muchos pasos. So que sí, seguiré luchando por lo que yo quiero. Es lo que siempre he hecho toda la vida.
–¿No es una regresión en su carrera estar ahorita por la presidencia del partido, cuando usted estuvo por ser candidato a la Presidencia de la República?
–Alguien te podría decir eso, pero también te podrían decir: oiga, ¿por qué no está participando si está de por medio la posibilidad de que la izquierda gane en el 2018? Dónde estaría yo, esperándome a qué. Hay que intervenir ahorita. El PRD es el principal partido de la izquierda mexicana. Si el PRD se va a marginar y va a ser un aliado del gobierno, ¿cómo vamos a llegar a 2018?, ¿cómo vamos a influir en 2015?, ¿cómo vamos a tener un polo que pueda garantizar competir con el gobierno federal y sus aliados? Pues no lo vamos a tener. Va a ser muy difícil, por lo menos hay que intentarlo.
–El 2015 ya está muy cerca. ¿Ve qué hay una posibilidad de rescatar lo que se ha perdido con la alianza con el PRI?
–…Si el PRD en 2014 toma un camino diferente, sí. Sí se puede. Si no, pues no. Yo no veo un PRD en la continuidad de esta alianza que estoy describiendo. No tiene oportunidad de ganar las elecciones. No veo cómo. Todas las encuestas te lo dicen: el beneficiario de la idea Pacto es el PRI.
–Si el PRD sigue en esta línea, ¿en 2018 Morena podría ir sólo? ¿No querrá hacer coalición con el PRD?
–Difícilmente, ¿para qué querría hacer eso? –contesta mientras se ríe–. Por eso hay que actuar ahora.
¿Morena en su destino?
Después de que Marcelo Ebrard concluyó con su periodo al frente de la jefatura de la Ciudad de México, fue nombrado Presidente de la Red Mundial de Ciudades Seguras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el periodo 2012-2016. El perredista combina su vida como político dentro del PRD y su cargo diplomático, a través del cual mantiene un acercamiento con la comunidad internacional sobre el tema de seguridad.
–Ya va a terminar el año de Enrique Peña Nieto. Usted como Presidente de la Red de Ciudades Seguras, ¿cómo evalúa su estrategia de seguridad?
–Te daría el dato de que el número de secuestros este año es de los más altos en los últimos años. Yo no veo un cambio en su estrategia, ni es sus resultados. Un país como México creciendo al 1% es una cosa muy triste. Quisiéramos ver otra situación.
–¿Qué dice usted en la esfera internacional sobre Michoacán?
–A nivel internacional tienen muy claro los problemas que estamos enfrentando, como Michoacán y otros. Y, bueno, hay muchos temas. Un tema es que Estados Unidos está cambiando su estrategia respecto al narcotráfico. Hay una legalización paulatina de la marihuana, para los países de América Latina eso es muy importante porque esto va vinculado a la violencia que estamos viviendo. Esa es una gran definición hemisférica que se tiene que tomar. Los países de América Latina deberían alinear su línea política a lo que está haciendo su principal socio que es Estados Unidos.
–¿Qué estrategia implementaría en Michoacán para poner orden?
–Lo que ha funcionado en otros países del mundo: activar la economía, altas tasas de inversión que no hay en Michoacán, rehacer tus instituciones. Te recordaré el caso de Palermo en Sicilia: el dominio de la mafia estaba matando a todo el mundo. Hay rutas muy interesantes. No hay que descubrir el hilo negro sino poner en marcha diferentes acciones al mismo tiempo. Yo diría que se aprovechara la experiencia internacional; ahí está disponible.
–¿Se podría multiplicar la situación de Michoacán a otros estados?
–Yo esperaría que no. Estamos en una crisis institucional muy avanzada en Michoacán; hay que tomar medidas. Yo sugeriría que se aprovechara la experiencia internacional que ha demostrado éxito o ver los casos que se han resuelto, porque estamos en una discusión circular.
–La situación de los migrantes, ¿cómo la ve?
–¿Migrantes en Estados Unidos?
- No. Los migrantes masacrados en la Ruta del Migrante por México. El padre Alejandro Solalinde acaba de denunciar que se encontró una fosa con muchos cadáveres sin órganos. Los están masacrando y parece que son invisibles para el gobierno federal…
–Habría que hacer un esfuerzo de investigación y de inversión mucho más profunda de lo que están haciendo. Solalinde, ¿qué es lo más importante que ha demostrado? Que se puede. Si hubiese el compromiso de hacerlo, él con sus propios medios ha hecho más que instituciones completas…
CIUDAD DE MÉXICO, 27 de noviembre (SIN EMBARGO).– El Partido de la Revolución Democrática (PRD) caerá por debajo de 10% en las elecciones intermedias de 2015 si sigue por el camino que va: a la vez que se alía con el PRI –a través del Pacto por México–, ha cerrado la cúpula a unos cuantos y se va alejando de la militancia, dice Marcelo Ebrard.
El Sol Azteca, agrega, debe ir en coalición con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Andrés Manuel López Obrador si quiere aspirar a ganar la Presidencia de la República en 2018. Pero AMLO no querrá pactar con el PRD de “Los Chuchos” y se irá por su cuenta porque, “¿para qué lo necesita?”
La ecuación del ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal es muy simple: el PRD que dirigen “Los Chuchos” quiere control: mantener la cúpula para poder pactar con el gobierno y con el PRI. Y así, dice, el partido llegará desmoronado al 2018. Y López Obrador no querrá una alianza con un partido asociado con Enrique Peña Nieto.
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Marcelo llegó apresurado a su oficina ubicada en la colonia Condesa, desde donde despacha como Presidente de la Red Global de Ciudades Seguras. Era de tarde, la hora pico y había tráfico. Saludó y se encaminó pero no a su despacho, sino a una estancia de paredes blancas que funge como la sala de juntas, decorada con una imagen de la Ciudad de México.
Traía un traje negro que contrastaba con una corbata verde con visos blancos. Se sentó y bromeó sobre la falsa alerta sísmica que se emitió en el Distrito Federal durante el transcurso del día.
El fin de semana anterior, Marcelo estuvo en Oaxtepec, Morelos, en el Congreso Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), donde midió sus fuerzas con las “tribus” que finalmente acordaron y negociaron entre ellas: Izquierda Democrática Nacional (IDN) de René Bejarano y Nueva Izquierda (NI) de Jesús Ortega y Jesús Zambrano Grijalva, actual presidente nacional del partido.
“Los Chuchos” y los “Bejaranistas” decidieron quedarse en el Pacto por México hasta nuevo aviso. Las propuestas de Marcelo (salirse del acuerdo y elegir a los dirigentes de la fuerza política a través de una encuesta) ni siquiera se discutieron.
Ebrard regresó al Distrito Federal dispuesto a buscar a Cuauhtémoc Cárdenas. Y aunque ha dicho en reiteradas ocasiones que no se irá al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con Andrés Manuel López Obrador porque no les dará el gusto “a quienes ya lo quieren fuera del PRD”, el ex Jefe de Gobierno planea buscarlo, charlar con él y hablar del futuro de la izquierda.
Marcelo está seguro que el PRD de hoy, el de “Los Chuchos”, el que está aliado con el gobierno federal y le sigue el juego a Enrique Peña Nieto, no llegará a la Presidencia de la República en 2018.
–¿Se quedó sólo en el PRD?
–Mi impresión es que la mayor parte de militantes y simpatizantes del partido están en una línea de opinión diferente a las resoluciones que se están tomando. Lo que tu servidor llevó al Congreso son dos cuestiones, para sintetizar: El Congreso tenía que resolver cómo se va a elegir al próximo dirigente; no lo hizo. Dejó los estatutos como estaban, no sé porque hicimos tanta cosa. Nosotros habíamos propuesto una encuesta. Se queda igual como está. Bueno, no se logró ese cometido.
Segundo: el Congreso tenía como propósito ver qué hacemos respecto al Pacto [por México] o no Pacto. La mayoría de los que están en el PRD, militantes y simpatizantes, coincidieron en que el 27 y 28 constitucionales no deben moverse como se pretende hacer, por consiguiente no se debería estar participando en el Pacto que presupone un consenso, un acuerdo, en el momento que se va a promover esa iniciativa [la Reforma Energética].
Esto último se redactó como a la mitad: si hay Reforma Energética, nos vamos del Pacto. Si no, sí va a haber. Tampoco se logró este objetivo. Queríamos que quedara claramente esclarecido que nos vamos del Pacto, porque no tiene caso. Entonces, ¿me quedé yo sólo? No. Empezamos con cuatro votos, terminamos con más de 200 congresistas. Creció, por eso. No quisieron discutir en el pleno, no hubo debate.
–Marcelo, ¿le sorprendió la decisión que tomó René Bejarano? Él criticó muy severamente al Pacto…
–Sí. Es de llamar la atención. Creo que todos estamos sorprendidos. Cuando se inauguró el Congreso, yo creo que más de la mitad estaba gritando “¡No al Pacto! ¡No al Pacto!”. Y luego el día de la votación: “¡Sí al Pacto! ¡Sí al Pacto!” –dice Ebrard. Ríe–. Esto muestra que las burocracias controlan al partido y a sus integrantes por encima de lo que se cree.
–¿Qué movió a René Bejarano?
–No lo sé. Yo tampoco lo entiendo. Sé que ellos no están a favor del Pacto. De hecho tienen todo el año discutiendo el Pacto. No se esperaba, no sólo de René Bejarano, de muchos congresistas.
–¿El final que tuvo el Congreso lo sorprendió? O ya se lo esperaba, más o menos…
–Más o menos. Yo lo que diría es que sabíamos cómo está la correlación de fuerzas; pero también que hay que hacer algo no ahorita, sino cuándo. Alguien me diría: ‘¿Pero por qué estás diciendo esas cosas?’ Es lo que creemos, pienso yo. Creo que coincide con la mayor parte del PRD, sin duda. Entonces si no lo decimos nosotros, ¿quién lo va a decir?
–¿Fue una pérdida de tiempo el Congreso?
–No diría que una pérdida tiempo, pero no se resolvió. No se entró al tema al que se había convocado y lo mandan a un Consejo mucho más chiquito, más fácil de controlar. Es un tema de control. Haces el Congreso, ¿por qué? Porque te lo obliga la Ley. Pero evitas que el Congreso resuelva lo que no quieres que se resuelva y suponen que nadie se da cuenta.
–Si los Chuchos siguen al frente del PRD en 2018, ¿este partido podría desmoronarse?
–Ellos tienen una idea de continuidad que para explicarlo como debe ser, se piensan como una especie de coalición con el PRI, como si fuéramos un gobierno de coalición. Están atrapados por un lado. Si le va razonablemente bien al PRI y sobre todo al Presidente de la República en lo que está haciendo, pues en la elección va a ser [ganador] el PRI, el Presidente de la República. No el PRD.
Si por el contrario no salen las cosas tan bien, como se tienen previstas porque no funciona, entonces están tan cerca del PRI que no se van a poder diferenciar. Por lo tanto, la línea de continuidad nos va a llevar a un marginalismo político creciente. Va a perder peso relativo el PRD, como ya ocurrió este año.
Se nos olvida, pero este año Veracruz [fue] zona de desastre. Quintana Roo [también]. Veracruz ya perdió más de un millón de votos de 2012 a 2013 por una serie de decisiones que se tomaron por parte de la dirigencia del PRD nacional. Entonces va a haber un declive muy fuerte. Salgamos a preguntarle a la gente que simpatiza con el PRD si está de acuerdo con el Pacto; cómo está al día de hoy: la seguridad está mal, la economía está mal y viene este tema energético, que es muy complicado.
–Entonces el PRD va a ir perdiendo fuerza. Ya se está comentando que podría perder el gobierno del Distrito Federal y que en 2015 incluso el PRI podría avanzar en la delegación Iztapalapa y ganar varias curules en la ALDF…
–Esas son especulaciones que se ha alimentado desde algunos círculos políticos. Desde luego círculos que le serían favorables a las otras fuerzas políticas. En parte es objetivo y en parte no. ¿Qué diría yo? No me metería en esa especulación. Dependerá mucho de la evaluación que se tenga del gobierno de la ciudad, muy difícil determinar cómo será en 2015. Pero sí te puedo decir que el PRD, como principal fuerza de la izquierda, si sigue con esta línea estratégica de continuidad de acuerdos con el PRI va a marginarse, va a estar debajo del 10% en el año 2015. Digo esto porque en 2009 estuvieron en 12% y así, si te vas a cada elección, te vas a dar cuenta de que se les cae la votación. Entonces con un PRD pegado al PRI se va acelerar la caída.
–Ya va a cumplir un año Miguel Ángel Mancera en el gobierno de la Ciudad de México. Hay quien dice que está muy cercano al PRI, también a “Los Chuchos”. ¿Usted qué opina? –se le pregunta. Ebrard se sonroja un poco; contrae la mirada. Se lleva el brazo hacia la barbilla y se recarga sobre la mano antes de contestar.
–Yo no opinaría del Gobierno del Distrito Federal por la sencilla razón de que acabo de ser Jefe de Gobierno. No me corresponde hacer esa evaluación.
–¿No considera usted que Mancera está muy cerca del PRI y de “Los Chuchos”?
–No le corresponde hacer esa evaluación, simple y llanamente, al que acaba de ser Jefe de Gobierno. Él [Mancera] tiene todo su tiempo; debe tener su derecho de hacer sus cosas y lo evaluarán otros. Yo podría ser muy subjetivo.
–Usted apoyó a Mancera en su tiempo. ¿Se han seguido viendo? ¿Son amigos?
–Siempre estamos en comunicación. Yo respeto su esfera. Es el Jefe de Gobierno de la Ciudad y yo estoy ahora en otra esfera, en una política, en una partidaria –contesta cortante.
-¿No cree usted que Mancera debía ser más cercano a Marcelo? ¿No se siente traicionado?
–No. Él está haciendo su tarea. Él no milita en el PRD.
–¿Entonces usted no ve que se pueda perder el DF en 2018?
–No veo que no esté en contienda. Claro, todo está en contienda. Pero no diría hoy por hoy que el PRD esté en riesgo de perderlo. Depende muchas cosas que haga, entre otras, cómo resuelva la renovación de la dirigencia.
–Usted comentó que va a buscar a Cuauhtémoc Cárdenas, ¿buscaría el apoyo de Cárdenas para ser el usted el candidato a la dirigencia?
–Vi en su intervención algunas propuestas y un diagnóstico que compartimos: El exceso de las corrientes, las cuotas, las formas de decisión del partido, muchas cosas. Hay una afinidad respecto al diagnóstico porque estamos decidiendo uno y otro, por diferentes caminos, qué se debe hacer ahorita. Porque ahorita hay que decidir. Lo de menos es esperarse… ¿Esperarse a qué? A que el partido se venga abajo. Hay que intervenir ahorita. Además hay una afinidad respecto a lo que se está haciendo y yo le tengo afecto y respeto al ingeniero.
–¿Esperaría que él lo apoye en la candidatura a la presidencia del PRD?
–Vamos a ver qué es lo que sucede, porque ahora hay una serie de cosas que están por definirse. Por ejemplo, ¿cuándo va a ser el famoso Consejo? ¿En diciembre, en enero? ¿Qué reglas se está proponiendo? Hay que estar en un diálogo constante con el ingeniero y con otros actores dentro del partido.
–¿Cree que es Cuauhtémoc quien podría unir a esta izquierda, al PRD?
–El ingeniero tiene un reconocimiento muy grande en el partido. ¿Cuál es la mejor forma de resolver las cosas? Yo digo: vayamos a una elección abierta, a una consulta con la militancia y defínase persona y línea política. Ahora, si no quieren esto, porque les da horror –ríe–, hay que buscar una alternativa diferente. Pues habrá que sentarse a verlo. Pero hoy por hoy, insistiría en que vayamos a una elección abierta. Consultemos a los militantes, que el partido no se cierre, que sea diferente al PRI y voy a seguir insistiendo en ello. Porque ese es el camino.
–Hay un reto para la izquierda en 2018: elegir Presidente de la República. ¿Buscará a Andrés Manuel López Obrador?
–Siempre tenemos comunicación, respeto y afecto. Igual que con el ingeniero Cárdenas. Entonces él está ahora construyendo su partido y qué bueno. Le deseo el mayor de los éxitos en esa tarea y, después de la elección de 2015, si es necesario, tendremos que buscar cómo acercar una posición a otra de la izquierda mexicana porque en caso contrario, si vamos divididos, pues eso favorece al PRI.
–Si Morena va por su lado en 2018 y el PRD por el suyo, ¿hay alguna posibilidad de que la izquierda gane? ¿Tendría que haber una coalición?
–Sería mucho mejor que la hubiese. Quizás es un poco temprano, pero debemos buscarla.
–Usted se mantiene como candidato para la presidencia del PRD, ¿qué trabas ve dentro del partido, además de la encuesta que no se aceptó?
–No quieren elecciones abiertas porque no quieren involucrar a la gente, que no está de acuerdo con lo que están haciendo. Así de sencillo. Lo dice cualquier encuesta razonable. ¿Qué es lo que vemos? No quieren una competencia abierta porque va a perder Navarrete. No quieren competencia abierta porque no les van apoyar su línea política. Su línea política es pactemos a toda costa, a como dé lugar. Es el pactismo.
Todo es control. Todo lo están cerrando porque es más importante el control que el desempeño electoral. Es más importante el control de un partido que ganar las elecciones presidenciales de 2018. Esa es una contradicción. Si tu cierras al partido, vas a perder peso. Pero no les importa, lo acaban de demostrar.
-¿No está dándole la oportunidad a la derecha con un partido que está enfrascado en sus problemas internos?
–Defíneme la oportunidad a la derecha…
–Al PRI…
–Lo que da oportunidad a la derecha, pensando que es PRI y el gobierno, es que seas su aliado; no que discutas eso. ¿Esta controversia puede favorecer al PRI? ¡Perdón! ¡¿Qué más que estar dentro del Pacto puede favorecer al PRI?! Entonces la peor manera de hacer las cosas es guardar silencio. ¿Se podría? Sí. ¿Sería más cómodo? Sí. Y lo peor: decir ‘ya no importa, aquí todo se olvida’, pues ni tanto. No se olvida todo.
–Si no gana la presidencia del PRD, ¿Qué sigue Marcelo?
–Vamos a ver. No asumiría yo eso. Todavía no se ha resuelto el método de elección. Faltan muchos pasos. So que sí, seguiré luchando por lo que yo quiero. Es lo que siempre he hecho toda la vida.
–¿No es una regresión en su carrera estar ahorita por la presidencia del partido, cuando usted estuvo por ser candidato a la Presidencia de la República?
–Alguien te podría decir eso, pero también te podrían decir: oiga, ¿por qué no está participando si está de por medio la posibilidad de que la izquierda gane en el 2018? Dónde estaría yo, esperándome a qué. Hay que intervenir ahorita. El PRD es el principal partido de la izquierda mexicana. Si el PRD se va a marginar y va a ser un aliado del gobierno, ¿cómo vamos a llegar a 2018?, ¿cómo vamos a influir en 2015?, ¿cómo vamos a tener un polo que pueda garantizar competir con el gobierno federal y sus aliados? Pues no lo vamos a tener. Va a ser muy difícil, por lo menos hay que intentarlo.
–El 2015 ya está muy cerca. ¿Ve qué hay una posibilidad de rescatar lo que se ha perdido con la alianza con el PRI?
–…Si el PRD en 2014 toma un camino diferente, sí. Sí se puede. Si no, pues no. Yo no veo un PRD en la continuidad de esta alianza que estoy describiendo. No tiene oportunidad de ganar las elecciones. No veo cómo. Todas las encuestas te lo dicen: el beneficiario de la idea Pacto es el PRI.
–Si el PRD sigue en esta línea, ¿en 2018 Morena podría ir sólo? ¿No querrá hacer coalición con el PRD?
–Difícilmente, ¿para qué querría hacer eso? –contesta mientras se ríe–. Por eso hay que actuar ahora.
¿Morena en su destino?
Después de que Marcelo Ebrard concluyó con su periodo al frente de la jefatura de la Ciudad de México, fue nombrado Presidente de la Red Mundial de Ciudades Seguras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el periodo 2012-2016. El perredista combina su vida como político dentro del PRD y su cargo diplomático, a través del cual mantiene un acercamiento con la comunidad internacional sobre el tema de seguridad.
–Ya va a terminar el año de Enrique Peña Nieto. Usted como Presidente de la Red de Ciudades Seguras, ¿cómo evalúa su estrategia de seguridad?
–Te daría el dato de que el número de secuestros este año es de los más altos en los últimos años. Yo no veo un cambio en su estrategia, ni es sus resultados. Un país como México creciendo al 1% es una cosa muy triste. Quisiéramos ver otra situación.
–¿Qué dice usted en la esfera internacional sobre Michoacán?
–A nivel internacional tienen muy claro los problemas que estamos enfrentando, como Michoacán y otros. Y, bueno, hay muchos temas. Un tema es que Estados Unidos está cambiando su estrategia respecto al narcotráfico. Hay una legalización paulatina de la marihuana, para los países de América Latina eso es muy importante porque esto va vinculado a la violencia que estamos viviendo. Esa es una gran definición hemisférica que se tiene que tomar. Los países de América Latina deberían alinear su línea política a lo que está haciendo su principal socio que es Estados Unidos.
–¿Qué estrategia implementaría en Michoacán para poner orden?
–Lo que ha funcionado en otros países del mundo: activar la economía, altas tasas de inversión que no hay en Michoacán, rehacer tus instituciones. Te recordaré el caso de Palermo en Sicilia: el dominio de la mafia estaba matando a todo el mundo. Hay rutas muy interesantes. No hay que descubrir el hilo negro sino poner en marcha diferentes acciones al mismo tiempo. Yo diría que se aprovechara la experiencia internacional; ahí está disponible.
–¿Se podría multiplicar la situación de Michoacán a otros estados?
–Yo esperaría que no. Estamos en una crisis institucional muy avanzada en Michoacán; hay que tomar medidas. Yo sugeriría que se aprovechara la experiencia internacional que ha demostrado éxito o ver los casos que se han resuelto, porque estamos en una discusión circular.
–La situación de los migrantes, ¿cómo la ve?
–¿Migrantes en Estados Unidos?
- No. Los migrantes masacrados en la Ruta del Migrante por México. El padre Alejandro Solalinde acaba de denunciar que se encontró una fosa con muchos cadáveres sin órganos. Los están masacrando y parece que son invisibles para el gobierno federal…
–Habría que hacer un esfuerzo de investigación y de inversión mucho más profunda de lo que están haciendo. Solalinde, ¿qué es lo más importante que ha demostrado? Que se puede. Si hubiese el compromiso de hacerlo, él con sus propios medios ha hecho más que instituciones completas…
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