EPN:
Ahora sí, viene lo más complicado
Por: Redacción / Sinembargo - agosto
31 de 2013 - 0:00
Se fueron ya nueve meses de la
administración de Enrique Peña Nieto y con ellos también, como bien planteó el
periodista Jorge Zepeda en su columna de esta semana en SinEmbargo, se esfumó
el “momento de México”, el entusiasmo del inicio del sexenio fincado en una
“Presidencia reformista” y la expectativa por ver gobernar al “nuevo PRI”, tras
12 años fuera de Los Pinos. El mexiquense comenzó su sexenio el 1 de diciembre
de 2012 con protestas violentas que, luego, dieron pie a una lluvia de
denuncias legales por violaciones contra los derechos humanos y a un escándalo
para las autoridades federales y de la Ciudad de México, que evidenciaron su
incapacidad en el manejo de crisis. Pero ocho meses después, el Presidente
entrega su Primer Informe de Gobierno con más y más protestas… El aumento de la
pobreza y el desempleo, tras el fracaso de su equipo económico en la búsqueda
de crecimiento y bienestar para las familias mexicanas –que son un detonador
central de las denuncias–, se une al reclamo de un Estado que no ha podido
frenar la inseguridad y la violencia, la demanda principal que los mexicanos
hicieron a Peña Nieto en su campaña electoral rumbo a Los Pinos. Las calles y
avenidas de la Ciudad de México se han convertido semana en el espejo donde se
observa la condición de emergencia que vive hoy el país. En un fin de semana
inédito en la capital del país, maestros, activistas que reclaman todo tipo de
abusos e injusticias, estudiantes, partidos de izquierda que acusan a EPN por
su supuesto intento de privatizar Pemex, sindicatos, han marchado por sus
principales avenidas y han realizado concentraciones, todas en contra del
Presidente y sus supuestas preferencias a los poderes fácticos. El descontento
social es evidente y no puede borrarse ni con promocionales en los medios sobre
los éxitos del gobierno ni con un mensaje a la Nación, el que EPN realizará
este lunes desde Los Pinos, que trate de arengar a los mexicanos a trabajar por
un México de justicia y prosperidad. De aquí en adelante, las cosas no serán lo
mismo: ya no hay bono de esperanza, ya no hay más velos sobre qué PRI
regresaría a la Presidencia, ya no hay secretos. El momento mexicano
simplemente se terminó. Vienen para Enrique Peña Nieto los cinco años y cuatro
meses más complicados de su gobierno y, si la tendencia en los resultados no da
un viraje dramático, también lo serán para los mexicanos en cada rincón del
país. Nadie desea que esto pase, por supuesto. Pero a la luz de la falta de
oficio político que muestra el gabinete presidencial, la escasa voluntad de
diálogo con los disidentes –sean partidos u organizaciones sindicales y de la
sociedad civil– y la nula sensibilidad de las políticas públicas para priorizar
una estrategia interna que impulse la productividad del país, las esperanzas de
un renacimiento son escasas. Ahora sí, viene lo más complicado.
Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/31-08-2013/17091. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX
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