CUERNAVACA, Mor. (proceso.com.mx).- Esta mañana los integrantes del Frente Unido por Tepoztlán retiraron el plantón de la presidencia de ese poblado, al igual que la huelga de hambre que realizaba Esteban Martínez Martínez para denunciar el despojo de territorio comunal en donde se realiza la ampliación de la autopista La Pera-Cuautla.
Simultáneamente, alrededor de las 9:00 de la mañana, de los pueblos de Tepoztlán partieron marchas rumbo a la cabecera municipal para exigir a los opositores abandonar sus protestas, por ser la mayoría quienes están a favor de la obra de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que permitirá, dijeron, más visitantes al Pueblo Mágico.
Al mediodía en Cuernavaca, un grupo de ciudadanos se concentró en la glorieta La Paloma de la Paz para sumarse al rechazo de la obra que, aseguran, deteriora el medio ambiente y pasa por encima de los usos y costumbres del pueblo, al no haber una autorización de los comuneros para trazar la vía sobre sus terrenos.
Precisamente luego del retiro del plantón a las afueras de la presidencia municipal, los opositores a la obra se concentraron después de las 9:00 horas en el auditorio municipal donde se celebró una asamblea abierta con los comuneros y representantes de las organizaciones que están a favor. La asamblea se suspendió tras horas de discusiones, sin llegar a un acuerdo.
Algunos comuneros insistieron en que existe un juicio no concluido que pasaron por alto los gobiernos estatal y federal. El juicio evitaría la continuidad de los trabajos de la empresa, explicó el profesor y comunero de Tepoztlán, Gerardo de Meza.
La versión contrasta con la del profesor Felipe Gándara, quien asegura que la empresa constructora realiza la obra con autorización de un juez federal.
La asamblea de comuneros se realizaría para pronunciarse en definitiva sobre autorizar o no la obra del gobierno federal, pero debido a lo álgido se suspendió hasta el próximo domingo.
Mientras tanto, en la capital, el grupo de activistas liderado por Vladimir Tlalli denunció un intento de despojo ambiental “con argumentos falaces” del gobernador perredista Graco Ramírez contra las comunidades.
Acusaron al mandatario de incongruente, pues mientras en el caso de la mina de oro de la canadiense Esperanza Silver se opuso por conveniencia política, ahora actúa a favor de los capitales y el falso desarrollo.
Insistieron en que la asamblea del Comisariado de Bienes Comunales no ha dado el permiso para la obra, por lo que se trata de una invasión ilegal que debe ser castigada.
A través de las redes sociales el gobernador Graco Ramírez difundió una foto donde cientos de personas marchan a favor de la obra por una de las avenidas principales de la cabecera municipal de Tepoztlán.
“Aquí la imagen contundente que me envían de la manifestación en Tepoztlán a favor de la ampliación de la autopista. La gente quiere progreso. Avanzamos”, expresa el mandatario.
Si bien durante la asamblea de comuneros los grupos antagónicos no llegaron a los golpes, sí existe un ambiente tensión en las comunidades.
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