MÉXICO, D.F. (apro).- En el último año, el robo de vehículos registró una caída de 9.1% en el territorio nacional, con excepción del Estado de México, donde reportó un incremento de 16%, según dio a conocer hoy la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
En rueda de prensa, el director general del organismo, Recaredo Arias, reconoció que hay una marcada tendencia a la baja en el fenómeno de robo de vehículos desde octubre de 2011, lo que, en su opinión, “es un dato muy alentador”.
En 2011, el penúltimo año de la gestión del presidente Felipe Calderón, el robo de vehículos se disparó 38.2%, con un total de 419 mil 136 autos.
El directivo comentó que al cierre de junio la cifra de carros robados ascendió a 71 mil 656 unidades, de los cuales 57.1% se llevaron a cabo con violencia, la mayoría de ellos en el Estado de México, que es la entidad donde este delito va a la alza.
De hecho, en el último año, el estado gobernado por el priista Eruviel Ávila presentó un incremento del 16% con 22 mil 130 unidades robadas. En contraste, en el Distrito Federal el robo de vehículos en el último año presentó una baja, al pasar de 11 mil 427 unidades a 10 mil 649 automóviles, lo que representa una disminución del 7%.
En otros estados de la República el robo tuvo menor incidencia como es el caso de Jalisco con 7 mil 811 autos, Chihuahua con 2 mil 372; Nuevo León, 3 mil 859 unidades robadas y Sinaloa 3 mil 410 unidades.
Recaredo Arias calificó como “preocupante” la disminución del porcentaje en recuperación de automóviles de julio del 2012 a junio pasado.
“La recuperación de vehículos de julio de 2012 a junio de 2013 fue de sólo 44% de las unidades aseguradas, cifra menor al 45% reportado el año pasado, y aunque es la segunda mejor cifra, preocupa el descenso en este rubro ya que debería ser mayor al 50%”, explicó el directivo.
Los automóviles más robados son el Tsuru, con 11 mil 965 unidades; la Nissan pick-up con 2 mil 940; Jetta (modelos Clásico 99-2011), con mil 530 hurtos, y Nissan Sentra, con mil 825.
De acuerdo con la AMIS, los vehículos robados son desvalijados y se venden en piezas en el mercado negro de autopartes; mientras que otra parte son utilizados por el crimen organizado para cometer otros delitos.
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