El proyecto de construcción de Morena como partido político,
surge de una necesidad histórica de organizar un Movimiento Social que nace
para enfrentar el desafuero de Andrés Manuel López Obrador y se continúa en
luchas contra las instituciones de un gobierno claramente sometido a los
intereses de la burguesía.
Este sometimiento institucional en la historia y actualidad
del capitalismo es inevitable, en la medida que no haya contrapesos políticos
que fuercen la democratización de estas
instituciones.
Este cambio cualitativo de un gran movimiento de masas en un
partido, es un fenómeno que ha ocurrido en otros países. En Latinoamérica, con extraordinarios
resultados. Ahí están los ejemplos de
Venezuela, Ecuador , Uruguay y Bolivia, que lograron la toma del poder para
iniciar un proceso de transformación anticapitalista.
Por lo demás, no hay otra opción. No podemos quedarnos en
una resistencia civil eterna, ni en una desobediencia civil sin futuro. Morena
es un partido anticapitalista que tiene un programa de transformación, primero,
hacia el estado de bienestar que
promueva la distribución de los beneficios económicos y los derechos que hoy
disfrutan sólo una pequeña minoría.
En este camino, habrá quién se conforme con subir un
escalón. Si lo analizamos emocionalmente, los consideraremos “traidores”. Si lo
entendemos estructuralmente, aceptaremos que hay miembros individuales y grupos que se
conformarán con la comodidad personal, o con sus demandas particulares
satisfechas. Ni hablar. Ellos, como los otros, son hijos del mismo sistema.
Y caminarán también con nosotros viejas prácticas, pero por
desgracia vigentes, que son propias del capitalismo que todo lo convierte
en mercancía, incluyendo el voto y la
voluntad política. Y parece que este hecho pudiera ser paralizante para las
vanguardias más combativas.
Para evitar esta parálisis,
abandonemos el juicio de nuestra emoción y redoblemos nuestro compromiso
con la Revolución de las Conciencias, sin excluir, pero sí confrontar y someter
a nuestros órganos de vigilancia, a quienes promueven estas prácticas de comercio
electoral y político, pero entendiendo que son parte de nuestra organización y
confiando que las herramientas de formación política serán la mejor medicina
para los males internos de la ideología capitalista.
Sonríe, Morena Va.
Jacobino
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