12/03/2013
En México, un total de 15 empresarios poseen casi el equivalente al 90% de las reservas internacionales del país. El tema de la desigualdad del reparto de la riqueza es un reto para el actual gobierno.
México, un país con gran desigualdad en reparto de riqueza. Foto: Flickr. Autor:Víctor
La fortuna de 148,500 millones de dólares de los 15 mexicanos multimillonarios equivale al 40% de las exportaciones del país al cierre del año pasado
Días atrás se dio a conocer la lista de Forbes 2013 de las personas más acaudaladas del mundo que encabeza el mexicano Carlos Slim Helú, dueño de Telmex, entre otras empresas, con una fortuna estimada en 73 millones de dólares. Hace ya cuatro años que el empresario ocupa el puesto número uno del ranking que este año integran otros 14 mexicanos.
Los datos de la publicación dejan ver que, en un país donde a fines del año pasado la pobreza alcanzó a 60 millones de mexicanos pero que se trata de la catorceava economía del mundo, el problema no es la generación de riqueza, sino la distribuciónde la misma.
Según el portal CNN Expansión, la lista de Forbes confirma que la fortuna de los empresarios más ricos del país equivale al 90% de las reservas del Banco de México que en marzo del año pasado ascendió a 165 mil millones de dólares. De hecho, la fortuna de Slim podría cancelar la deuda externa del país que, al cierre de enero de este año, llegaba a 66,200 millones de dólares. Igual, al millonario todavía le quedaría el 10% de su fortuna o sea, alrededor de 6.800 millones de dólares.
En México, el sueldo promedio es de entre 2,5 y tres salarios mínimos pero 6,7 millones de personas apenas alcanzan el salario mínimo que ronda los 60 pesos diarios. A su vez, millones ganan al mes alrededor de tres salarios mínimos. Además, el país cuenta con un 5,12% de la población económicamente activa en situación de desempleo.
De acuerdo a Raymundo Tenorio Aguilar, director de la carrera Economía de la Escuela de Negocios delInstituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey campus Santa Fe, el sistema de organización económica y las regulaciones en los últimos tiempos han favorecido el poder de grupos monopólicos y, si bien para él no es malo que existan ricos, considera que debe haber una mejor distribución de la riqueza, a través de la competencia y el empleo. Es por eso que, los expertos consultados por el portal, coinciden en que el gobierno debe asumir el desafío de reformular las leyes que incidan en el asunto.
Los datos de la publicación dejan ver que, en un país donde a fines del año pasado la pobreza alcanzó a 60 millones de mexicanos pero que se trata de la catorceava economía del mundo, el problema no es la generación de riqueza, sino la distribuciónde la misma.
Según el portal CNN Expansión, la lista de Forbes confirma que la fortuna de los empresarios más ricos del país equivale al 90% de las reservas del Banco de México que en marzo del año pasado ascendió a 165 mil millones de dólares. De hecho, la fortuna de Slim podría cancelar la deuda externa del país que, al cierre de enero de este año, llegaba a 66,200 millones de dólares. Igual, al millonario todavía le quedaría el 10% de su fortuna o sea, alrededor de 6.800 millones de dólares.
En México, el sueldo promedio es de entre 2,5 y tres salarios mínimos pero 6,7 millones de personas apenas alcanzan el salario mínimo que ronda los 60 pesos diarios. A su vez, millones ganan al mes alrededor de tres salarios mínimos. Además, el país cuenta con un 5,12% de la población económicamente activa en situación de desempleo.
De acuerdo a Raymundo Tenorio Aguilar, director de la carrera Economía de la Escuela de Negocios delInstituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey campus Santa Fe, el sistema de organización económica y las regulaciones en los últimos tiempos han favorecido el poder de grupos monopólicos y, si bien para él no es malo que existan ricos, considera que debe haber una mejor distribución de la riqueza, a través de la competencia y el empleo. Es por eso que, los expertos consultados por el portal, coinciden en que el gobierno debe asumir el desafío de reformular las leyes que incidan en el asunto.
Fuente: Universia México
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