La periodista de Contralínea, Ana Lilia Pérez, acusó al diputado federal panista, Juan Bueno Torio, de acusarla judicialmente.
Por medio de una carta al sitio de internet del periodista Rubén Luengas, Ana Lilia Pérez, quien se encuentra exiliada en Alemania por las amenazas que ha recibido por divular casos de corrupción en Pemex, señala que el acoso, que ya se había incrementado por parte del gobierno de Felipe Calderón en 2008, tiene que ver con una demanda por daño moral que Bueno Torio interpuso contra la periodista en 2011.
La demanda tiene que ver con el hecho de que Bueno Torio es mencionado en el libro de Ana Lilia Pérez, Camisas Azules, Manos Negras, sobre la corrupción en Pemex.
"En su demanda no hay un planteamiento claro y concreto que acredite el supuesto daño que, dice, provocó la publicación de dicho libro. Sin embargo, incluye en sus pretensiones y en cada punto de su demanda, un mensaje evidentemente intimidatorio. Entre sus pretensiones proyecta en mi contra acciones inhibitorias a futuro, sobre cualquier línea que pudiera yo publicar acerca de su desempeño como funcionario; en otras palabras, requiere que el juez que lleva el caso prejuzgue acerca de los señalamientos que, en el futuro, pudiera hacer yo como periodista respecto de él", dice Pérez, denunciand que el diputado panista pretende que el Poder Judicial coloque una mordaza legal a cualquier investigación y señalamiento acerca de situaciones irregulares en las que pudiera estar involucrado.
"La demanda de Juan Bueno Torio tiene la finalidad de inhibir mi labor como periodista, y con ello menguar la independencia intelectual necesaria para ejercer el periodismo crítico que la sociedad mexicana demanda, y pretende que se le de validez legal a sus intimidaciones", agrega.
En su texto, Ana Lilia Pérez recuerda que la Secretaría de la Función Pública inhabilitó a catorce funcionarios de Pemex Refinación, subsidiaria de Pemex de la cual estuvo a cargo Bueno Torio, "por manipular procesos de licitación y contratar con sobreprecio el arrendamiento de cuatro buques-tanque a casco desnudo por cinco años."
Las irrgularidades por las cuales los subornidados de Bueno Torio fueron inhabilitados fueron detectadas por la Auditoría Superior de la Federación, indica la periodista.
"Juan Bueno Torio aún le debe a los mexicanos muchas explicaciones sobre su actuación como director de Pemex Refinación; por ejemplo, el hecho de que las compañías de su familia recibían millonarios contratos para el transporte de hidrocarburos en la misma empresa paraestatal que él dirigía. Me pregunto si para la ciudadanía éste es un asunto menor", denuncia, señalado además que "en lugar de entregar cuentas claras, el señor diputado promueve el enjuiciamiento contra una periodista que ha cumplido éticamente con el deber de informar."
Cabe recordar que en un debate reciente, Juan Bueno Torio se pronunció a favor de la reforma energética, la cual privatizaría a Pemex.
Por medio de una carta al sitio de internet del periodista Rubén Luengas, Ana Lilia Pérez, quien se encuentra exiliada en Alemania por las amenazas que ha recibido por divular casos de corrupción en Pemex, señala que el acoso, que ya se había incrementado por parte del gobierno de Felipe Calderón en 2008, tiene que ver con una demanda por daño moral que Bueno Torio interpuso contra la periodista en 2011.
La demanda tiene que ver con el hecho de que Bueno Torio es mencionado en el libro de Ana Lilia Pérez, Camisas Azules, Manos Negras, sobre la corrupción en Pemex.
"En su demanda no hay un planteamiento claro y concreto que acredite el supuesto daño que, dice, provocó la publicación de dicho libro. Sin embargo, incluye en sus pretensiones y en cada punto de su demanda, un mensaje evidentemente intimidatorio. Entre sus pretensiones proyecta en mi contra acciones inhibitorias a futuro, sobre cualquier línea que pudiera yo publicar acerca de su desempeño como funcionario; en otras palabras, requiere que el juez que lleva el caso prejuzgue acerca de los señalamientos que, en el futuro, pudiera hacer yo como periodista respecto de él", dice Pérez, denunciand que el diputado panista pretende que el Poder Judicial coloque una mordaza legal a cualquier investigación y señalamiento acerca de situaciones irregulares en las que pudiera estar involucrado.
"La demanda de Juan Bueno Torio tiene la finalidad de inhibir mi labor como periodista, y con ello menguar la independencia intelectual necesaria para ejercer el periodismo crítico que la sociedad mexicana demanda, y pretende que se le de validez legal a sus intimidaciones", agrega.
En su texto, Ana Lilia Pérez recuerda que la Secretaría de la Función Pública inhabilitó a catorce funcionarios de Pemex Refinación, subsidiaria de Pemex de la cual estuvo a cargo Bueno Torio, "por manipular procesos de licitación y contratar con sobreprecio el arrendamiento de cuatro buques-tanque a casco desnudo por cinco años."
Las irrgularidades por las cuales los subornidados de Bueno Torio fueron inhabilitados fueron detectadas por la Auditoría Superior de la Federación, indica la periodista.
"Juan Bueno Torio aún le debe a los mexicanos muchas explicaciones sobre su actuación como director de Pemex Refinación; por ejemplo, el hecho de que las compañías de su familia recibían millonarios contratos para el transporte de hidrocarburos en la misma empresa paraestatal que él dirigía. Me pregunto si para la ciudadanía éste es un asunto menor", denuncia, señalado además que "en lugar de entregar cuentas claras, el señor diputado promueve el enjuiciamiento contra una periodista que ha cumplido éticamente con el deber de informar."
Cabe recordar que en un debate reciente, Juan Bueno Torio se pronunció a favor de la reforma energética, la cual privatizaría a Pemex.
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