Taibo II, Paloma Sáiz y colaboradores festejaron el aniversario de la brigada independiente
Con sus múltiples actividades, de ferias, tianguis, publicaciones y conferencias, acercaron 4 millones de libros a la gente
Se rompieron mitos: si se remontan los obstáculos, por supuesto que se lee, dijo el escritor
Nada es imposible. Hay mucho pueblo para tan poco gobierno, remató
En el festejo, Sáiz y Taibo II destacaron que
la lectura influye en el desarrollo personal y social de los individuos, y sin ella no hay sociedad que pueda progresarFoto José Carlo González
Arturo Jiménez
Periódico La Jornada
Domingo 27 de enero de 2013, p. 2
Domingo 27 de enero de 2013, p. 2
En su tercer aniversario, la Brigada para Leer en Libertad compartió algunos datos que ilustran la trascendencia de esta
aventura invaluable, cuya idea clave fue expresada por el escritor Paco Ignacio Taibo II:
Leer abre la puerta de la democracia, crea pensamiento crítico y repara las neuronas averiadas por la televisión.
Y es que en tres años de promoción independiente de la lectura, esta organización social, encabezada por Taibo II y la promotora cultural Paloma Sáiz Tejero, su compañera, ha tenido logros casi utópicos, como rescatar más de un millón de libros de las trituradoras de las empresas editoriales, para luego venderlos a bajísimos precios en cuatro remates.
O también, como se informó durante la celebración, la noche del viernes en el Centro Cultural Benemérito de las Américas (la Casa del Artesano): la creación de 36 bibliotecas de barrio, la edición de 57 títulos con 20 rediciones, 250 mil libros regalados, tres ferias alternativas, una internacional, 67 tianguis, 619 conferencias y 249 actividades artísticas. Todo para acercar en total 4 millones de libros a la gente.
Además, el apoyo incondicional de decenas de escritores, intelectuales, artistas, moneros, editores, libreros, políticos y activistas sociales, como Enrique González Rojo, Elena Poniatowska, Héctor Díaz Polanco, José Emilio Pacheco, Juan Villoro, José Agustín, Laura Esquivel, Marco Antonio Campos, Eduardo Antonio Parra, Óscar de la Borbolla, El Fisgón, Helguera, Huidobro, Alfonso Suárez del Real y Diego Valadés.
En un país con millones de analfabetos y analfabetos funcionales, es imprescindible lograr una sociedad consciente, democrática y libre de la simulación, dijo Sáiz Tejero, quien fundó la brigada junto con Taibo II y un grupo de promotores tras su salida como encargada de las políticas de promoción de la lectura de la Secretaría de Cultura capitalina, en aquel momento dirigida por Elena Cepeda.
Este trabajo se ha podido realizar como un esfuerzo desde la sociedad civil, sin depender de presupuestos, agregó Sáiz, aunque dijo que la promoción de la lectura debe ser una política de Estado, las cuales, hasta ahora,
salvo contadas excepciones, sólo caen en la simulación, como la que
decretaque hay que leer 20 minutos diarios.
Se llegó a colonias populares, incluso en los cerros, donde nunca había llegado un libro, zonas supuestamente no lectoras, comentó Taibo II, donde
se rompieron los mitos de que la gente no lee; si se remontan los obstáculos, por supuesto que se lee; tuvimos actos hasta de 300 o 400 personas, y se generó un debate político y social, motivado por el libro.
El escritor evocó varios momentos, como cuando abrieron una biblioteca de barrio en la colonia Valle Gómez y un grupo de señoras pidió a los brigadistas que les explicarán
de que se trata una biblioteca. Pero las señoras no asistieron a la conferencia posterior, realizada en otra área, y se pensó que no les había interesado.
Sin embargo, luego las ubicaron sentadas en el suelo, leyendo un libro sobre los tesoros del Louvre.
Nada es imposible. Hay mucho pueblo para tan poco gobierno, comentó Taibo II.
En otro caso, una señora de Iztapalapa mordió la mano del escritor cuando, en medio del caos, regalaban libros. Después la vecina explicó que el otro volumen era para su hermana que estaba enferma.
Pues sí, pero no me muerda, le comentó Taibo II, quien comentó:
Si eso no es pasión por la lectura... Es más exitoso regalar libros que cubetas y despensas.
La velada había comenzado con un video en el que Taibo II y Sáiz compartieron varias de sus principales reflexiones:
Un pueblo que lee es un pueblo constructor de pensamiento crítico, un promotor de utopías. La lectura genera mejores ciudadanos, y gracias a los libros aprendemos a creer en lo imposible, a desconfiar de lo evidente, a formar pensamiento crítico, a exigir nuestros derechos, a cumplir con nuestros deberes como ciudadanos.
También destacaron que
la lectura influye en el desarrollo personal y social de los individuos, y sin ella no hay sociedad que pueda progresar, y que
es el gran formador sentimental, el impulsor de una profunda transformación cultural.
Acerca de la literatura, dijeron que es
un camino de ida y vuelta que nos aleja de nuestra vida cotidiana, para traer después lo que se ha leído a la misma realidad, y que es
la gran creadora de personajes, reflejo de nosotros, espejo de nuestra grandeza y fragilidad como seres humanos. Además, sintetizaron,
leer es divertido, subversivo, subyugante y genial.
Mientras organizaban la rifa de libros entre los muchos colaboradores y simpatizantes presentes, entre ellos Valadés, Campos, Parra, Díaz Polanco, Suárez del Real, Felipe Galván, Pedro Miguel, Andrés Ruiz y Bernardo Fernández BEF, algunos comentaron sus experiencias con la Brigada para Leer en Libertad.
“Yo quería participar, hacer algo, pero no sabía cómo –dijo Óscar de la Borbolla, acompañado por Beatriz Escalante, también escritora–, hasta que me encontré con Paco y Paloma; por eso les doy las gracias. Ellos me han llevado a lugares inimaginables.”
Al final, y para no perder la costumbre, regalaron la antología celebratoria del tercer aniversario 3 años leyendo en libertad, que reúne a unos 55 autores. Afuera del centro cultural, una larga mesa con unos 15 escritores firmando ejemplares y una fila considerable sobre la plaza Centenario fue la última imagen de la velada.
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