--¿Qué pasó? --me dijo el taxista.
--Nada. Tomaron la oficina de la rectora de la UACM.
--¿La quemaron?
--¡No! Solamente la tomaron...
--¡Ah! Es que como hay carros de bomberos.
Al estilo Marcelo Ebrard, que siempre hace derroche de fuerza pública, cientos de granaderos rodearon anoche el edificio que alberga las oficinas administrativas de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, desde la cuales María Esther Orozco Orozco (MEOO), la rectora, seguía escalando el conflicto provocado por su soberbia que cumple ya 70 días en paro total de actividades académicas.
Sin el menor ánimo de conciliar sino, al contrario, dispuesta a endurecer aún más su actitud despótica, MEOO pretendía proseguir este viernes con su campaña de despidos en perjuicio de sus opositores, y había citado a las ocho de la mañana de hoy a la maestra Valeria Flores Gama para iniciarle un juicio sumario y echarla a la calle. Nada más por joder y refrendar su imagen autocrática.
Pero los estudiantes que a la par de los catedráticos y los trabajadores sindicalizados se vieron obligados a recurrir al paro como una medida extrema contra la imposición de un Consejo Universitario ilegal, ayer mientras caía la noche la sorprendieron en la torre de Eugenia y División del Norte, donde la sedicente “eminencia científica” que se niega a mostrar sus títulos universitarios –como si le faltara algo para ser más grotescamente malvada y fraudulenta-- se encerró en un despacho y aseguró la puerta con un candado.
Mientras los jóvenes se apoderaban pacíficamente de las instalaciones, MEOO dio órdenes a todos sus leales de romper lo que estuviera a su alcance, para acusar a los muchachos de vandalismo, robo, estupro, lenocinio, ablación, daños a terceros y demás delitos imaginarios que en su torturada cabeza bipolar supone que le valdrán el apoyo irrestricto de la policía y la conversión de la UACM en una cárcel de máxima seguridad para todos sus integrantes.
Sin embargo, como ya la conocen, los muchachos documentaron cada etapa de su ingreso al edificio con cámaras de video y captaron incluso a la gente de la señora en el acto de perpetrar la destrucción de objetos y enseres de oficina. El momento más patético desde luego llegó cuando los estudiantes abrieron el candado tras el cual Orozco bramaba como si la estuviesen desollando y la acompañaron hasta la vía pública sin tocarle un pelo.
Pronto la zona fue acordonada por cientos de antimotines y carros de bomberos como si estuviese ardiendo Troya, casi al mismo tiempo que aparecían periodistas de radio, tele y prensa con cámaras y micrófonos y luces y cables, para acabar de construir el escenario de la noticia, que no tardaría en salir al aire en contra de quién creen ustedes... Oh, qué gran poder adivinatorio: por supuesto, los medios achacaron la “ruptura del orden” a Andrés Manuel López Obrador.
Acto seguido, la señora MEOO corrió a los estudios de Milenio y se echó en los brazos de los conocidos levantacejas de ese canal. Con la acción de anoche, Orozco perdió su oficina alterna y ahora tendrá que despachar extramuros, mientras aumenta el peligro de que lance a sus grupos de porros en contra de los estudiantes y maestros que resguardan las entradas de todos los planteles de la UACM.
Pero si lo hace y provoca derramamiento de sangre, convulsionará a la ciudad y tendrá que renunciar. Ahora bien, si el Gobierno del Distrito Federal logra impedir que desate la violencia, ¿cuáles serán las cartas que MEOO jugará in extremis? Por lo pronto, a Marcelo Ebrard le cayó de perlas el episodio de anoche pues lo ayudará a desviar los reflectores que iluminaban la fracasada alianza de su partido con la extrema derecha católica en el ámbito de la reforma laboral.
A última hora, como era de esperarse, el PAN de Calderón y de los Legionarios de Cristo le dio la espalda al PRD de Ebrard y votó en contra de todas las conquistas históricas de los trabajadores mexicanos –y al decir todas no exagero-- formando un bloque con el PRI de Peña Nieto, el Panal de Elba Esther Gordillo y el único partido Verde que en el mundo lucha a favor de la pena de muerte.
Hoy por eso también estaré en Twitter, en la cuenta @Desfiladero132, acompañando a Eduardo Galeano en el Congreso Latinoamericano de Ciencias Sociales, y el próximo lunes, a las 18:00, en el Centro Cultural San Angel, con Andrés Manuel López Obrador, que presentará su nuevo libro.
Jaime Avilés
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