MÉXICO, D.F. (apro).- Después de dos meses y medio de negociación entre Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, el Congreso de la Unión aprobó la iniciativa preferente de Reforma Laboral y aceptó, por primera ocasión, enviar un documento incompleto al Ejecutivo federal para su promulgación.
Los cambios fueron avalados en su última etapa en el Senado de la República con 92 votos a favor y 28 en contra.
De los 300 artículos propuestos por Calderón Hinojosa el pasado 1 de septiembre, diputados y senadores extrajeron dos de la discusión final, debido a la falta de acuerdo: se trata de los artículos 388 bis y 390, que permiten al trabajador elegir libremente su sindicato y poder votar el contrato colectivo.
Para zanjar la discusión y evitar que la iniciativa de Calderón quedara congelada por un año, senadores y diputados decidieron “sacar” del paquete de reformas a la Ley Federal del Trabajo (LFT) los dos artículos mencionados, esto a pesar de que el propio Senado de la República ya los había votado a favor la tarde de este martes.
Así, la iniciativa preferente enviada el 1 de septiembre a la Cámara de Diputados por el panista Felipe Calderón Hinojosa pudo ser aprobada gracias a los votos que la dupla PRI-PVEM le dieron este martes en el Senado.
El bloque de izquierda conformado por PRD, PT y Movimiento Ciudadano (MC) votó en contra de la reforma, logrando 28 sufragios, pero además se opuso a que el documento fuera enviado al Ejecutivo federal para su promulgación, debido a que PRI y PAN en ambas cámaras decidieron “eliminar” los dos artículos en que mantienen posiciones contrarias.
Finalmente, PRI y PAN lograron 92 votos a favor y 28 en contra para que el documento sea enviado al presidente de la República para su promulgación.
Un tortuoso camino
El 1 de septiembre, Calderón envió, con calidad de iniciativa preferente, cambios a la LFT; 15 días después, la Cámara de Diputados inició la discusión y aprobó la reforma, pero eliminando de la propuesta del presidente los artículos 380 bis y 390.
Al llegar al Senado, el bloque de izquierda y el PAN lograron incluir de nueva cuenta los artículos. Al hacerse cambios a la minuta que llega de la Cámara de origen, en este caso la de Diputados, el proceso legislativo establece que se le debe regresar el documento, y así ocurrió.
El jueves 8, la Cámara de Diputados discutió de nueva cuenta la Reforma Laboral y otra vez eliminó los polémicos artículos.
Este martes, el Senado abrió otra vez la discusión; y en la primera parte del proceso, los legisladores aprobaron “en lo general” la reforma, con 99 votos a favor el documento y 28 votos en contra. Pero, dejaron para discutir en lo particular los dos artículos del conflicto.
Finalmente, pasadas las 16:00 horas, los senadores concluyeron la discusión en lo particular y decidieron, con 65 votos a favor y 61 en contra, que se incluyeran de nuevo los artículos 388 bis y 390 relativos a la democracia sindical y libertad para votar el contrato colectivo de trabajo.
Sin embargo, esta decisión puso en aprietos a ambas cámaras y al propio PRI, que responde a los acuerdos que Peña Nieto estableció con Calderón Hinojosa.
Así, por un lado, el PAN en la Cámara de Diputados eliminó junto con el PRI los dos artículos del conflicto, mientras que en el Senado de nueva cuenta fueron incluidos.
Por otro lado, el texto ya había sido aprobado en lo general. Todo esto llevaba a que, al haberse hecho modificaciones en el Senado, todo el documento tendría que regresarse a la Cámara de origen pero, por proceso legislativo, ya no se podría discutir nuevamente, sino hasta dentro de un año.
Para evitar que la Reforma Laboral de Calderón quedara en la congeladora y se mantuviera el acuerdo Peña Nieto-Calderón, pactado en el encuentro que ambos sostuvieron el 7 de julio pasado, y del que Proceso dio cuenta, ambas cámaras, Senado y Diputados, y ambos partidos, PRI y PAN, decidieron eliminar “del documento de iniciativa preferente” los dos artículos, a pesar de haberse votado horas antes en el pleno del Senado de la República.
El coordinador del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, se manifestó en contra de turnar el documento al Ejecutivo federal para su promulgación. Sostuvo que de hacerlo así se estaría violentando la Constitución.
Sin embargo, el presidente de la Mesa Directiva, el panista Ernesto Cordero, aseguró lo contrario y aseguró que el artículo 72, inciso E, permite al Congreso enviarle al Ejecutivo federal sólo los artículos avalados por ambas cámaras.
La decisión de enviar el documento sin los dos artículos fue sometida a votación, logrando 92 votos a favor y 28 en contra.
Con ello concluyó finalmente el proceso de discusión y aprobación de la iniciativa preferente en material laboral enviada por Felipe Calderón, aunque al final quedó un documento incompleto.
Una vez que Calderón firme la Reforma Laboral, entrará en vigor al día siguiente de ser publicada en el Diario Oficial de la Federación, y con ello estará permitida la subcontratación, los nuevos tipos de contratación y se abrirá la puerta a la inestabilidad laboral; además, se hará más difícil la jubilación, según establecieron en tribuna las fuerzas de izquierda.
Los cambios fueron avalados en su última etapa en el Senado de la República con 92 votos a favor y 28 en contra.
De los 300 artículos propuestos por Calderón Hinojosa el pasado 1 de septiembre, diputados y senadores extrajeron dos de la discusión final, debido a la falta de acuerdo: se trata de los artículos 388 bis y 390, que permiten al trabajador elegir libremente su sindicato y poder votar el contrato colectivo.
Para zanjar la discusión y evitar que la iniciativa de Calderón quedara congelada por un año, senadores y diputados decidieron “sacar” del paquete de reformas a la Ley Federal del Trabajo (LFT) los dos artículos mencionados, esto a pesar de que el propio Senado de la República ya los había votado a favor la tarde de este martes.
Así, la iniciativa preferente enviada el 1 de septiembre a la Cámara de Diputados por el panista Felipe Calderón Hinojosa pudo ser aprobada gracias a los votos que la dupla PRI-PVEM le dieron este martes en el Senado.
El bloque de izquierda conformado por PRD, PT y Movimiento Ciudadano (MC) votó en contra de la reforma, logrando 28 sufragios, pero además se opuso a que el documento fuera enviado al Ejecutivo federal para su promulgación, debido a que PRI y PAN en ambas cámaras decidieron “eliminar” los dos artículos en que mantienen posiciones contrarias.
Finalmente, PRI y PAN lograron 92 votos a favor y 28 en contra para que el documento sea enviado al presidente de la República para su promulgación.
Un tortuoso camino
El 1 de septiembre, Calderón envió, con calidad de iniciativa preferente, cambios a la LFT; 15 días después, la Cámara de Diputados inició la discusión y aprobó la reforma, pero eliminando de la propuesta del presidente los artículos 380 bis y 390.
Al llegar al Senado, el bloque de izquierda y el PAN lograron incluir de nueva cuenta los artículos. Al hacerse cambios a la minuta que llega de la Cámara de origen, en este caso la de Diputados, el proceso legislativo establece que se le debe regresar el documento, y así ocurrió.
El jueves 8, la Cámara de Diputados discutió de nueva cuenta la Reforma Laboral y otra vez eliminó los polémicos artículos.
Este martes, el Senado abrió otra vez la discusión; y en la primera parte del proceso, los legisladores aprobaron “en lo general” la reforma, con 99 votos a favor el documento y 28 votos en contra. Pero, dejaron para discutir en lo particular los dos artículos del conflicto.
Finalmente, pasadas las 16:00 horas, los senadores concluyeron la discusión en lo particular y decidieron, con 65 votos a favor y 61 en contra, que se incluyeran de nuevo los artículos 388 bis y 390 relativos a la democracia sindical y libertad para votar el contrato colectivo de trabajo.
Sin embargo, esta decisión puso en aprietos a ambas cámaras y al propio PRI, que responde a los acuerdos que Peña Nieto estableció con Calderón Hinojosa.
Así, por un lado, el PAN en la Cámara de Diputados eliminó junto con el PRI los dos artículos del conflicto, mientras que en el Senado de nueva cuenta fueron incluidos.
Por otro lado, el texto ya había sido aprobado en lo general. Todo esto llevaba a que, al haberse hecho modificaciones en el Senado, todo el documento tendría que regresarse a la Cámara de origen pero, por proceso legislativo, ya no se podría discutir nuevamente, sino hasta dentro de un año.
Para evitar que la Reforma Laboral de Calderón quedara en la congeladora y se mantuviera el acuerdo Peña Nieto-Calderón, pactado en el encuentro que ambos sostuvieron el 7 de julio pasado, y del que Proceso dio cuenta, ambas cámaras, Senado y Diputados, y ambos partidos, PRI y PAN, decidieron eliminar “del documento de iniciativa preferente” los dos artículos, a pesar de haberse votado horas antes en el pleno del Senado de la República.
El coordinador del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, se manifestó en contra de turnar el documento al Ejecutivo federal para su promulgación. Sostuvo que de hacerlo así se estaría violentando la Constitución.
Sin embargo, el presidente de la Mesa Directiva, el panista Ernesto Cordero, aseguró lo contrario y aseguró que el artículo 72, inciso E, permite al Congreso enviarle al Ejecutivo federal sólo los artículos avalados por ambas cámaras.
La decisión de enviar el documento sin los dos artículos fue sometida a votación, logrando 92 votos a favor y 28 en contra.
Con ello concluyó finalmente el proceso de discusión y aprobación de la iniciativa preferente en material laboral enviada por Felipe Calderón, aunque al final quedó un documento incompleto.
Una vez que Calderón firme la Reforma Laboral, entrará en vigor al día siguiente de ser publicada en el Diario Oficial de la Federación, y con ello estará permitida la subcontratación, los nuevos tipos de contratación y se abrirá la puerta a la inestabilidad laboral; además, se hará más difícil la jubilación, según establecieron en tribuna las fuerzas de izquierda.
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