Confusión en el gobierno de Galicia y en navieras tras las declaraciones de Suárez Coppel
Núñez Feijóo confirmó la firma de los acuerdos sobre los hoteles flotantes y de una alianza
Una mujer porta un cartel para repudiar en Madrid los recortes al presupuesto en EspañaFoto Reuters
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 29 de septiembre de 2012, p. 24
Sábado 29 de septiembre de 2012, p. 24
Madrid, 28 de septiembre. La comparecencia de ayer del director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Juan José Suárez Coppel, provocó en España confusión y nerviosismo, además de más dudas sobre el contenido de los contratos rubricados en secreto entre los astilleros gallegos y la paraestatal mexicana. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) presentó una solicitud ante el Parlamento para que el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón Aguirre, comparezca y entregue a los diputados el texto original del acuerdo.
En Galicia las partes involucradas intentaron explicar su versión: el gobierno gallego, con el presidente Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, confirmó la firma de los contratos que comprometen a Pemex –o a PMI, su brazo comercial en el extranjero– a comprar dos hoteles flotantes por 380 millones de dólares, además de una alianza estratégica que garantizaría la presencia permanente de la petrolera mexicana en el puerto de A Coruña para los próximos 35 años y en la contratación de astilleros de la región para la construcción de al menos siete remolcadores.
Las navieras Navantia e Hijos de J. Barreras confirmaron que los contratos
existen, los hemos visto, pero que la cláusula de confidencialidad les impide desvelar más detalles y que, de hecho, sus equipos técnicos trabajan desde
hace más de 60 díasen el proyecto. El proceso para la construcción de los doshoteles flotantes ya está en marcha, puesto que ya existe el compromiso formal de Pemex de comprarlos.
Mientras que los partidos de oposición en Galicia, el PSdeG y el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), reclamaron de nuevo la difusión de los contratos y exigieron que se deje de utilizar este asunto con motivos electorales, una vez que la región está inmersa en una campaña para renovar la administración autonómica que se celebrará el próximo 21 de octubre. Desde que Núñez Feijóo anunció la
alianza estratégicay los
contratoscon Pemex este asunto se ha convertido en el principal argumento del derechista Partido Popular (PP) para lograr la relección, hasta el punto de que han asegurado que los acuerdos con la petrolera mexicana servirán para
sacar a Galicia de la crisisy
volver a crecer
Por último, Pemex, a través de la oficina que tiene en España y que funciona bajo las siglas de su brazo comercial en el exterior, PMI, explicó a numerosos medios de comunicación españoles que la firma de Pemex con los astilleros es real y que la confusión se debe a una mala interpretación de un mensaje emitido en una de las redes sociales tras la comparencia de Suárez Coppel. Bajo la figura de
fuentes oficiales de la empresa, un trabajador de PMI aseguró a la prensa española que la petrolera mexicana responderá por los contratos de 380 millones de dólares por los dos hoteles flotantes y de los otros 70 millones de dólares por la infraestructura que necesitará para instalarse los próximos 35 años en el puerto de Langosteira, en A Coruña.
El mandatario gallego emitió un comunicado que recordó que el acuerdo con los astilleros gallegos se firmó el pasado 19 de septiembre y por tanto es firme. Pero volvió a rechazar la difusión pública de los contratos y de la llamada
alianza estratégicasuscrita en mayo pasado con el propio Suárez Coppel, gracias a la intermediación del empresario gallego afincado en México Olegario Vázquez Raña.
A pesar de que todos esos acuerdos suscritos por Pemex tienen el carácter de
confidenciales, el Parlamento español los podría sacar a la luz si prospera la petición del grupo socialista para que comparezca y entregue el documento el presidente de la SEPI, que es el ente público español que se encarga de gestionar y absorber a las empresas rescatadas por el Estado o con participación pública, como es el caso de Navantia.
Esta comparencia no obligaría en todo caso a la difusión de otro documento en el que está involucrado Pemex, que es el llamado
memorándum de entendimiento de colaboración con la Xunta de Galicia, en el que la petrolera mexicana se comprometió a comprar al menos siete remolcadores a empresas navieras gallegas. Pero tampoco se conocen ni los detalles ni las condiciones del compromiso alcanzado.
Un representante del comité de empresa de Navantia Ferrol, Ignacio Naveiras, explicó que los trabajadores han decidido dar un plazo de tres días –hasta el próximo lunes– a la gerencia de la empresa para que les enseñe el contrato, pues –sostienen– “alguien se equivoca o alguien miente.
Hay una serie de dudas que intentaron atajar desde la Xunta de Galicia, pero también desde la administración de Navantia, cuyo vocero, Miguel Ángel Martínez, aseguró que
lo único que puedo decir al respecto es que el contrato con Pemex está firmado y nosotros seguimos trabajando en la construcción de los floteles. Así que no vamos a entrar en especulaciones.