MÉXICO, D.F. (apro).- La Unión Nacional de Trabajadores (UNT) convocó a organizaciones sindicales a impulsar una campaña nacional e internacional contra la iniciativa de reforma laboral presentada recientemente por el Ejecutivo federal.
La estrategia incluye también la realización de plantones, marchas, mítines y foros informativos.
Según la UNT, la reforma laboral propuesta por el presidente Felipe Calderón es la misma que impulsó el priista Tereso Medina en la pasada Legislatura, cuya manufactura se hizo en la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) desde 2005, con el visto bueno del entonces titular del Trabajo, Carlos Abascal.
La UNT recordó que el pasado 1 de septiembre, Felipe Calderón envío al Congreso de la Unión dos iniciativas preferentes, una de las cuales es una reedición de la propuesta de Javier Lozano, “para modificar la Ley Laboral que legaliza el outsourcing, flexibiliza las formas de contratación y despido, incorpora la contratación por hora, limita el pago de salarios caídos a un año, amplía los periodos de prueba e introduce nuevas restricciones al derecho de huelga y a la libertad de asociación sindical”.
Con esto, añadió, Calderón está imponiendo la agenda a la 62 Legislatura, y orilla a la Cámara de Diputados a dictaminar en 30 días naturales, a sabiendas de que agotado este plazo la iniciativa debe pasar al pleno para su aprobación o rechazo.
“Estamos ante el riesgo de que se modifique la Ley Laboral sin que medie un debate amplio y suficiente entre los legisladores, mediante un procedimiento que obliga a tomar decisiones al vapor sobre temas trascendentales para la nación, que excluye a los principales involucrados de la toma de decisiones, en este caso los trabajadores y a sus organizaciones y que genera finalmente tensiones entre el Poder Ejecutivo saliente y las cámaras”.
Resume que el proyecto de Calderón obstaculiza la organización de nuevos sindicatos, limita aún más el ejercicio del derecho de huelga, favorece la desorganización de los trabajadores y no incorpora preceptos fundamentales como la igualdad efectiva para erradicar la discriminación y la violencia laboral contra las trabajadoras.
Esta propuesta de corte patronal no contribuye a generar empleos como dicen sus promotores, por el contrario, afecta la estabilidad en el trabajo e incide en el descenso de la calidad de vida de los trabajadores y en el estancamiento del mercado interno. A diferencia del proyecto de los empresarios que sólo sirve para profundizar la desigualdad social, en la UNT consideramos que una verdadera transformación del mundo del trabajo pasa por fortalecer la independencia y la autonomía de las organizaciones gremiales desterrando el sistema de control corporativo y requiere de la contratación colectiva auténtica como el eje de las relaciones obrero patronales, indicó en el desplegado.
“Por todo lo anterior, en la UNT rechazamos el proyecto de Calderón, porque sostenemos que la precarización laboral no puede seguir siendo la “oferta” de nuestro país para atraer capitales, por ello exigimos que el Congreso deseche dicha reforma lesiva al interés de las y los trabajadores y convoque a un amplio debate nacional en el que participen todas las vertientes del sindicalismo mexicano sin exclusión, en el que, entre otros temas se discuta en torno al cambio del modelo de desarrollo que requiere el país, la recuperación del poder adquisitivo de los salarios y la democratización y modernización del mundo del trabajo”.
La estrategia incluye también la realización de plantones, marchas, mítines y foros informativos.
Según la UNT, la reforma laboral propuesta por el presidente Felipe Calderón es la misma que impulsó el priista Tereso Medina en la pasada Legislatura, cuya manufactura se hizo en la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) desde 2005, con el visto bueno del entonces titular del Trabajo, Carlos Abascal.
La UNT recordó que el pasado 1 de septiembre, Felipe Calderón envío al Congreso de la Unión dos iniciativas preferentes, una de las cuales es una reedición de la propuesta de Javier Lozano, “para modificar la Ley Laboral que legaliza el outsourcing, flexibiliza las formas de contratación y despido, incorpora la contratación por hora, limita el pago de salarios caídos a un año, amplía los periodos de prueba e introduce nuevas restricciones al derecho de huelga y a la libertad de asociación sindical”.
Con esto, añadió, Calderón está imponiendo la agenda a la 62 Legislatura, y orilla a la Cámara de Diputados a dictaminar en 30 días naturales, a sabiendas de que agotado este plazo la iniciativa debe pasar al pleno para su aprobación o rechazo.
“Estamos ante el riesgo de que se modifique la Ley Laboral sin que medie un debate amplio y suficiente entre los legisladores, mediante un procedimiento que obliga a tomar decisiones al vapor sobre temas trascendentales para la nación, que excluye a los principales involucrados de la toma de decisiones, en este caso los trabajadores y a sus organizaciones y que genera finalmente tensiones entre el Poder Ejecutivo saliente y las cámaras”.
Resume que el proyecto de Calderón obstaculiza la organización de nuevos sindicatos, limita aún más el ejercicio del derecho de huelga, favorece la desorganización de los trabajadores y no incorpora preceptos fundamentales como la igualdad efectiva para erradicar la discriminación y la violencia laboral contra las trabajadoras.
Esta propuesta de corte patronal no contribuye a generar empleos como dicen sus promotores, por el contrario, afecta la estabilidad en el trabajo e incide en el descenso de la calidad de vida de los trabajadores y en el estancamiento del mercado interno. A diferencia del proyecto de los empresarios que sólo sirve para profundizar la desigualdad social, en la UNT consideramos que una verdadera transformación del mundo del trabajo pasa por fortalecer la independencia y la autonomía de las organizaciones gremiales desterrando el sistema de control corporativo y requiere de la contratación colectiva auténtica como el eje de las relaciones obrero patronales, indicó en el desplegado.
“Por todo lo anterior, en la UNT rechazamos el proyecto de Calderón, porque sostenemos que la precarización laboral no puede seguir siendo la “oferta” de nuestro país para atraer capitales, por ello exigimos que el Congreso deseche dicha reforma lesiva al interés de las y los trabajadores y convoque a un amplio debate nacional en el que participen todas las vertientes del sindicalismo mexicano sin exclusión, en el que, entre otros temas se discuta en torno al cambio del modelo de desarrollo que requiere el país, la recuperación del poder adquisitivo de los salarios y la democratización y modernización del mundo del trabajo”.
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