sábado, 14 de enero de 2012

Mancera-Batres: quiniela para el GDF

Desfiladero
Martí Batres considera injusta su remoción


Jaime Avilés
Hoy arrancan y mañana terminan las encuestas que medirán las simpatías cosechadas en la capital del país por los exponentes de la vertiente política que desde 1997 gobierna el Distrito Federal. Los punteros son el ex procurador Miguel Ángel Mancera, la presidenta de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Alejandra Barrales, y el ex secretario de Desarrollo Social Martí Batres Guadarrama.

En la lisa figuran también el ex secretario de Seguridad Pública, Joel Ortega Cuevas, y el diputado federal Gerardo Fernández Noroña, pero sus posibilidades son nulas. Todo sugiere, sin embargo, que estos cinco finalistas podrían formar el núcleo del próximo Gobierno del Distrito Federal, (GDF) si alcanzan los acuerdos necesarios y aplican restricciones indispensables.

Mancera recibió en fecha reciente un guiño de Andrés Manuel López Obrador, que puede ser decisivo para su postulación como candidato. No olvidemos que al inicio del sexenio de Ebrard, Mancera fue un subprocurador de clara identificación obradorista y con esa fuerza desplazó a su antecesor, Rodolfo Félix Cárdenas, un abogado ligado al tenebroso despacho de Morales Lechuga y a la mafia salinista de Carlos Ahumada.

Pero después de ser ascendido, y como no podía de ser de otro modo, Mancera se convirtió en el procurador de Ebrard, un cargo desde el cual protegió por consigna a la rectora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Esther Orozco, de las denuncias penales que contra ella interpuso el sindicato de trabajadores de esa institución, por la retención ilegal de las cuotas de sus agremiados.

Por otra parte, para congraciarse con la derecha de Estados Unidos, Mancera propuso crear un banco de datos alimentado con las huellas digitales y el retrato de la pupila de los extranjeros residentes en el Distrito Federal, por si entre éstos –no lo dijo así, pero se infiere– hubiese células terroristas islámicas o cosa por el estilo. Algo que francamente apesta a racismo.

Barrales mantuvo una sana distancia entre Ebrard y López Obrador, gracias a la cual apostó hábilmente a ser la candidata de ambos. Iba muy bien pero esta semana sufrió la mordedura de un alacrán, cuando el senador Carlos Navarrete –que en 2006 llegó al Poder Legislativo con los votos de la izquierda y se dedicó a hacer política en favor de la derecha, traicionando a sus electores–, declinó en favor de la ex secretaria general del sindicato de sobrecargos de aviación. Y ahuyentó a quienes veían en ella una opción renovadora.

Y es que ahora, si Barrales ganara las elecciones de julio para recoger en diciembre la estafeta de Ebrard, tendría que nombrar a Navarrete secretario de Gobierno, y detrás de éste se colarían los Chuchos en los puestos clave, y los delegados más corruptos, como el de Tlalpan, Higinio Chávez, gozarían de plena impunidad para seguir medrando contra los ciudadanos indefensos y en provecho de los magnates abusivos, como Jorge Talavera, el que construyó una gasolinera casi dentro de un conjunto residencial en Insurgentes Sur, violando todas las leyes, pero con apoyo de la autoridad perredista.

En otras palabras: si cualquiera de los cinco suspirantes al GDF fuera en coalición con los chuchos, la hegemonía del PRD en la capital del país estaría claramente en riesgo y, como no existe, aquí entre nos, la cultura del voto diferenciado, un error estratégico de tal envergadura podría quitarle decenas de miles de votos chilangos a López Obrador.

En vísperas de las encuestas de este fin de semana, Paco Ignacio Taibo II, el escritor mexicano más leído dentro y fuera del país, lanzó junto con otros hombres y mujeres de letras una convocatoria para formar Morena Cultura, una agrupación a la que están llamados a incorporarse todos los creadores artísticos que simpatizan con el nuevo proyecto de nación de Andrés Manuel.
Pintores, escultores, diseñadores, escenógrafos, dramaturgos, iluminadores, músicos, fotógrafos, vestuaristas, maquillistas, directores de teatro, cineastas, actores, actrices, improluchadoras, ceramistas, novelistas, cuentistas, ensayistas, guionistas, coreógrafos, museógrafos, curadores, danzantes, editores, intervencionistas urbanos, pintafuentes, videoastas, documentalistas, bailaoras de flamenco, concheros y un triple etcétera, etcétera, etcétera...

La idea es que acepten integrarse en una estructura nacional para actuar a lo largo y a lo ancho de este país, donde ante el derrumbe inexorable de Peña Nieto, la televisión infla a la responsable de la supresión de la lógica, la ética y la filosofía en las escuelas de educación media superior, Josefina Vázquez Mota, para convertirla en la nueva esperanza de cambio de las masas.

(Oh, sí, como estamos hartos del PAN, de Calderón y sus 80 mil muertos, del cierre de Luz y Fuerza, de la quiebra de Mexicana en provecho de Televisa, y de la entrega del petróleo a Estados Unidos y a España, queremos que llegue al poder Vázquez Mota para que prosiga la guerra de Calderón –de la que ya se declaró fan–, continúen los abusos de la Comisión Federal de Electricidad, de Aeroméxico, Interjet y Volaris, y esta pesadilla que nos impusieron en 1982 se prolongue hasta 2018. ¡Oh, sí: cuánto ansiamos esto!)

La iniciativa planteada por Taibo II, que de correr con suerte desembocará en una reunión de creadores el 17 de febrero en Morelia, guarda una doble relación con las aspiraciones de Martí Batres al GDF: Taibo y algunos coautores del proyecto Morena Cultura son los mismos que lo acompañaron a registrarse como precandidato, para que de tal suerte aparezca en las encuestas de hoy y de mañana.

No fue una coincidencia: en su proyecto de 50 puntos “para la cuarta transformación del Distrito Federal”, Batres sostiene que esta ciudad, por motivos ecológicos entre otros, nunca volverá a ser el centro industrial del país. Nuestro aire, nuestro suelo, nuestra agua y nuestro hacinamiento ya no admiten más fábricas. “Esta es ya una ciudad posindustrial y debemos explotar las ventajas que ello implica”, resume.

A saber, transformarla en el mayor centro cultural de América Latina, no solamente en lugar de acogida de los mejores espectáculos musicales y artísticos del mundo, sino en una urbe donde se multipliquen los espacios escénicos –no puede ser que a 21 años de la fundación de El Hábito, ese lugar, ahora llamado El Vicio, sea el único donde se puede hacer cabaret–, y con ellos florezcan los talleres para formar nuevos creadores, en el marco de un boom de la gastronomía, con salas de cine a precios populares, programas de fomento a la lectura y de nuevo etcétera, etcétera, etcétera...

He aquí una quiniela a propósito de las encuestas de hoy y mañana: ganará Mancera y en segundo lugar quedará Batres. Si hay acuerdo entre ambos, Batres, como secretario de Gobierno del GDF, y Taibo, como secretario de Cultura, podrían impulsar el desarrollo de la ciudad posindustrial y hacer del Distrito Federal una mezcla de Nueva York y París en términos de recreación artística, pero también un emporio de orquestas sinfónicas, creadas como en Venezuela en los barrios más pobres, para alejar a niños y adolescentes de la delincuencia y las drogas, y mostrarles de la vida una perspectiva más feliz.

PD: En cuanto a la relación Peña Nieto-Sariñana-Tv Azteca-Estudios Churubusco, destapada por los tres Desfiladeros anteriores, sólo se oye, de parte de los implicados, un estruendoso silencio. Ergo, si callan, otorgan.

jamastu@gmail.com - http://twitter.com/@emiajseliva

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