jueves, 5 de enero de 2012

Ahora toca al gobierno ajustarse el cinturón, dice López Obrador

Descarta protección especial; quien lucha por la justicia nada teme
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Alma E. Muñoz
Enviada
Periódico La Jornada
Jueves 5 de enero de 2012, p. 7
Emiliano Zapata, Mor., 4 de enero. De gira por el estado, Andrés Manuel López Obrador aseguró que no hará uso del dinero para comprar conciencias, lealtades y votos, ni requiere de protección especial para recorrer entidades como ésta, con altos índices de inseguridad.
El que lucha por la justicia no tiene nada que temer, señaló al término del mitin con que empezó su recorrido de precampaña por la entidad, acompañado en el templete –en tres mítines– por los aspirantes de la izquierda a gobernador de Morelos: Graco Ramírez, Raúl Iragorri Montoya y Mario Rojas, a quienes convocó a la unidad y a respetar los resultados de la encuesta que definirá al mejor posicionado.
Ante simpatizantes y militantes de PRD, PT y Movimiento Ciudadano, en localidades con población predominantemente indígena y campesinos, el precandidato presidencial afirmó que llegó el tiempo de que sea el gobierno el que se apriete el cinturón, no el pueblo, tras casi 30 años sin crecimiento de la economía y con la cantaleta de priístas y panistas de que justamente nosotros teníamos que ajustarnos el cinturón.
Si en el gobierno no hay honestidad, nadie los respeta; sólo ven en los gobernantes a gente ambiciosa, vulgar, porque –sentenció por la noche en el deportivo de Puente de Ixtla, ante casi 7 mil personas– políticos prepotentes, fantoches y ladrones es lo que predomina en nuestro país.
Parafraseando a Francisco I. Madero, dijo que el pueblo tiene hambre y sed de justicia. Hay mucha pobreza, da tristeza ver la realidad con personas que no tienen ni para satisfacer necesidades básicas. Yo recorro, escucho y veo muchas cosas; no me dejo llevar por esa publicidad mentirosa del gobierno usurpador, por eso sostengo que se debe dar preferencia a la gente humilde, pobre.
Después de recibir la vara de mando del consejo de pueblos morelenses, López Obrador señaló: soy prole con mucho orgullo, pero nunca van a poder decir que soy incongruente ni ratero, lo que desencadenó aplausos.
Temprano empezó el recorrido en el municipio de Emiliano Zapata. Ante un zócalo atiborrado predominantemente por perredistas que portaban playeras o banderines para apoyar a algún aspirante a legislador –como Catalina Ríos Núñez y Fidel Demédecis, identificados con la corriente Nueva Izquierda–, se comprometió a que de concretarse el triunfo de un gobierno democrático (cuidadoso de no mencionar las elecciones del próximo primero de julio) atenderá a los 7 millones de jóvenes que no tienen posibilidades de estudio ni de trabajo, y a encabezar un gobierno juarista, austero..
En cada uno de sus mítines –además de Emiliano Zapata, Temixco, Xochitepec y Puente de Ixtla– compartió un sueño: imaginen qué extraordinario sería contarle a nuestros hijos, nietos, bisnietos, que se estaba destruyendo el país, que cada quien hizo lo que le correspondía y entre todos salvamos a México.
En estadios deportivos de Xochitepec y Puente de Ixtla recibió dos limpias. En el primero, del grupo Quetzalcóatl, originario de Alpuyeca, “para ahuyentar malas vibras, negatividades que no le permiten seguir adelante”, y en el segundo, de integrantes del consejo de pueblos morelenses. Esta gira se ha distinguido porque en los primeros dos mítines estuvieron sobre todo perredistas, y en los últimos petistas.
De entre esos grupos surgieron algunos gritos contra Graco Ramírez. ¡Traidor!, le espetó una persona en Emiliano Zapata, mientras en Temixco otro sostuvo: debería darte vergüenza, Graco, por tu culpa estamos así en Morelos, lo que el aspirante a gobernador desdeñó aventando la mano derecha hacia atrás.
En la carretera de Morelos se observaron espectaculares de Movimiento Ciudadano dando la bienvenida a López Obrador, quien en sus discursos llamó a no ver a militantes priístas y panistas como enemigos. Nuestros adversarios están arriba, no abajo, indicó.


Lo anterior quedó de manifiesto cuando en Puente de Ixtla un hombre mayor de edad fue designado para entregarle parte de los reconocimientos. Ese es panista... es volteado, hijo de su pinche madre, gritó un asistente al mitin. Respeto, pidió la maestra de ceremonia: antes era panista y ahora es lopezobradorista, explicó antes de que López Obrador dijera al inconforme: mírame, y le dio un abrazo al aludido.

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