lunes, 3 de octubre de 2011

Ser mexicano, ¡qué asco! ... Álvaro Cueva


El pozo de los deseos reprimidos

Hoy a las 22:00 se estrena “Terra Nova” por Fox y si usted no la ve, estará cometiendo un error.

Igual, a la misma hora, pero por Canal 5, llegará a la televisión abierta nacional la temporada uno de la serie “Los héroes del norte”, ésa de la que ya habíamos hablado cuando se transmitió por Bandamax.

Después le escribiré de esto y de un montón de cosas. Hoy quisiera hacer una pausa en el camino para que, juntos, pongamos una queja sobre lo que está sucediendo en la televisión abierta nacional.

Y no, no me refiero a lo obvio, me refiero a dos situaciones muy concretas que me duelen hasta el tuétano porque soy mexicano, porque vivo en México y porque amo a mi país.

No puedo creer que muchos de nuestros más grandes talentos como Rebecca de Alba, Javier Poza, Martha Debayle, Aquiles Chávez, Horacio Villalobos, José Ramón Castillo y Julio Bracho, por mencionar sólo unos cuantos, se tengan que poner a trabajar en cadenas internacionales para recibir una oportunidad laboral.

Y por oportunidad laboral no sólo me refiero al dinero, me refiero a la oportunidad de trabajar de una manera más libre, más creativa, con mayor proyección, con mayor categoría.

Salvo participaciones muy concretas como las que algunas de estas personalidades alcanzan a hacer en señales como las de Once TV México, Telefórmula, Proyecto 40 y el Canal 52MX, cuando les toca trabajar para las grandes cadenas mexicanas tienen que hacer puras cosas patéticas.

Es como si aquí se partiera de la idea de que el público es estúpido, de que no merece contenidos de calidad, de que sólo se le puede tratar a base de albures, de chismes del corazón, de comediantes de mala muerte y de estímulos baratos.

¿Por qué le estoy escribiendo esto? Porque ya no puedo más. Aunque siempre he pensado que el talento no tiene nacionalidad, me duele ver que las pantallas mexicanas están plagadas de gente de mil y un lugares menos de aquí.

Y me duele porque si los mexicanos fuéramos malos, si los mexicanos fuéramos flojos, si los mexicanos fuéramos tontos, si los mexicanos fuéramos feos y si los mexicanos fuéramos la mitad de todas las cosas monstruosas que los productores dicen para justificar su mediocridad, no estaríamos triunfando en las cadenas internacionales.
Martha Debayle conduce "En busca de la nueva diva México"

¿Por qué sí podemos funcionar en las cadenas extranjeras y no en las mexicanas? ¿A usted no se le hace demasiado sospechoso? ¿A usted no se le hace ofensivo?

Y esto no sólo aplica para conductores. ¿Qué me dice de los actores? ¿Qué me dice de los productores? ¿Qué está pasando a nivel macro para que los mexicanos tengamos las puertas cerradas en nuestra propia televisión?

¿Quién le va a dar trabajo a los cientos de miles de egresados mexicanos de las carreras de comunicación, actuación, letras, cine y periodismo?

¿Se van a tener que ir de México para triunfar? ¿Y usted cree que en Miami, en Bogotá o en Buenos Aires los van a recibir con la misma euforia con la que nosotros recibimos a su gente?

Si usted se va para allá, es porque acá ya es alguien. No es casualidad que todos, absolutamente todos los nombres que le acabo de mencionar, antes de ser contratados en el extranjero, ya habían recibido una oportunidad en México, así fuera en áreas tan ajenas a la comunicación como la gastronomía.

La nota con “Mira quién baila 2” (Univisión), “Project runway Latinamerica 2” (Glitz), “En busca de la nueva diva México” (CasaClubTV), “El toque de Aquiles 2” (UTILÍSIMA), “La ruta del cacao Ecuador” (El Gourmet) y “Boys toys” (History Channel), entre muchos otros lanzamientos recientes de los cables y las antenas directas al hogar, no es “ay, mira, qué bonito”, es “ay, mira a dónde se fueron los mexicanos”.

Cualquiera de los conductores de estas emisiones es mil veces mejor que la mayoría de los personajes malignos que están infestando nuestras pantallas. ¡Cualquiera!

Y, curiosamente, todos iniciaron sus carreras en un momento en que la televisión mexicana sí creía en los talentos nacionales, sí creía en la calidad y sí se movía por otras cuestiones.
Julio Bracho conduce "Boys toys" de History Channel.

Esto se está poniendo muy feo y yo no veo ni que mis compañeros de la prensa especializada tengan ganas de denunciar estas irregularidades ni que la sociedad mexicana se sienta medianamente ofendida por este atropello.

Al contrario, es como si ambas instancias estuvieran anestesiadas, como si se hubieran creído el cuento de que cualquier persona de cualquier país es mejor que uno nada más por venir de otra parte.

Es el resultado de la mala educación que nos han dado los medios en los últimos años.

Luche por darle seguimiento a las carreras de las personas que le acabo de mencionar, por reflexionar sobre lo que mira pero, por favor, luche.

No se quede pasmado antes estos abusos. No le siga la corriente a tres o cuatro entidades oscuras. Aquí sí hay talento y usted merece lo mejor.

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