En México
“!>cada quien puede afirmar lo que quiera del presidente”!>, aseguró el panista ante el pleno
Por llamarlo
“!>dictador”!>, el mandatario andino demandó a un diario; tiene que pagar multa millonaria
El presidente Felipe Calderón (izquierda) dialoga con sus homólogos de Ecuador, Rafael Correa; de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y de Chile, Sebastián Piñera, en el contexto de la 21 Cumbre Iberoamericana que se realiza en Asunción, Paraguay!>Foto Ap
Agencias
Periódico La Jornada
Domingo 30 de octubre de 2011, p. 5
Domingo 30 de octubre de 2011, p. 5
Asunción, Paraguay, 29 de octubre. Regular o no los medios de comunicación fue un tema en torno al cual los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Ecuador, Rafael Correa, se expresaron con posturas antagónicas.
Antes de arrancar las sesiones formales de la 21 Cumbre Iberoamericana en la capital paraguaya, el mandatario mexicano declaró que en su país “!>pueden decirse todas las cosas”!>sobre su persona en los medios de comunicación, mientras Correa opinó que
“!>la mala prensa”!>puede afectar la gobernabilidad de los estados.
Según Calderón,
“!>entre el dilema de la libertad usada en exceso, que llega al abuso, y el dilema de la libertad que se restringe para evitar que se llegue al abuso, nosotros hemos optado totalmente por la libertad”!>.
Ante esto, Correa pidió el uso de la palabra al final de su intervención oficial en la cumbre para replicar:
“!>Creo que América Latina debe repudiar con todas sus fuerzas las mentiras (de algunos medios de comunicación)”!>. Hace algunos meses, el jefe de Estado andino demandó a los directivos del diario El Universo por haberlo llamado
“!>dictador”!>en una columna periodística. La sentencia, dictada el mes pasado, obligaría al diario a pagar 40 millones de dólares y, por lo tanto, a declararse en quiebra. El conflicto empezó a ser ventilado en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Calderón abordó el tema ante el pleno:
Más tarde, Correa replicó en una entrevista con la agencia Afp:
“!>Coincido con Rafael Correa en que el abuso de la libertad, sobre todo de la libertad de expresión, lleva a extremos que son exacerbaciones molestas, ofensivas, difamatorias”!>. Luego de explicar a sus homólogos que en México fue derogado el delito de calumnia y que
“!>cada quien puede decir lo que quiera exactamente del presidente”!>, contrastó su postura con la de Correa:
“!>Pero yo creo en la libertad”!>.
Más tarde, Correa replicó en una entrevista con la agencia Afp:
“!>Entre bastidores, todos los presidentes con los que he hablado coinciden en el problema que significa la mala prensa para la gobernabilidad. Lo que pasa es que a veces lo decimos y a veces no”!>. Aclaró de inmediato que se refería a
“!>cierta prensa”!>, sin generalizar.
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