En el Zócalo en el grito
le gritaron “che’culero”.
Cómo no si el FECALero
ofende el sagrado rito
que Hidalgo inició en el sito
de aquel pueblo de Dolores.
Hoy no se oyeron clamores
sino un ciclo de mentadas
que las tiene bien ganadas
Feli-Pillo y de los peores.
Muertos van cincuenta mil,
serán más, ni duda cabe
antes que el sexenio acabe,
y a la población civil
le harán tratamiento hostil
a la que grite y proteste:
vendrá de milicia hueste
a hacerlos un numeral
de daño colateral
sin que al FECAL le moleste.
Las tripas ya gritan de hambre
en el México jodido,
aquel que tiene perdido
su libertad como hombre:
es un número sin nombre
entre cincuenta millones
de hambreados y pobretones.
¿Qué celebran los sin chamba,
o el que ya se fue a la tumba?
solo gritos por lesiones.
Festejo sale sobrando,
el aire hiede a difunto
pudriéndose y descoyunto,
y el olor no tiene cuándo
terminará su nefando
en este México en guerra,
donde el FECAL como fiera
provoca la matazón,
el día que llegó el cabrón
nos cayó la suerte perra.
por lerolico
No hay comentarios:
Publicar un comentario