jueves, 30 de diciembre de 2010

La noche de San Silvestre =Sergio Conde Varela =Abogado

San Silvestre fue Papa, después de una fiera persecución a la Iglesia. Duró en su encargo 23 años y murió un 31 de diciembre del año 355.

Precisamente el día último de cada año, se celebra el paso al nuevo y se le conoce como la noche de San Silvestre.

Este Papa fue famoso porque muy joven ayudó a Timoteo de Antioquia protegiéndolo de una dura persecución por Tarquinio Perpena; éste le dijo a Silvestre que si no adoraba a sus dioses, perdería su vida por la protección a Timoteo. San Silvestre le dijo al amenazante prefecto; “¡Insensato Yerras si piensas ejecutar tus amenazas, porque esta noche, te será arrancada el alma”. Una espina (posiblemente de pescado) se le atravesó esa noche y Tarquino pasó al otro mundo.

También en las Actas documentales, se afirma que el emperador Constantino fue curado de lepra, cuando se le pidió a Silvestre que interviniera por él y después de exigencias como la ayuda que tenía que dar a los pobres, de cambiar por completo su forma de vivir, la lepra milagrosamente desapareció. Constantino le dio la Catedral de San Juan de Letrán.

Pues bien, la noche que transcurre del año 2010 al 2011 es una noche más de San Silvestre.

Ese paso, en los diferentes países se acompaña curiosamente de diversas prácticas.

España: Las personas se reúnen en las plazas de cada localidad y se comen 12 uvas, una por cada mes, para el logro de prosperidad.

Brasil: En este país, se avientan flores al agua para pedir deseos.

Japón: Escuchan las gentes 108 campanadas de un templo budista y después de ello se dirigen al templo para pedir un deseo.

Venezuela: Se entregan unos a otros bollos rellenos, principalmente de mariscos para preservar la amistad durante el año que se inicia.

Italia: Curiosamente se avientan trastos viejos por las ventanas, se comen sendos platos de lentejas y se regalan vestidos rojos a rabiar como fin del año para que el nuevo sea mejor.

Uruguay: Tirar calendarios a las calles y dejar que corra el agua por ellas para que se lleve todo lo malo.

Alemania: Dejar comida en el plato para asegurar abundancia el año próximo.

Portugal: Prender hogueras por doquier para lograr la purificación.

Dinamarca: Al igual que en Italia lanzar platos viejos para demostrar afecto a sus seres queridos.

Escocia: Hacer rodar un barril con fuego y en el domicilio que se tenga, se supone que su propietario, tendrá una vida de prosperidad abundante.

Por lo que toca a los juarenses, chihuahuenses y mexicanos, seguramente que los deseos se unifican en el paso 2010-2011 en pedir al Creador una vida más segura, más estable, con mayores ingresos, pacífica, saludable, sin muertes.

En efecto, el año 2010 para los fronterizos y mexicanos, ha sido devastador. En él se han destruido familias enteras, han caído hombres, mujeres, niños, maestros, periodistas y fotógrafos de prensa, profesionales de la medicina, del derecho, luchadores sociales. Han sido verdaderamente 365 días insoportables, por la falta de programas oficiales, de voluntad política, de resolución apropiada de necesidades públicas. Además de lo anterior, los juarenses no han recibido ni una sola motivación para sus empresas desde el punto de vista fiscal; otros se han pasado definitivamente a vivir al otro lado buscando lo que no les pueden garantizar en nuestro territorio.

Los lectores quizás hayan leído la declaración de un militar ex jefe de la defensa que aseguró que el pandemónium que experimentamos no se acabará en 7 o 10 años y en consecuencia con su dicho borra de raíz toda esperanza que tengamos los hombres y las mujeres del común.

Sin embargo, y a pesar de las catástrofes, nosotros creemos firmemente en la fuerza de las palabras que sostenidas por el pueblo, influyen en las emociones y nos hacen triunfar. Si nuestro grito es de victoria así será. No habrá obstáculo que se le atraviese que no sea vencido. Sí, los juarenses no queremos sino tenemos la obligación de salir adelante y así será, porque así lo creemos y lo sostenemos. Por ello: Feliz 2011.

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