Juárez Chihuahua y el Paso Texas son dos metrópolis que siempre han vivido una frente a la otra. Se han llevado bien. Nunca ha habido entre ellas incompatibilidad de caracteres. Sus habitantes tienen muchos lazos en común: familiares, de negocios, de amistad, de relación humana. En términos de sociología contemporánea, son dos urbes que con el tiempo se han considerado que son dos buenas vecinas.El Diario nos informó en la edición dominical, que El Paso Texas, fue considerada como la ciudad más segura de los Estados Unidos por su menor rango de criminalidad, según CQ Press, lo cual ha impactado de forma estremecedora a su vecina, nuestra querida frontera que es considerada como una de las más violentas del orbe y esto duele y duele de verdad.
Los juarenses recordamos que desde siempre la vida de relación entre Juárez y El Paso era bajo los mejores auspicios. Cientos de personas, turistas muchos de ellos, visitaban nuestra ciudad y en gestos de buena voluntad compraban servicios, gasolina, artesanías y artículos varios y además desde los tiempos de la segunda guerra mundial eran bienvenidos los militares del Fort Bliss que en cantidades importantes hacían que la economía de algunas actividades fueran del todo prósperas.
Lo anterior, es cosa del pasado. La violencia que sufre nuestra querida tierra, ha alejado y con justa razón, a muchos vecinos de allende El Bravo, porque el contraste es manifiesto, por una parte El Paso, la ciudad más segura y por la otra Juárez, la que siempre ha abierto sus brazos a miles de personas, carga con el peso de ser la más violenta, con más de 7000 homicidios en tres años.
Quizás por ese contraste, más de 50 mil juarenses han levantado el vuelo y se han ido a vivir o a pasar al otro lado, por la inseguridad y el miedo que colectivamente se percibe, se siente en las calles y en el corazón de quien lleva en su lema como ciudad de ser El Refugio de la Libertad y Custodia de la República.
Nosotros sabemos que muchos paseños sienten en cuerpo y alma lo que sucede en nuestra tierra. Nos los han dicho y lo lamentan profundamente y al igual que nosotros piensan que es ingrato lo que se hace con Juárez, que no es justo, que no se justifica de ninguna manera y se asombran de que lamentablemente las autoridades no hayan podido por el problema.
Greg Allen, jefe policiaco del El Paso Texas, dijo que la evaluación que se hizo para considerarla como la más segura, fue resultado del arduo trabajo y dedicación de cada empleado de la policía, de la colaboración que tuvo el cuerpo de seguridad con la ciudadanía y con la relación constante y permanente con las oficinas de las diferentes ramas del Ayuntamiento.
Nosotros pensamos que eso que ha sucedido puede ser factor determinante para que a la brevedad, nuestras autoridades busquen y escudriñen los factores de más importancia para que puedan ser imitados a la brevedad por quienes son responsables de responderle al pueblo juarense de su seguridad. Desde luego, que siempre ha existido una apertura para el intercambio con la policía local, lo cual puede ser de enorme beneficio para que la paz vuelva a reinar en nuestro ámbito.
Curiosamente nuestros gobiernos han traído personajes de Colombia, de Italia, de Chile para que digan sus experiencias para lograr la seguridad y sin embargo, no han tenido la percepción de que al lado, está la ciudad que hace tiempo se decía que era la segunda más segura y que hoy es la primera, frente a ciudades como Nueva York, Honolulu y las de las islas hawaianas.
Desde luego que hay o habemos muchos juarenses que todavía tenemos esperanzas que las cosas cambien y tendrán que cambiar, y que hacemos la lucha con la batalla de nuestros trabajos de cada día, desde luego volteando para todas partes, sin quitar el dedo del renglón que haremos que los tiempos sean mejores, sin más armas que la buena fe y las palabras de aliento, que en el fondo son buenos instrumentos de persuasión y que al paso de los días tendrán que dar resultados inmejorables y no son sueños guajiros. Al tiempo
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