Miserable, hombre de su Diós... el dinero |
GUADALAJARA, Jal., 28 de octubre (apro).- El cardenal Juan Sandoval Iñiguez negó que viva entre lujos y la opulencia.
Así lo afirma es su columna “La Palabra del Pastor”, que se publicará el próximo 31 de octubre en el periódico El Seminario, órgano informativo de la Arquidiócesis de Guadalajara que encabeza el purpurado.
“Deseo hacer algunas aclaraciones respecto a la casa que habito en Tlaquepaque, porque hay quienes exageran afirmando que se trata de una residencia opulenta, que cuenta con piscina casi olímpica, fauna exótica, cocina internacional, abundante servidumbre y muchas cosas más”, dice el polémico jerarca religioso.
Afirma que la casa en San Pedrito, Tlaquepaque, no es de él, sino de la arquidiócesis de Guadalajara y adquirida en 1915 por el arzobispo Francisco Orozco y Jiménez, pues el gobierno de Venustiano Carranza les arrebató la sede para convertirla en el palacio municipal de Guadalajara.
La finca de Tlaquepaque quedó abandonada durante décadas, hasta que la habitó Juan Jesús Posadas Ocampo y cuando Sandoval fue nombrado arzobispo, aceptó vivir ahí por no haber otra residencia episcopal. “Como la casa es amplia se presta para tener animales doméstico, y en efecto tengo ahí perros de compañía, algunas aves y un pequeño mono araña. Esa es toda mi fauna exótica”, señala.
Explica que la residencia consta sólo de dos cuartos para huéspedes, biblioteca y salón para juntas, cocina y un departamento donde vive. La piscina mide ocho por cinco metros y data de tiempos de Posadas Ocampo. “porqué el nadaba todos los días por prescripción médica; yo casi no la uso”.
E ironiza: “Respecto a la cocina internacional, seguramente se refieren a que las tres religiosas de la congregación Santa Margarita que elaboran los alimentos, una es de Zacatecas, otra de Michoacán y otra de Jalisco”.
Sandoval Iñíguez afirma que no es una cocina refinada, pues desayuna lo que acostumbra la gente del pueblo, mientras que la comida y la cena las hace fuera. Respecto de la servidumbre, dice que solo están las tres religiosas, un conserje y un chofer.
Afirma que nunca ha manejado dinero propio ni ajeno, ni durante 27 años al frente del seminario diocesano, ni en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde había un administrador. En Guadalajara, el obispo auxiliar José Trinidad González es quien lleva las cuentas apoyado por un consejo de sacerdotes y laicos.
“No soy propietario de ninguna mansión, ni de bienes inmuebles, ni cuentas bancarias, ni rentas, ni nada. Eso lo sabe la PGR, que hizo una investigación exhaustiva por todas las ciudades en donde he estado. Vivo únicamente del salario que me corresponde. No manejo chequera ni tarjeta de crédito. Llevó mi dinero en la bolsa y voy gastándolo según mis necesidades”, explica.
Y añade: “A los malintencionados o abiertamente enemigos que calumnian y mienten, finalmente Dios los juzgará, pues hay un octavo mandamiento que dice: no levantarás falsos testimonios ni mentiras”.
Arquidiócesis lamenta desdén de la ALDF
Por otra parte, la arquidiócesis de Guadalajara lamentó que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) haya desdeñado la solicitud de legisladores panistas para crear una comisión que investigue si los diputados locales que votaron a favor de las bodas gay recibieron o no sobornos a cambio.
En el editorial de El Semanario, que se publicará el próximo domingo, se afirma que existe la sospecha de que asambleístas del PRD podrían haber recibido entre 200 mil y 800 mil pesos para votar a favor de las bodas gay y las adopciones.
Incluso, señala que la perredista Edith Ruiz Mendicutti acusó públicamente a sus compañeros de aceptar sobornos.
“Pocos han hablado del tema porque se confirmaría lo que otros han dicho sobre el punto. Si algunos no han querido mencionar el asunto es por el control que puede ejercer el jefe de Gobierno sobre sus coterráneos. Ojalá que la investigación continúe. Si no se ha tenido temor en investigar a purpurados, tampoco debe haber temor por averiguar más sobre el caso”, señala el texto.
Y recuerda que Obdulio Ávila, presidente del PAN en el Distrito Federal, presentó una denuncia contra los diputados perredistas ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, por “cohecho, soborno y corrupción”.
Respecto del juicio por daño moral que el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, interpuso contra Sandoval Iñiguez, explica que no es competencia de juzgados del Distrito Federal conocer el asunto, pues el cardenal tiene su domicilio en Guadalajara. “La SCJN debería resolver que ninguno de los dos juzgados (ni el de Jalisco ni el de la ciudad de México) tendría competencia, por lo que el asunto debería sobreseerse por no estar debidamente fundado ni motivado”.
“Pero esto será difícil para la SCJN roque siempre ha fallado a favor de Ebrard”, y pone como ejemplos el tema del aborto, las bodas gay y adopciones, “a pesar que la gran mayoría de los mexicanos está en contra de los mismos”.
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