Salinas y sus nuevos cómplices |
Álvaro Delgado
MÉXICO, D.F., 12 de octubre (apro).- Carlos Salinas llegó relajado al acto que el Instituto Federal Electoral (IFE) le dispuso para su reaparición pública en México, en la que manifestó su anhelo de que en 2012 se materialice otra vez la alternancia en la Presidencia de la República, cuando una pregunta le endureció el rostro.
“¿Se sigue sintiendo repudiado?”, le lanzó un reportero al exjefe del Ejecutivo entre 1988 y 1994 que llegó al Palacio de Minería envuelto en una nube de guardaespaldas del Estado Mayor Presidencial (EMP).
En medio del tumulto, entre micrófonos y cámaras, Salinas volteó a ver al reportero para, con la mirada, transmitirle su disgusto por la pregunta, pero se guardó la respuesta y enfiló hacia un privado del edificio donde hoy el IFE lo reconoció como su creador, hace dos décadas.
“La creación del IFE fue la respuesta a la elección en México de 1988”, dijo Salinas al participar en el panel La democracia del siglo XXI en América Latina, junto a Dante Caputo, excanciller argentino, y el economista venezolano Teodoro Petkoff, y enseguida dio el contexto de la fundación del órgano electoral, bajo el control de su gobierno.
Omiso de las acusaciones de fraude electoral que lo beneficiaron, Salinas sólo reconoció que la de 1988 fue “la elección más competida del ciclo de partido prácticamente único en nuestro país”, y “la falta de aceptación del resultado de esa elección, por una parte muy respetable del electorado, se combinó, hay que recordarlo, con un malestar social derivado de la crisis financiera de finales del 87, una abrupta devaluación entonces, aumentos desmedidos de los precios de bienes públicos”.
Junto con el IFE, expuso Salinas, se creó el Tribunal Electoral y se hicieron reformas económicas como las que impulsó Michael Gorbachov en la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). “Podríamos parafrasear y decir que, además de Perestroika, parece que hubo Glasnot”, se ufanó.
Primer participante en la mesa, que concitó el interés de funcionarios del IFE e invitados, entre los que se encontraba su hijo Emiliano, custodiado por el senador priista Alejandro Moreno Cárdenas, Salinas atribuyó el cambio democrático al Partido Revolucionario Institucional (PRI), como lo ejemplifica la creación del IFE.
“No era necesario que el PRI perdiera para mostrar el avance en la democracia”, dijo y recordó que en la elección de 1994 ganó con un IFE ciudadanizado, que la reforma de 1996 sólo formalizó. “Es, hasta ahora, la única reforma de esa dimensión que ha logrado el voto de los tres grandes partidos.”
Y enseguida manifestó su deseo de que, en las elecciones de 2012, se produzca la alternancia, como en el 2000, cuando el PRI fue sustituido por el Partido Acción Nacional (PAN):
“La alternancia llegó para quedarse, pero si la alternancia es la prueba de la democracia, más que sus instituciones, bienvenida la alternancia para el 2012, aunque esa elección todavía está muy lejos. Hay mucho trabajo por hacer y enormes retos que exigen atención diaria para satisfacer la exigencia ciudadana”, acotó.
Se debe fortalecer el IFE, insistió, hasta que se acaten los resultados electorales: “Los contendientes necesitan aceptar estos resultados institucionales, todavía siguen las disputas que no se basan en hechos objetivos sino en percepciones de los contendientes coloreadas por sus preferencias.”
En su participación, Salinas elogió a los políticos que impulsaron la democracia: Dentro del PRI, nombró al fallecido José Luis Lamadrid; en el PAN, a Carlos Castillo Peraza y Diego Fernández de Cevallos, “quien deseo que pronto pueda reunirse con su familia y sus amigos y regrese al debate político en el que tanta falta hace”, y desde el PRD, “mediante los diálogos con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y otros miembros distinguidos de su partido”.
En sus intervenciones, y a preguntas específicas y provocadoras de la moderadora, la periodista chilena Mónica González, Salinas de Gortari fue esquivo, como en la autocrítica a su gobierno y aspectos como la corrupción.
--Yo quisiera, Carlos, que de verdad, haciendo un análisis de su gobierno y de lo que ha sido la memoria histórica de este país, ¿cuál cree usted que es la única autocrítica, la suya, que no ha hecho públicamente aún?
--Yo creo que no nos alcanzaría el tiempo. Tendría yo que abusar del tiempo de todos ustedes, para poder darle la lista de todo.
--Créame que lo tenemos.
--Encantado entonces.
Pero Salinas sólo consideró autocrítica no haber institucionalizado el Pronasol, su programa social de carácter electorero. “Sí, en el aspecto de autogobierno, en el aspecto republicano de la democracia sin lugar a dudas nos quedamos muy cortos en cuanto a la institucionalización de ese aspecto”.
Sobre la corrupción, Salinas se pronunció por la movilización y organización social, de manera específica ante la inseguridad, y dijo que apenas se enteró que en Ciudad Juárez, Chihuahua, los cárteles de las drogas contratan a jóvenes por 500 pesos por cada rival que ejecuten.
“Y lo que se sabe es que muchos de estos jóvenes que están dispuestos a aceptar el encargo lo hacen porque necesitan ese recurso para llevarlo al hogar familiar y lo que están esperando es que exista la oportunidad de que no sea el origen del cártel el que les permita tener el ingreso que pueda satisfacer la necesidad familiar.”
--¿Y la corrupción de la policía cómo la enfrentarías?
--Es fundamental la movilización social. ¿Cómo vas a poder enfrentar la corrupción de un policía que, en promedio, en las áreas municipales hay alrededor de 2 mil corporaciones municipales en el país que tienen como promedio de ingreso alrededor de 2 mil pesos mensuales y no pasan de educación primaria la mayoría de ellos, y todavía quiere exigírseles que tengan una respuesta al reclamo ciudadano de la comunidad frente al embate multimillonario que ejercen los cárteles de la droga?
--Aquí hay varias preguntas. Dicen: ¿Quiere o va regresar a Los Pinos en el 2012? Pareciera que quiere.
--Eso que se lo pregunten a los que aspiran.
Ante otras preguntas de jóvenes, Salinas ofreció responderlas vía correo electrónico: “Seré veraz, seré autocrítico, pero sobre todo me gustará conocer la respuesta de ustedes a mi propia respuesta”.
--Yo me quedé esperando la respuesta suya a la autocrítica –le recordó la moderadora--. No me la dio, espero que algún día me la dé.
--Se la voy a dar hoy en la tarde en que le voy a mandar un libro de mil 400 cuartillas, que es una primera autocrítica a mi responsabilidad como presidente de México.
Ahí concluyó la reaparición de Salinas en México. Luego, amable, saludó a Leonardo Valdés, presidente del IFE, y se aproximó a los fotógrafos para posar juntos.
--¿Regresará el PRI en 2012? –le alcanzó a preguntar un reportero.
--Falta mucho. Hay mucho por hacer.
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