Los muertos en la ciudad alcanzando todos los días cifras de dos dígitos, los delincuentes apoderándose de mayores espacios públicos y los ciudadanos obligados a privatizar las calles, pero eso sí, la prioridad de la administración federal es que todos puedan agitar su fervor patrio.
Como si la burla no fuera suficiente con ese inservible despliegue militar, la carta que contiene el mensaje presidencial que acompaña a cada una de las banderas entregadas es una verdadera afrenta para quienes, como ocurre en Juárez desde hace ya casi tres años, sobreviven apenas ante la barbarie criminal.
Dice el recado del Presidente Felipe Calderón que el color verde de la bandera significa “la esperanza de un México mejor”, el blanco “la paz que hemos conquistado” y el rojo “la sangre derramada por nuestros antepasados”.
¿Quién puede hablar de esperanza y de paz en medio de ese inmenso charco de sangre que nada más en Juárez han dejado más de 8 mil víctimas directas e indirectas de esa guerra entre criminales que lejos de cesar se prevé –por el propio Gobierno– crezca exponencialmente?
Lamentablemente el rojo de la sangre derramada en todo el país (más de 28 mil muertos vinculados al pleito entre cárteles y al esfuerzo gubernamental por contenerlos en lo que va del sexenio) no es mero episodio histórico, es una realidad que choca con cualquier estrategia patriotera oficial que pretenda generar un júbilo tan artificial como infame.
TRANSICIÓN ATORADA. La fricción al interior del Ayuntamiento por revanchismo político y lucha de poder pegó justamente en el área más sensible de la administración, la de seguridad pública.
Resulta que es la Secretaría de Seguridad Pública Municipal donde traen más rezago en cuanto a la entrega-recepción, luego de que el primer intento de acercamiento la semana pasada terminó en un bochornoso episodio.
El regidor priísta Arturo Domínguez Esquivel, nombrado por el alcalde electo Héctor ‘Teto’ Murguía para recibir la dependencia generó el desencuentro al presentarse sin cita ni aviso previo al despacho del general encargado de la policía municipal, exigiendo que se le instalara para empezar el proceso de transición.
El edil conocido como “El Borrego” llegó para decir que le tuvieran todo listo, que le mostraran todos los archivos y le indicaran dónde se ubicaba cada una de las principales oficinas.
Domínguez ha hecho mancuerna con Polo Canizales en el Ayuntamiento, donde pidió que el alcalde Reyes Ferriz renunciara “para que nos deje trabajar” y hasta barrió con la regidora Hilda Castillo de quien dijo sentía vergüenza que lo representara como secretaria general del Comité Municipal del PRI.
Cuentan que el general Víctor Gutiérrez Rosas tampoco se anduvo con medias tintas ante las maneras y modales del edil famoso por utilizar un lenguaje florido en las sesiones del Ayuntamiento y lo mandó prácticamente por un tubo.
Así que no hubo diálogo sino mera discusión, Domínguez no pasó del lobby allá por la Estación Babícora y al final el general retirado que llegó “prestado” por la Policía Federal le dijo que regresara otro día porque no lo podía atender.
MANDA EQUIPO. El regidor ya no regresó a la Estación Babícora aunque se supo que apenas ayer volvieron algunas personas en su nombre, que fueron atendidas por un responsable de la entrega designado por el general Gutiérrez Rosas.
¿De quién será avanzada Arturo Domínguez en Seguridad Pública? ¿Tendrá el alcalde electo alguna sorpresa para ese cargo?
Por lo pronto el cambio de poderes en esa delicada área de la administración municipal empezó con el pie izquierdo.
TIBIA POSICIÓN. Quien ayer debió salir a fijar posición ante el affaire que involucra a los regidores y al alcalde de su partido, fue el presidente del Comité Municipal, el diputado saliente Antonio Andreu.
Sin embargo su postura por medio de un comunicado de prensa fue de lo más tibia y apenas alcanzó a decir que “Por fortuna, nuestros principios básicos prevén las más difíciles situaciones y nuestra organización política, aunque guarda la flexibilidad apropiada para que todos nos podamos expresar con libertad y dignidad, también establece rutas para la construcción de acuerdos, y en esta ruta nos encontramos ahora”.
A nadie metió en cintura y sólo manifestó su deseo de que los integrantes del Ayuntamiento, incluido el alcalde “puedan llegar a un diálogo constructivo y en búsqueda del beneficio de nuestra sociedad, quienes merecen un gobierno cercano y apegado a la ley”.
PROCESO DIGITALIZADO. A propósito del proceso de entrega-recepción pero al nivel estatal, reportaron desde Chihuahua que el equipo duartista ya recibió cerca de 33 mil documentos en 542 actas, de las diferentes dependencias.
La novedad es que ahora se hace todo de manera digital por lo que se espera que no haya problemas por documentos “traspapelados”
El abogado Mario Trevizo está encabezando la recepción y se supone que sólo en caso de alguna duda, de los formatos digitales y las páginas electrónicas se pasará a la revisión física de las actas.
Ya se supo que la actual legislatura siempre no votará las cuentas de Juárez y de Chihuahua, dejando los acuerdos y los agarrones para los diputados electos que estrenarán reconfiguración de poderes antes de que finalice septiembre.
El titular de la Auditoria Superior del Estado, Sérbulo Lerma se justificó con el argumento de que el tiempo se acabó y que el ente fiscalizador ya no tuvo tiempo de hacer las verificaciones en torno a lo que las administraciones respondieron a las distintas observaciones.
Así que además de estrenarse con el caso de la posible inhabilitación de los regidores si el alcalde Reyes Ferriz acude ante el Congreso, la nueva legislatura deberá dar el visto bueno o reprobar a las administraciones de Juárez y de Chihuahua.
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