miércoles, 1 de septiembre de 2010

Casas de ira. Sergio Aguayo Quezada

El sábado 21 de agosto el despacho del alcalde de Jiutepec, Morelos, se llenó con
las voces de los ciudadanos irritados con autoridades protectoras de los
depredadores del medio ambiente.
A Jiutepec lo gobierna el PRD, linda con Cuernavaca y su riqueza ambiental está
siendo devastada. En un acto irregular y con aroma a corrupción, el cabildo
aprobó el 22 de septiembre de 2009 el cambio de uso de suelo de cinco grandes
terrenos. En uno de ellos la normatividad permite construir 47 casas y aprobaron
280 casas sin que exista agua, drenaje o vialidades adecuadas y se encuentra en
una zona que ya se inunda con aguas negras. La constructora inició la edificación
y los vecinos -entre los que me encuentro- se inconformaron, demandaron y
fueron respaldados por medios entre los que destaca la cobertura dada por el
programa radiofónico conducido por Gina Batista y Salvador Valora en Mix FM
de Cuernavaca.
El empresario. El dueño de Casas Tecnourbe, Salvador Aguilera, se contuvo pero
al final se desahogó: "informaremos a las otras constructoras que en Jiutepec los
ricos no quieren que se hagan casas para los pobres".
Es loable construir casas de interés social y en esta década se ha modificado el
paisaje urbano. La sustitución de milpas por unidades es consecuencia de una
política agresiva; en el sexenio de Fox sólo el Instituto del Fondo Nacional de la
Vivienda para Trabajadores entregó más de dos millones de créditos. Algunas
empresas se apegan a los criterios del "nuevo urbanismo" y entregan viviendas
dignas en fraccionamientos bien pensados. La mayoría sólo va por la ganancia
rápida sin importarles la calidad de los materiales, la construcción de tejido
social, la preservación del medio ambiente, los accesos o lo que piensan las
comunidades afectadas. El método es sencillo: con cañonazos en efectivo
"convencen" a autoridades para que cambien el uso del suelo y después logran
que las autoridades reciban las obras irregulares.
El funcionario del gobierno morelense. Hugo Salgado es secretario de Turismo y
coordinador del Gabinete de Desarrollo Económico Sustentable. Ha intervenido
constantemente a favor de Casas Tecnourbe y ese sábado aclaró que estaba ahí
porque el gobierno del panista Marco Antonio Adame "alienta las inversiones".
No explicó por qué apoyaba una construcción en litigio que no es sustentable. En
entrevista vía telefónica el ingeniero Javier Aranda de la Comisión Nacional del
Agua (Conagua) confirmó que, pese a las gestiones municipales, la Conagua no
ha autorizado la extracción de agua. Las 280 casas de Las Canteras carecen de
líquido.

El presidente municipal. Miguel Ángel Rabadán, anfitrión de la reunión, es fiel
intérprete del estilo PRD. Se adorna con grandes conceptos que ignora como
gobernante. En público y en privado, Rabadán reconoce que hubo irregularidades
en el cambio de uso del suelo, pero protege a la empresa negándole por escrito
interés jurídico o legitimidad a los vecinos, insistiendo en que la licencia fue
concedida de acuerdo a derecho y rehusándose a fincar responsabilidades contra
quien autorizara el cambio en el uso de suelo: el presidente municipal interino
Alejandro Cruz.
El candidato ausente. El perredismo de Jiutepec se encuadra en la corriente
Movimiento Democrático Morelense que encabeza el senador Graco Ramírez,
quien está en campaña para la gubernatura de Morelos. Graco también reconoce
que hubo irregularidades en el proceso pero no hace nada por importunar a los
poderosos desarrolladores o por hacer que su grupo respete el ideario perredista.
No respondió a la petición de entrevista.
Jiutepec forma parte del desastre urbanístico nacional documentado por varios
especialistas en la Reunión Nacional de Vivienda (León, Guanajuato, 20 de
agosto de 2010. Las ponencias en www.sergioaguayo.org). Jiutepec es también
otra evidencia del naufragio del PRD. En su Declaración de Principios y en su
Programa de Acción glorifican a los "movimientos ambientales", al "desarrollo
sustentable", a la planeación urbana "integral, incluyente y democrática", a la
"construcción de viviendas y edificios que no dañen el medio ambiente",
etcétera. Nada de eso se cumple en Jiutepec y otros espacios gobernados por el
PRD. En este caso la única esperanza de los vecinos está en el Tribunal de lo
Contencioso Administrativo.
El ejidatario. En los últimos minutos de la reunión del sábado 21 de agosto, tomó
la palabra un representante del ejido Cliserio Alanís e informó que en la Sierra
Montenegro (Área de Protección Natural) invasores profesionales están talando
bosques, lo que los afecta. Pidió el desalojo. El alcalde balbuceó excusas y lo
remitió al gobierno del estado. El campesino se irritó y advirtió: "Los de Cliserio
Alanís somos pacíficos pero ya nos estamos cansando. Si un día de éstos
quemamos esas casas, no digan que no les avisamos".
Materiales sobre urbanismo y comentarios en www.sergioaguayo.org
En la búsqueda de información colaboró Rodrigo Peña González.
www.sergioaguayo.org

No hay comentarios: