Con una gran deuda y una imagen negativa en el colectivo social, pero sobre todo con la pérdida de credibilidad, particularmente en esta frontera, llega hoy el presidente Felipe Calderón Hinojosa a su Cuarto Informe de Gobierno.
Al menos así lo advierten académicos, sociólogos, representantes de la iniciativa privada y legisladores, quienes señalan que a pesar de las tres visitas que realizó este año a la ciudad y la implementación del programa federal “Todos somos Juárez”, la referencia que se tiene de su figura y del actual Gobierno federal no son nada alentadoras.
Y es que tan sólo en el cuarto año de gobierno de Felipe Calderón, del 1 de septiembre de 2009 al 31 de agosto de este año, en Ciudad Juárez y el Valle se cometieron mil homicidios más que en los 12 meses anteriores.
De acuerdo con un seguimiento periodístico con base en los reportes oficiales de la Subprocuraduría de Justicia, de septiembre de 2009 a agosto de 2010 en la región se tienen registrados 3 mil 195 homicidios dolosos, mil ocho casos más que los ocurridos en el tercer año de Gobierno, cuando se contabilizaron 2 mil 187 asesinatos.
Como consecuencia de esta criminalidad, la ciudad enfrenta hoy su peor crisis de seguridad y devastación que ha provocado el éxodo de cerca de 230 mil personas y, en consecuencia, el abandono de casi una cuarta parte de las viviendas, así como el cierre de más de 10 mil 600 negocios de todos los giros y tamaños.
“El presidente llega a su cuarto informe con todas la deudas, al menos en lo que se refiere a Juárez ha sido una ciudad olvidada, lo único que no se ha olvidado es en mandar a las fuerzas federales, llámese Ejército y Policía Federal, que realmente no están sirviendo para resolver el problema por el que están aquí”, afirmó Hernán Ortiz Quintana, vocero de Ciudadanos por una Mejor Administración Pública (Cimap).
Explicó que tan sólo en el combate al narcotráfico, uno de los principales ejes de su gobierno, Juárez es la evidencia del fracaso de la estrategia impulsada no sólo por los niveles de violencia aquí registrados que sólo han dejado “ríos de sangre”, sino porque se ataca de manera general a toda la población.
“Ni qué decir del desarrollo social y económico de la ciudad, cuestiones de salud y de educación, en todos los sentidos Juárez ha quedado completamente marginada por Calderón, porque si algo nos queda claro es que muchas de las políticas que se implementan simplemente se quedan en una promoción mediática que a fin de cuentas no han logrado aterrizar”, sostuvo.
Con esta evaluación coincidió el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Federico Ziga Martínez, quien agregó que la consecuencia lógica a la falta de resultados del presidente es la pérdida de la credibilidad.
“En su cuarto año de gobierno se enfrenta ante una situación muy crítica y de poca credibilidad, así en pocas palabras, porque todo lo que se ha hecho, al menos en Juárez, realmente ha dejado muy pocos resultados y no tenemos ni la menor idea de que las intenciones del señor presidente de la República hayan sido buenas”, dijo el representante empresarial.
Agregó que a pesar de las giras presidenciales que Calderón hizo a la ciudad durante este año de gobierno y de la implementación de programas públicos para el rescate de Juárez, los resultados son reprobatorios porque la situación que vive Juárez simplemente no ha mejorado.
Mientras que el sociólogo investigador de El Colegio de Chihuahua, Carlos Murillo González, señaló que otra prueba de que el gobierno calderonista no va bien, particularmente en Juárez, es el castigo que los electores le dieron a su partido, Acción Nacional, en el pasado proceso comicial para renovar la gubernatura, 67 ayuntamientos y Congreso del Estado, donde prácticamente arrasó el PRI.
“Vivimos en una ciudad que se supone que por lo menos hace unos años era un bastión panista muy importante, en estos cuatro años que hemos tenido de experiencia de Calderón le ha pegado a la sociedad juarense con esta guerra en particular y eso ha debilitado mucho la presencia del PAN que ya de por sí veíamos una especie de caída”, mencionó el también estudioso del fenómeno del abstencionismo.
Aunado al factor político, el investigador agregó que la mejor evaluación del gobierno de Calderón es la que los ciudadanos hacen y reflejan en el estado de ánimo que exhiben a consecuencia de la violencia diaria que aquí se vive.
Agregó que ante los hechos ocurridos aquí y en gran parte del país, el poder que tiene el presidente ha disminuido, pero en vez de cambiar la estrategia se ha “aferrado” a sus ideas y se exhibe como un mandatario autoritario y hasta débil, lo que va en detrimento de la democracia.
Al respecto, el diputado federal Jaime Flores Castañeda expuso que es evidente que el presidente no puede rendir buenas cuentas en su cuarto informe de gobierno, ya que las cosas no han prosperado en ninguna parte del país.
“El presidente llega con muchas deudas, para muestra está la forma en la que estamos viviendo los juarenses y el país entero, porque la violencia y la inseguridad no es privativa de la ciudad, ocurre en varias partes del país y esto es un reflejo de que tenemos muchas cosas mal, todos como mexicanos vemos que la gente no está a gusto, que hay miedo, que hay incertidumbre, no está contenta, varios factores que nos hacen ver que el país está mal”, manifestó.
El legislador priísta atribuyó a esta falta de resultados la ausencia del titular del Poder Ejecutivo federal en la Cámara de Diputados para rendir hoy su informe de gobierno, pues de lo contrario, consideró, enfrentaría a la nación con dignidad.
“Es un día especial y nos daría mucho gusto que se presentara, como debe de ser, sería un cambio dramático, sería una luz de esperanza su presencia, si no lo hace estaríamos viendo a un presidente temeroso, que se esconde, se hace de lado a la problemática que vive el país, es un día significativo, si se presente sería aliento y esperanza, sino se verá como una cobardía”, afirmó.
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