Roberto Garduño, Víctor Ballinas y Alma Muñoz
Periódico La Jornada
Viernes 6 de agosto de 2010, p. 12
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados sostuvo que el presidente Felipe Calderón se encuentra “desesperado y con las manos atadas”, al corroborar que su estrategia de combate al narcotráfico y crimen organizado ha derivado en un rotundo fracaso.
Para el Partido de la Revolución Democrática (PRD) el Ejecutivo federal perdió la oportunidad histórica de llamar a las fuerzas políticas y a la población a un combate eficaz de la delincuencia, porque optó por colaboradores negligentes e incapaces.
En torno a la posibilidad de la legalización de las drogas, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, dijo que es “un tema muy complejo, con una dimensión internacional” y alertó que en tal escenario “siempre existirá el temor de que acercar la droga a los niños acabe generando un efecto, por lo menos de corto plazo, de aumento en el consumo”.
No obstante remarcó que “es importante que este tema se discuta. El presidente Felipe Calderón tiene razón, hay que discutirlo abiertamente, no debe haber temas vedados”, pero insistió en que hay que ser muy cuidadosos “porque sería verdaderamente una tragedia para el país que nuestros niños se enfrentaran a una situación de especial riesgo para su salud y para su futuro”.
En entrevista aparte, Jesús Ortega Martínez dijo que la crítica del Presidente hacia los partidos políticos por no atender su convocatoria para enfrentar la delincuencia organizada no va dirigida a su partido, el de la Revolución Democrática, sino a otros actores políticos, de los cuales –sostuvo– el jefe del Ejecutivo debe dar nombres.
No obstante, señaló que lo dicho por el mandatario es “una declaración no oportuna”, pues consideró que ante la creciente violencia en el país no hay “momento para recriminaciones”, sino para convocar a una “reunión en la que participen todos los partidos políticos para encontrar una respuesta de Estado a un problema que ha rebasado al gobierno”.
En la Cámara de Diputados, César Augusto Santiago (PRI) descalificó el llamado presidencial –a todas las fuerzas políticas– para colaborar en su estrategia de combate a la delincuencia y el narcotráfico.
Incluso ironizó: “Es otra muestra de su terrible incongruencia. No puede estar todos los días convocando al diálogo desde una permanente belicosidad presidencial.
“Ya pasamos de la militarización, ya pasamos del cambio de estrategia que anunció en Ciudad Juárez, y ahora parece que el nuevo cambio de estrategia son los discursos; ver cómo reparte las culpas derivadas de su incapacidad. Esperemos que el último paso no sea que nos convoque a ir a La Villa en una peregrinación el 12 de diciembre. Creo que sería más útil que esas convocatorias que no tienen sentido.”
Para el perredista Arturo Santana Alfaro sí resulta una señal halagüeña el llamado del Ejecutivo federal los religiosos, no obstante se debe involucrar a todos los sectores sociales sin distingo. No solamente los religiosos tiene “información de la delincuencia”, los grandes empresarios, pequeños comerciantes que incluso son presa de la extorsión casi cada mes”, dijo.
Heliodoro Carlos Díaz Escárraga (PRI) lamentó que el Presidente “no tenga el temple suficiente y la madurez para dar consistencia a su estrategia, veo a un titular del Poder Ejecutivo desesperado.”
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