La crisis financiera podría dejar una generación perdida
Desaprovechar este potencial pone en riesgo la estabilidad social
Susana González G.
foto de Marcos Pelaez
Jueves 12 de agosto de 2010, p. 2
El desempleo juvenil en el mundo alcanzó el nivel más alto en la historia al llegar a 81 millones de desocupados, y se corre el riesgo de que la crisis financiera deje como legado una generación perdida de jóvenes excluidos del mercado laboral, quienes han abandonado toda esperanza de trabajar y lograr una vida decente
, advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe que comenzó a ser difundido este 12 de agosto con motivo del Año Internacional de la Juventud.
Sólo entre 2007 y 2009, unos 7.8 millones de jóvenes ingresaron a las filas del desempleo, en contraste con lo que ocurrió durante la década anterior a la crisis, cuando se contabilizaron 191 mil desocupados por año en dicho sector.
La situación tampoco es favorable para quienes cuentan con algún empleo, ya que el organismo reveló que 28 por ciento de los jóvenes trabajadores –equivalente a 152 millones– sobreviven en pobreza extrema y pertenecen a hogares donde cada persona vive con menos de 1.25 dólares diarios.
Además, con la crisis, los trabajadores han sufrido una reducción tanto en salarios como en sus horas laborables con tal de mantener su empleo, pero aun así se ha incrementado la economía informal.
Más afectados que los adultos
En el planeta hay 620 millones de hombres y mujeres económicamente activos que tienen entre 15 y 24 años –90 por ciento concentrado en las economías en desarrollo–, pero han resultado más afectados que los adultos en el desempleo generado por la crisis financiera, a tal grado que la tasa de desocupación juvenil aumentó un punto porcentual en los pasados dos años, el doble que el alza de 0.5 por ciento en la de los adultos.
La investigación de la OIT considera que la tasa actual de desempleo juvenil se ubica en 13 por ciento y pronostica que este año seguirá en ascenso; en cambio, la de los adultos alcanzó un máximo de 4.9 por ciento y ya muestra una leve recuperación.
Considera que la desocupación juvenil comenzará a bajar hasta el año próximo, pero sólo en unas décimas, panorama que implica riesgos sociales y compromete las posibilidades de un empleo a futuro entre este grupo de población, más aún en el caso de las mujeres.
Los jóvenes son el motor del desarrollo económico y desaprovechar su potencial puede menoscabar la estabilidad social
, sentenció el director de la OIT, Juan Somavia, en la presentación del informe Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2010, con el que la ONU anunció el Año Internacional de la Juventud.
Con el desempleo en dicho sector, las sociedades no sólo pierden la inversión que han hecho para educar a las nuevas generaciones, sino que también dejarán de recibir en el futuro contribuciones a sus sistemas de seguridad social y aumentarán sus gastos en diversos servicios para apoyarlos.
El documento analiza el caso de seis países de América Latina –incluido México–; señala que hubo un incremento de 1.7 por ciento en los trabajadores por cuenta propia, mientras aquellos que laboran en negocios familiares aumentaron 3.8 por ciento entre 2008 y 2009, con un ascenso significativo de adolescentes en el sector informal.
En los países en desarrollo, la crisis domina la vida diaria de los pobres. Sus efectos amenazan con exacerbar la escasez de trabajo decente que ya existía entre los jóvenes. El resultado es que la cantidad de jóvenes atrapados en la pobreza laboral ha crecido y que el círculo de ésta persistirá por al menos otra generación
, puntualizó el director de la OIT.
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