viernes, 16 de julio de 2010

En 15 años el erario ha gastado 135 mil millones de dólares por el Fobaproa-IPAB

Se debilitó la calidad de la regulación y la supervisión financiera, concluye análisis


Roberto Garduño y Enrique Méndez

Periódico La Jornada
Viernes 16 de julio de 2010, p. 29
La quiebra de la banca comercial que propició el rescate IPAB-Fobaproa en 1995, así como el deterioro de las instituciones bancarias de desarrollo que se fondean con recursos públicos, y el rampante delito financiero de cuello blanco ha representado en 15 años un costo al erario de 135 mil millones de dólares, equivalente a un billón 755 mil millones de pesos.

En sus Conclusiones al informe del resultado de la fiscalización superior a la cuenta pública 2008, la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados determina que después de la adquisición de Bancomer y Banamex por grupos financieros extranjeros se “debilitó la calidad de la regulación y la supervisión financiera.”

La comisión explicó que si bien el régimen de objetivos inflacionarios flexibles (ROIF), denominado Inflation Targeting, exige mayor transparencia y rendición de cuentas en las instituciones financieras, en México “hay más transparencia formal, pero menos transparencia sustantiva”. Asimismo señaló que los escándalos corporativos y los rescates financieros de las tres décadas recientes en México tienen que ver con el gigantismo y la consolidación o fusión de los despachos de auditoría privados que han incursionado en distintos nichos de negocios.

“Esto ha generado conflictos de interés en los grandes despachos en detrimento de la calidad de la auditoría. Esas empresas han sido poco útiles para detectar los excesivos riesgos asumidos por clientes y empresas, sobre todo del sector financiero”, resaltó.

El documento expone que el sector financiero genera información asimétrica, porque aun cuando resulta accesible conocer el estado de los intermediarios financieros y de los órganos de regulación, al estudiarse la información de la CNBV se comprueba que la documentación no cuenta con suficiente historia, pues abarca fechas posteriores a la crisis financiera de 1994-1995.
La comisión resaltó que de 1995 a 2008 las erogaciones para el rescate bancario (programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca), pagadas con recursos presupuestarios, ascendieron a 452 mil 992 millones de pesos.

“Estos recursos del presupuesto público se aplicaron íntegros al pago de intereses reales de la deuda Fobaproa-IPAB, no para amortizar el saldo de la deuda. Los pasivos IPAB a diciembre de 2008 ascendieron a 786 mil 143 millones de pesos, que aunque en términos reales su saldo se ha reducido (y también como proporción del PIB), los flujos anuales son significativos”, detalló

Desde la creación del IPAB en 1999 y hasta 2008 las instituciones de banca múltiple han aportado 60 mil 638 millones de pesos, de los cuales 75 por ciento se destinaron a operaciones de saneamiento financiero y 25 a gastos de administración y operación.

El promedio anual de ingresos obtenidos por el IPAB de las cuotas pagadas por instituciones de banca múltiple de 1999 a 2008 es de 6 mil 63 millones de pesos, equivalente a 16 por ciento del promedio anual de recursos públicos presupuestarios asignados a los programas de apoyo al Ahorro Bancario y Deudores de la Banca, cuyo monto es de 36 mil 759 millones de pesos. Por lo que concluye que esa fuente de repago del rescate bancario es muy limitada.

El balance de la comisión consideró que el sector financiero debería caracterizarse por su capacidad de innovación, situación que es positiva para la economía.

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