Carlos Fernández-Vega
Empresarios metidos a guerreros
El gran capital que opera en México podría ser un caballo de Troya
PRAGMATICO COMO POCOS en el mundo empresarial mexicano, amigo y servidor de priístas y panistas -de perredistas no, porque ninguno ha ocupado la Presidencia de la República-, líder cupular de la iniciativa privada nacional, banquero libre de impuestos y representante autóctono del capital trasnacional, entre otras muchas gracias, Claudio X. González Laporte está decidido a vestir el uniforme militar e ir al frente de batalla -siempre del lado correcto, desde luego- un segundo después de que el guerrero George W. Bush ordene el ataque a Irak.
EN VIA DE MIENTRAS, dedica su tiempo y su esfuerzo a "cabildear" con el gobierno mexicano para que éste obsequie su voto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a la obsesiva causa bélica del presidente estadunidense. Para ello utiliza sus mejores gracias diplomáticas, como la amenaza y la presión de sus poderosos representados, en caso -cada vez más lejano- de que el inquilino de Los Pinos osara inclinarse hacia el lado equivocado.
AYER, EL MOVIDISIMO y nacionalista Claudio X. una vez más mostró los dientes de oro: "El sector privado cierra la pinza sobre el presidente Vicente Fox para que México apoye a Estados Unidos en el Consejo de Seguridad. Claudio X. González, presidente de Kimberly Clark, señaló que miembros del poderoso Consejo Mexicano de Hombres de Negocios apoyan el voto a favor de Washington y advirtió que trasnacionales como General Electric, Uniliver y la propia Kimberly Clark estarían muy decepcionadas si México vota en contra. González Laporte señaló que 200 años de principios en política exterior no le han servido de nada a México porque los principios no se comen ni generan empleos" (La Jornada, David Zúñiga).
OBVIO ES QUE LOS "principios" que el citado empresario defiende tampoco le han servido de nada al país, ni han generado empleos, ni mucho menos de ellos han comido los mexicanos, pero hay que agradecerle al pragmático Claudio X. González -por si alguien tuviera dudas- que nos abra los ojos para conocer hacia dónde se mueve el gran capital que opera en México.
EL PRAGMATISMO DE ESTE personaje, cabeza visible de la trasnacional Kimberly Clark de México desde hace ya varias décadas, el pragmatismo de este personaje lo ha llevado a ocupar la presidencia del pomposo Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), la estructura empresarial que agrupa a la elite de élites de los ricos mexicanos (los de abolengo y los surgidos de la renovación moral y la modernidad), así como en la posición más elevada del Consejo Coordinador Empresarial, aglutinante de las principales organizaciones de la iniciativa privada nacional (industriales, comerciantes, banqueros, bolsistas, etc.)
CON LA LLEGADA DE Carlos Salinas de Gortari al poder, Claudio X. González fue nombrado "asesor para asuntos empresariales" del mismísimo presidente de la República, cargo que ocupó durante todo el sexenio.
A LO LARGO DE SU carrera empresarial, Claudio X. González Laporte ha compartido intereses económicos, políticos y empresariales con otros destacados hombres de negocios, entre los que se puede mencionar a Miguel Alemán Velasco (Televisa y actual gobernador de Veracruz), Crescencio Ballesteros Ibarra (Grupo Mexicano de Desarrollo), Enrique Robinson Bours (Bachoco), Agustín F. Legorreta Chauvet (Banamex antes de la expropiación), Isidro López del Bosque (Grupo Islo), Antonio Madero Bracho (Corporación San Luis), Eloy S. Vallina (Grupo Chihuahua), Jorge Larrea Ortega (Nacobre), Rolando Vega Iñiguez (Banca Confia antes de la expropiación de 1982 y Seguros Atlas), Juan Sánchez Navarro (Grupo Modelo), Enrique Rojas Guadarrama (Transportación Marítima Mexicana), Prudencio López Martínez (Banamex), Antonio Ruiz Galindo, José Mendoza Fernández (Bufete Industrial), Rómulo O'Farril Jr. (Televisa, Novedades), Eugenio Garza Lagüera (Visa, Femsa, Bancomer) y Carlos Slim Helú (Telmex, Inbursa)
SI, EFECTIVAMENTE, EL interés guerrero de Claudio X. González resume la posición del gran capital que opera en el país, México deberá cambiar la estrategia de seguridad nacional, toda vez que no requerirá estar alerta ante eventuales ataques externos, sino del caballo de Troya empresarial.
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