lunes, 3 de mayo de 2010

Astillero


Manojo de improvisaciones
Tec, Nuevo Laredo, ABC
Mentiras mal armadas
ProÁrbol, ProCorrupción
Julio Hernández López


La PGR no fue capaz ni siquiera de organizar técnicamente bien una conferencia que más que de prensa acabó siendo de vergüenza, según eso para dar a conocer avances en la investigación del doble asesinato de estudiantes del Tec en Monterrey. El mal ensayo de las peores películas de humor involuntario se dio la tarde de este sábado con un vocero, Ricardo Nájera, convertido en inolvidable conductor de una ridícula sesión presuntamente explicativa que acabó dejando no solamente más dudas, sino la terrible certeza de que esta administración federal es un manojo de improvisaciones, errores, ineptitudes y pleitos internos que le impiden –aunque lo quisiera, cosa de por sí bastante discutible– investigar profesionalmente los asuntos criminales que tanto abundan y presentar resultados que sean creíbles.

A fin de cuentas, la PGR –o las fuerzas armadoras de esa conferencia carente de ensamble– ni siquiera tenía novedad alguna qué informar, sólo vaguedades amparadas gráficamente durante la tragicómica sesión con una toma borrosa e inservible que se mantenía en amplificada exposición mientras el vocero Nájera batallaba al micrófono con enredos técnicos e intentaba hilar historias de exoneraciones militares que sólo tuvieron respaldo en la palabrería desguanzada del funcionario que fue habilitado para presentar lo que en alguna oficina civil o militar fue editado y mal acomodado a última hora. ¿Y de los asesinados? ¡Ah, que bien a bien no se sabe nada, que uno de ellos habría sido muerto por esquirlas de granadas que no usa el Ejército, pero que aún así todavía no hay nada firme ni seguro más allá de que se seguirá investigando y a ver qué sale más delante!

El asomo informativo al expediente del Tec de Monterrey formó parte de un paquete de fin de semana que incluyó dos actos relacionados con la mortalidad infantil desatada a lo largo del trienio felipista. Por su lado, el procurador de justicia militar presentó un dictamen técnico exculpatorio para decir que la muerte de dos niños en Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue causada por sicarios que famosos se están haciendo por tener tal puntería que sólo ellos le pegan a civiles cuando se da algún supuesto fuego cruzado. El problema mayor, en este caso, es que la madre de los pequeños asesinados asegura que no hubo balacera ni enfrentamiento alguno y que quienes agredieron a su familia y mataron a los infantes fueron, inequívocamente, soldados. Lo cierto es que no hay ni siquiera punto de contacto entre las versiones en pugna: el procurador militar narra una historia completa de enfrentamientos intensos mientras la madre cita solamente una inexplicable agresión directa en un retén, sin causa alguna ni sicarios por algún lado.

En esa feria de explicaciones oficiales sin credibilidad se inscribió la entrevista ofrecida por Calderón a un grupo selecto de padres de niños muertos en la guardería sonorense ABC. A punto de cumplirse 11 meses de esa desgracia, que en lo sustancial sigue impune, sobre todo en cuanto a la libertad intocada de los concesionarios emparentados con las familias poderosas de aquella entidad y de Los Pinos, el licenciado FC tuvo a bien abrir las puertas de esa fiestera casa a la que han concurrido, sin tanta espera ni maniobras divisorias, lo mismo el cantante y compositor Sabina que los futbolistas de la selección nacional que acaban de compartir con el panista michoacano el pan y la sal, materia ésta de superstición perdedora que tan demostradamente ha asociado Calderón con sus visitantes y allegados.

Tec, Nuevo Laredo y ABC... si así es como las autoridades federales investigan y arriban a conclusiones, son de entenderse los momentos cumbre de la mentira y la manipulación a que se ha llegado en la actual administración, de la gastritis mal atendida a los pandilleros juarenses en ajuste de cuentas, de las producciones francesas de García Luna a los casos de la secuestradora Jacinta Marcial y sus compañeras recientemente liberadas, del atenquense Ignacio del Valle al ataque a la caravana de paz en San Juan Copala (que ya fue atraído por la PGR). ¡Gracias PGR, procuraduría de justicia militar, Los Pinos y demás aparato burocrático federal que con sus malhadadas conferencias de prensa y actos de falsa contrición nos permiten confirmar lo que ya sabíamos, pero temíamos que nunca se nos mostraría de manera tan cruda y, al mismo tiempo, trágica!

En ese festival de inocencias autoasignadas, el licenciado Calderón decía ayer a los participantes en el diálogo climático de Petersberg, en Alemania, que acá en México tenemos un programa de reforestación bien chido que se llama ProÁrbol y que muy bien les haría a otros países aprovechar esas experiencias tan positivas (si ya salvamos al mundo de la luego denominada A/H1N1, ahora nos toca salvarlo del desastre ecológico). Desmemoriado, el Elliot Ness mexicano olvidó que el tal ProÁrbol es un monumento a la ineficacia y la corrupción, y que al igual que otros programas federales de ayuda a la producción, el desarrollo y el medio ambiente, los resultados son más para ocultarlos y llorar de vergüenza que para presumirlos. Pero así andan los ánimos exculpatorios en la reseca pradera felipilla.

Astillas

En el arranque del mes, trabajadores mexicanos no controlados por las centrales priístas asociadas al calderonismo expresaron fuerte rechazo a la política laboral y social en curso, con dedicatorias especiales al propio jefe formal del gobierno y a su principal operador represivo, el secretario Javier Lozano. En varias ciudades de Estados Unidos, el Día del Trabajo sirvió para dar escaparate a las protestas de latinoamericanos por las reformas legales que en Arizona permiten acciones policiacas directas a partir del aspecto de quienes les parezcan sospechosos de ser indocumentados... Y, en tanto Gabino Cué ha arrancado campaña en Oaxaca, con todo el apoyo de Los Pinos, ¡hasta mañana, viendo que en Nueva York aparecen de nuevo los ingredientes del miedo y la cerrazón causados por auténticas o fabricadas amenazas terroristas!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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