martes, 2 de febrero de 2010

César Nava y el 4 de julio

A Puerta Cerrada
Marcela Gómez Zalce
2010-02-01•Política
La traición de la derecha y la izquierda
• La pasarela azul…

Hay personas divertidas que no interesan, mi estimado, y personas interesantes que no divierten. Encantador el jaloneo político que continúa en la ruta de las alianzas electorales, que han terminado de contaminar la arena partidista y legislativa. La reforma política enviada por Felipe Calderón ha desencadenado divertidas resistencias por su eterno aliado desde aquella álgida protesta en su Toma de Posesión en diciembre del 2006. El PRI, cuyo camino y leverage político ha estado amarrado de la mano de los intereses de la PANdilla y su gymboree (con minúsculas) no oculta la profunda molestia que le está causando el bullicio electoral de las coaliciones… acaso porque ya estaba dando por sentado que, como Sor Beatriz anunció hace algunas lunas, las lacritas tricolores se alzarían sin problemas con triunfos en varios de los estados donde habrá cita con las urnas este próximo 4 de julio.

El tablero para la victoria priista contemplaba no sólo el atractivo botín obtenido por el asalto en despoblado en materia del engendro fiscal sino el absoluto control que, al parecer, tenían varios de sus gobernadores en los aparatos estatales. Todo figuraba tranquilo en su tablero electorero —a pesar de las profundas diferencias en el interior de su cúpula—, en cuyo marco estaban labrados esos deliciosos pactos con el partido en el poder (del no poder), my friend, cuando comenzó a salir el peine de este (des)gobierno recibiendo los estupendos guiños enviados por protagonistas amarillos.

Guiños, señales y sonrisas que, parajodas de la vida partidista, representan un pragmatismo puro de sobrevivencia política… para tener oxígeno y fichas suficientes y competir contra el bulldozer tricolor en el 2012.

Ese singular tractor que ven con preocupación y ocupación, de tal manera que al mal paso darle prisa electoral. El maravilloso cálculo que orilló a que el hambre se juntara con las ganas de comer entre la PANdilla y las lacras amarillas —quienes acordaron en lo oscurito con poderosos personajes del PRI para ayudar a entronizar a la actual dirigencia en contra de Alejandro Encinas— ha enfurecido al PRI que ha sido traicionado (go figure) por la derecha… y la izquierda.

Chingón.

Sólo que hay un espléndido detalle. Los azules, sin alianzas no (organizan una kermés) ganan un boleto creíble para competir en la final. Desacreditados y con los dientes postizos, gracias a la madriza electoral del pasado 2 de julio, difícilmente podrían venderse frente a un electorado harto de crisis, desastres y tiraderos políticos. Y del PRD, ni hablar. Estigmatizado, fragmentado y confrontado en su interior no tiene un liderazgo que emocione y sume, sino que resta y divide.

Y para jugar en la pista del 2012 es necesario mantener un porcentaje del epicentro estatal en las elecciones del próximo julio. Eso sin la cándida salvedad de que ambas (dos) dirigencias se juegan, literalmente, sus cabezas.

Las cabelleras de Jesús Ortega y César Nava.

El primero ha constatado que no calienta una taza de café mientras los problemas amarillos crecen ante las posturas claras de Andrés Manuel López Obrador sobre las célebres alianzas, entre otras linduras políticas.

Y el buen César, que reacio ha aceptado el severo yugo de Los Pinos donde se tripulan los verdaderos hilos del búnker blanquiazul, se juega este 4 de julio la posibilidad de... su reelección. Movimiento que ya está en el tablero del gymboree (ídem) y en la lupa de los consejeros, pastelito aderezado de un ambiente de molestia nacional.

Sí, mi estimado, César & Co. saben de sobra las derivaciones de la lección sobre la decapitación del pendenciero Germán Martínez… cuya lápida reza para que aprendan a respetar y tomen nota que el líder azul es el eslabón más débil de la cadena (del retrete). Y Felipe sabe que el PAN en el 2011 necesita de, digamos, aires nuevos, una nueva cara y fresca imagen rumbo al 2012… y si además cuenta con algunas victorias electorales gracias al endemoniado beso de las alianzas, so be it.

Luego entonces, se entienden los llamativos movimientos de Calderón & his dumb squad por promover a algunos funcionarios sobre la pasarela mediática (o qué, ¿hay de otra?). Desplazamientos para medirlos. Para evaluarlos frente a la sonriente concurrencia.

Acciones cuya lectura política es para sopesar si son cuadros posibles como candidatos a la Presidencia.

Correcto, my friend, a la presidencia… pero del PAN.

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