Advierten que de no encontrar respuesta realizarán un protesta general que deje sin abasto al país
Alma Muñoz y corresponsales
Periódico La Jornada
Martes 5 de enero de 2010, p. 3
Cientos de transportistas de carga y pasajeros de Puebla, Hidalgo, Veracruz y Nayarit protestaron ayer, principalmente con el bloqueo de vialidades, contra los incrementos en el precio de la gasolina y el diesel, así como en el cobro de peaje en las casetas federales.
Exigieron al presidente Felipe Calderón reconsiderar dichas medidas, por los daños económicos que causan al sector, y advirtieron que de continuar esta problemática convocarán a un paro nacional en el ramo, para tratar de encontrar una solución.
El dirigente de los transportistas, Edmundo Morales, señaló que el paro parcial de actividades que hoy realizaron sirvió para medir el poder de convocatoria que tiene el gremio ante las alzas. Amenazó con un paro nacional que provocará “que las ciudades se queden sin abasto”.
Por siete horas –de las ocho de la mañana a las tres de la tarde–, unos 2 mil transportistas provenientes de los municipios de Ahuazotepec, Puebla, y Tulancingo, Hidalgo, apoyados por 500 integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), cerraron la carretera México-Tuxpan, que comunica a Puebla con Veracruz, Tlaxcala e Hidalgo.
Los bloqueos, que provocaron que cientos de automovilistas y transportistas se quedaran varados, se efectuaron en los tramos carreteros de Tecojotal-Huauchinango, Nexapa, Naupan y en la entrada de la junta auxiliar de Nuevo Necaxa, cerca del municipio de Xicotepec de Juárez, en la Sierra Norte de Puebla.
Sin incidentes
Al mediodía, 100 policías federales se apostaron en los puntos bloqueados por los transportistas, pero hasta el cierre de esta edición no se había reportado ningún incidente entre los uniformados y los manifestantes.
Domingo Aguilar, subsecretario general de la división de Nuevo Necaxa del SME, informó que en las protestas participaron más de 500 electricistas, quienes volvieron a exigir la cancelación del decreto presidencial que extinguió a Luz y Fuerza del Centro, dejando a más de 44 mil trabajadores sin empleo, de los cuales 2 mil viven en la Sierra Norte poblana.
Mientras, transportistas de carga y pasajeros de Hidalgo realizaron diversos bloqueos en la ciudad de Pachuca y la región de Tulancingo, en repudio a los incrementos en la gasolina y el peaje, y acusaron al gobierno de convertir el transporte en “un servicio de lujo”.
Encabezados por el dirigente de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas, Asociación Civil (Amotac), Domingo González, unos 25 inconformes estacionaron sus unidades frente a la delegación estatal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, con cuyo titular, Enrique León de la Barra, buscaban reunirse para manifestarle sus inconformidades.
González Vargas explicó que sólo en 2009 los transportistas sufrieron 17 aumentos en diferentes insumos, incluida la gasolina, y apenas en el inicio de 2010 las autoridades han asestado otro golpe más a su economía.
Aseguró que debido a los incrementos, 150 unidades, de las 750 que aglutinaba la agrupación, tuvieron que salir de circulación, lo que ha provocado la pérdida de igual número de empleos.
En tanto, la Asociación de Transportistas Veracruzanos –que proporciona servicios a más de 4 millones de habitantes del estado– advirtió sobre un eventual paro del sector a escala nacional, ante el constante incremento en precio de la gasolina y diesel, que afecta los costos de producción.
Secundino Reynaga, secretario de la agrupación, estimó que con los nuevos precios del diesel y las gasolinas se incrementaron entre 40 y 45 por ciento los costos de producción, por lo que el aumento de un peso en el precio del pasaje del transporte urbano en Veracruz “no pasa de ser un paliativo que ha sido rebasado por la realidad”.
Representantes de diversos sectores del municipio de Coatzacoalcos lanzaron un “ya basta” a las disposiciones económicas que “en nada ayudan” a superar la crisis financiera, y exigieron al presidente Calderón que recapacite por los daños económicos que los incrementos causarán a los que menos tienen.
En Tepic, Nayarit, permisionarios de autobuses urbanos y combis paralizaron el transporte público durante la mañana de ayer, para demandar a las autoridades que les autoricen un aumento de 50 por ciento en el precio del pasaje.
A las siete horas, choferes estacionaron unas 400 unidades en diferentes avenidas de esa capital para protestar porque “tenemos seis años cobrando lo mismo y los gastos en gasolina y mantenimiento son cada vez mayores”, se quejó Ezequiel Llamas, líder de la Asociación de Transportistas de Nayarit.
Desde la semana pasada, los transportistas locales aumentaron de manera unilateral la tarifa de 4 a 6 pesos en los camiones urbanos, y a 6.50 en las combis, aun cuando el gobernador Ney González anunció que no aceptaría ningún alza en las tarifas.
El representante de los abarroteros en Guanajuato, Ciro Cisneros, aseguró que ciudadanos y propietarios de negocios pequeños están “acaparando” los productos de la canasta básica por temor a que se disparen los precios de los insumos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario