Por un espacio de 11 horas, habitantes del pueblo de Necaxa “liberaron” la caseta de cobro del paraje Tezcapa de la carretera México-Tuxpan para unirse al paro nacional de transportistas anunciado semanas atrás en protesta por el alza en el costo del diesel y como un repudio a la política económica y social emprendida por el gobierno de Felipe Calderón.
Desde las 7:30 de la mañana, trabajadores en resistencia, amas de casa y habitantes del municipio de Juan Galindo se congregaron en la caseta de Tezcapa para “liberarla” de peaje dejando el libre tránsito de automovilistas a quienes les repartían volantes y les pedían cooperación para el movimiento de resistencia.
Paralelamente a los bloqueos de carreteras que realizaron transportistas del municipio de Ahuazotepec, Puebla y de diversas poblaciones del Estado de Hidalgo, los trabajadores en resistencia apoyaron en la virtual “toma de carreteras”. Los obreros de Necaxa se congregaron en la caseta de cobro de Tezcapa, mientras que los trabajadores de Beristain se sumaron al paro a la altura de la desviación que conduce a Puebla y otro contingente ocupó la caseta de San Alejo, a la altura de Tulancingo, Hidalgo.
En las primeros minutos de la movilización, una vez que se había “liberado” Tezcapa por los habitantes de Necaxa, un grupo de granaderos llegó a intentar desalojar a los inconformes, no obstante, al verse rebasados por la cantidad de electricistas se retiraron sin poder hacer nada al respecto.
Durante el transcurso del día llegaron más efectivos de la Policía Federal, no obstante, en la población de Necaxa se estuvo convocando a la movilización y se fueron congregando cada vez más y más vecinos para apoyar la manifestación suscitada en Tezcapa hasta reunirse aproximadamente 600 personas. Hecho que provocó que los elementos de la Policía Federal no pudieran realizar ningún operativo y sólo permanecieran a unos cuantos metros observando la “toma de la caseta” y tomando fotografías a los inconformes.
Cerca de las 14 horas, Miguel Muñoz, del municipio de Ahuazotepec, informó a sus compañeros transportistas que sus líderes nacionales habían ya logrado respuestas a sus demandas respecto del costo del diesel y el peaje. Apenas unos minutos después, un convoy de 9 patrullas de la PF, llegó a la altura de “la desviación” para desbloquear la carretera. Acto seguido los transportistas se “orillaron” al acotamiento facilitando así el tránsito sin mayores incidentes.
El mismo convoy de elementos armados se trasladó a la caseta de Tezcapa para intentar mover a los habitantes de Necaxa que la tenían “liberada”. No obstante, los uniformados de la PF descendieron de tres patrullas, haciendo ruido con escudos y toletes y empezando una formación. Inmediatamente los inconformes que se encontraban dispersos se congregaron en torno a los efectivos lanzando consignas prevaleciendo el ya conocido “aquí se ve, la fuerza del SME”. Una vez más, al verse rebasados en cantidad, los elementos de la PF abordaron las camionetas-patrulla y se alejaron para estacionarse a unos cuantos metros del plantón.
Durante el transcurso del día, el chofer de un camión de la empresa Autotransportes Unión Serrana (AUS), inconforme por el cierre del acceso a Huauchinango, en el entronque cercano al paraje conocido como “La Virgencita”, bloqueó por completo la circulación por un tiempo aproximado de 40 minutos, impidiendo así el paso de los automóviles que se dirigían hacia la caseta con rumbo a la ciudad de México.
Este hecho, generó la irritación de automovilistas que ya formaban una larga hilera y de los electricistas pues algunos los culpaban por dicho bloqueo. Ante la negligencia del chofer para mover su unidad, varios automovilistas irritados dijeron estar dispuestos a prenderle fuego al camión. Unos minutos más tarde, Miguel Montiel, subsecretario del exterior del SME-Necaxa se presentó para pedir que el autobús fuera movido sin que hubiera mayor problema.
La toma de la caseta de Tezcapa duró hasta las 18:30 horas sin mayores incidentes. Los habitantes de Necaxa y trabajadores de Luz y Fuerza en resistencia se alejaron pacíficamente convocados por Miguel Márquez Ríos, subsecretario de divisiones del comité central del SME. Mientras que los elementos de la PF sólo permanecieron a lo lejos observando cómo se dispersaba la movilización.
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