jueves, 26 de noviembre de 2009

Los principios de Ruth Zavaleta



El país ardía, el 1 de septiembre de 2007. La herida de 2006 estaba llena de pus. Ruth Zavaleta, presidenta de la Cámara de Diputados, abandonó el pleno del Congreso y, engallada, se negó a recibir el primer Informe de Felipe Calderón. Dijo: “Comprendan que soy una mujer de convicciones y principios, promotora de procesos electorales democráticos, transparentes, equitativos y de respeto al voto. […] No puedo aceptar recibir un documento de quien proviene de un proceso electoral legalmente concluido, pero cuestionado en su legitimidad por millones de mexicanos”. Su mensaje no fue público porque, recordará, Gobernación lo censuró, provocando la solidaridad de todos los partidos a favor de Zavaleta. A finales de septiembre de 2007, sin embargo, la perredista inició un notable cambio. El día 18 reconoció a Calderón como presidente. El 24 fue la nota: de la mano de Margarita Zavala participó en un evento contra las adicciones. Al mismo tiempo que Zavaleta empezó a mostrarse agresiva contra Andrés Manuel López Obrador, reforzó sus vínculos con el gobierno federal. Hoy es, por decir, uña y carne con Ernesto Cordero, titular de la Sedesol. Pronto, nos dicen, concluirá su cambio de piel: presentó su renuncia al PRD. Si todo marcha como lo ha planeado, se va al gobierno federal en cuerpo y chamba. En sus planes está entregar además el alma: se nos jura, aunque ella lo niega, que aceptó ingresar al PAN. Allá, arriba, la quieren para reforzar el PAN-DF: recordemos que fue delegada. Y en 2011, la candidatura por Guerrero. Rápida transformación, la de Zavaleta. En tres años se compró nuevas convicciones y principios.
A propósito: los principales portales de noticias de México (incluso los internacionales) casi ignoraron ayer el gran evento de Sedesol. En alguna hora del día, alguno subió una nota no muy destacada, con ideas planteadas en este encuentro contra o sobre la pobreza. No pasó a mayores. Hubo empresarios, estuvo el presidente Calderón y se planteó, este evento, como el inicio de una gran acción federal a favor de los que menos tienen. El nombre lo dice todo: Primer Encuentro por un México sin Pobreza, Juntos Podemos Superarla. En los partidos políticos —nos dicen en PRI y PRD— no habrá mucho eco a esta iniciativa. No la ven saludable. Ernesto Cordero es presidenciable y parece que es la apuesta más seria del panismo del sexenio. Lo sintieron como si le hubieran instalado un espectáculo. La frase del Presidente parece buscar que no se interprete así: “Invito […] para que sin divisiones o intereses o cálculos políticos, nos atrevamos a analizar y a decir cuáles son las políticas y las acciones que...”, etcétera. Parece que no pegó.

Apunte final: La Auditoría Superior de la Federación celebrará este viernes el 185 aniversario de la fiscalización en México. Lo encabeza Arturo González de Aragón, quien deja la oficina el 31 de diciembre. Será una especie de predespedida.

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