Acelerar estallidos
Cierre de ventanillas
Pinches traidores
Las manos duras
Julio Hernández López
¿Extrema insensibilidad o provocación programada? Día tras día, el régimen bipartidista dominante produce algo que añade cargadas razones a la exasperación social. Una posibilidad de explicación pasa, desde luego, por los menguados ánimos y habilidades del ocupador del Poder Ejecutivo federal. Ya hasta aquellos columnistas, opinantes y locutores que fueron cómplices de la instalación de un fraudulen- to gobierno de pocas luces van reconociendo (saltando de barco; ahora hacia el peñanietismo facturador) el desastre de su antes defendido Felipe. Pero aun así, a sabiendas de las húmedas y trasnochadas condiciones en que hoy se toman decisiones en las cúpulas, con la evidencia pública de la ínfima talla política de los miembros del gabinete, y de los extravíos y visceralidades asentadas en el principal despacho de Los Pinos, es posible preguntarse si de verdad tanto error proviene de tales insuficiencias dizque gobernantes o forma parte de un esquema de confrontación sistemática que busca acelerar esta- llidos sociales para aplicar de inmediato un plan de emergencias políticas que “justifique” la aplicación de medidas de contención y de represión largamente preparadas.
Ayer, por ejemplo, la Cámara de Diputados aceptó mostrarse como un ente faccioso, incapaz de dar una respuesta procesal satisfactoria a una franja social que ve cerrarse una tras otra las ventanillas de la resolución pacífica de un conflicto que va mucho más allá de lo laboral. Considérese que, así fuera por taimados propósitos de mediatización, los legisladores que controlan San Lázaro pudieron haber dado continuidad al sendero jurídico solicitado por trabajadores electricistas que pedían a esa cámara presentar una controversia constitucional contra el decreto felipista que liquidó Luz y Fuerza del Centro. Pero el aparato pripanista de control legislativo ni siquiera permitió esa posibilidad de esclarecimiento jurídico, clausurando de tal manera las esperanzas de un tratamiento digno al asunto que, al de por sí ofensivo resultado final, añadió el desdén absoluto por el análisis y el debate en tribuna, dejando a la minoría solidaria con los electricistas el penoso cumplimiento del mero desahogo verbal en tribuna, sin opositores ni réplicas, loquitos tirando sermones sin sentido en la montaña del Poder Legislativo que, al estilo del chupacabrismo salinista hoy nuevamente entronizado, ni ve ni oye a los adversarios a los que en todo caso se dejó pasar en pequeña delegación a las tribunas de ese foro legislativo, las que luego, ya su mala suerte decidida, abandonaron mientras lanzaban al pleno acusaciones de entre las que este tecleador cree haber distinguido como pronunciadas con más enjundia e insistencia las de “¡pinches traidores!”.
El Poder Legislativo (una de sus cámaras) no quiso ayudar a que una muy controvertida decisión del Poder Ejecutivo fuera analizada y confirmada o corregida por el Poder Judicial. La falsa división de poderes, por todos tan sabida, sucumbe explícitamente en razón de los pripánicos arreglos mafiosos que en forma muy evidente se han dado en estas semanas para repartir botines y proteger espaldas. Los de tres colores aprobaron un presupuesto de egresos que preserva privilegios operativos de Los Pinos y le mantiene al PAN la esperanza electorera de la manipulación de los programas sociales, mientras ese propio priísmo ya gobernante entrega a sus gobernadores favoritos (inversionistas que recogen dividendos) carteras infladas que, además, podrán ser ejercidas con menos vigilancia que en años anteriores. El PRI también ha negociado que el PAN-gobierno no vaya en alianza con PRD, PT y Convergencia cuando menos en algunos estados clave para el tricolor, como Oaxaca, Puebla y Veracruz (donde el tramposo monito Date/Entrégate, sólo va como convergente utilería redituable que busca ganar, pero no los comicios). Y en esos acuerdos de pirataje en alta mar también se selló el compromiso de que el tema de LFC fuese pasado por alto, sin permitir bajo ninguna circunstancia que prosperara el intento de que San Lázaro presentara la famosa controversia constitucional.
En lugares como Chiapas, donde hay una chispeante administración local alegremente dispuesta a ensayar las ocurrencias de Los Pinos, se vive un escenario similar en cuanto a la acumulación de pifias gubernamentales y el tufo a provocación programada. Con una dosificación clara se han ido sembrando falsas presunciones de que en la entidad se preparan alzamientos armados, lo que ha permitido a las fuerzas públicas atemorizar, “investigar” y reprimir de una manera presuntamente cautelar. El manejo político y mediático del sabinismo “izquierdista” busca provocar para justificar sus acciones presuntamente preventivas; envenenar para explicar las razones por las cuales el brazo de la violencia oficial debe entrar en acción. No se trata, ni en el plano federal ni en algunos estados, de meras deficiencias personales de los ocupantes de esos poderes decadentes, sino de un proceso de incitación que busca adelantar confrontaciones e instalar manos no limpias, esa broma de mal gusto ya quedó atrás, sino duras ¿De qué otra manera se podría siquiera aspirar a cubrir la segunda mitad del sexenio, si no fuera mediante la instauración de más tinieblas y dolores, la guerra ya no contra el narco sino abiertamente contra opositores y críticos?)
Astillas
Así como los hizo para adelantar la supuesta desaparición de tres secretarías ¿Felipe pagará ahora espots para informar que el Senado le negó tal pretensión?... ¡Hurra! El Banco Mundial ha decidido endeudarnos más, ahora con mil 995 mdd que caerán de perlas para el contratismo y los arreglos bajo el agua del único sexenio que a la mitad ya está en el Año de Hidalgo... Y, mientras el embajador de Estados Unidos ofrece, generoso y sin doble intención, capacitar a 400 mil policías estatales y municipales mexicanos, ¡hasta mañana, en esta columna que ve al Legionario Mayor, Álvaro Corcuera, pedir “sincero perdón” a los dañados por ese bando religioso fundado por Marcial Maciel!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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