Pragmatismo, por favor

Editorial de EL UNIVERSAL
Pragmatismo, por favor
28 de septiembre de 2009


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Una de las razones por la que el gobierno federal desea aumentar los impuestos para el próximo año es porque no quiere incrementar el déficit público. Para la ortodoxia económica es preferible sacrificar el crecimiento en pro del balance presupuestal. Una medida que los países más avanzados del mundo no comparten en estos tiempos de crisis.
El déficit público es el financiamiento que cubre la diferencia entre los montos previstos en la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos. Es decir, cuando el gobierno gasta más de lo que obtiene por impuestos, exportaciones y otras ganancias.

Contrario a lo que pasaría con una persona o una empresa, un Estado sí puede darse ese lujo, aunque no por siempre, porque la acumulación de déficit produce inflación e inestabilidad macroeconómica.

La deuda pública, por su parte, está constituida por las obligaciones crediticias y financieras de pago, a cargo del erario, que tiene el Estado derivadas de su financiamiento. Esto ocurre cuando el gobierno busca captar en los mercados nacionales o extranjeros recursos financieros bajo la promesa de futuro pago del préstamo con intereses.

La Secretaría de Hacienda ha calculado como déficit deseable para el próximo año un 0.5% del PIB. Si se incluye la inversión en Pemex, que por ley puede ser de hasta 2.5 del PIB, entonces se llega a un déficit propuesto real de aproximadamente 3%. Poco si se le compara con el 5.9% de Estados Unidos, el 12.1% de Japón o el 8.6% de España.

No podemos confundir déficit con deuda pública. México posee una deuda pública de alrededor del 48% del PIB. Comparativamente no es tan grave. La gran mayoría de las economías de la OCDE rebasa por mucho a México: Japón: 173%, Italia: 113%, Francia: 72%, Estados Unidos: 73%, Canadá: 63%.

¿No será que en México estamos aferrados a una receta conservadora que ya no merece tanto dogma? Menos ideología y más pragmatismo podría ser la propuesta que los diputados impulsen después de discutir el paquete financiero del próximo año.