sábado, 4 de julio de 2009

Vitral. “Dan asco”

Por Javier Solórzano




03 julio 2009



Julio César Márquez es uno de los 48 padres de familia que perdieron a su hijo en la guardería ABC en Hermosillo el 5 de junio. “Me había quedado de ver con mi mujer para ir a comer y luego pasar por Yeye a la guardería. Primero fui a un mandado y de repente me di cuenta de que se estaba quemando algo cerca de donde estaba. Me asusté un poco porque me pareció una zona cercana a la guardería. Me fui para allá y como ya no había manera de pasar me tuve que cruzar los camellones para poder acercarme. Mi mujer me había hablado asustada porque le habían dicho que algo estaba pasando. Cuando ya no pude avanzar dejé el coche donde pude y me fui corriendo a la guardería. Estaba lleno de gente. Lo primero que pude ver fue cómo un joven en una troca trataba de tirar la pared de la guardería.

“Cuando me di cuenta traté de entrar. No me dejaron, y me dijeron que los niños habían sido llevados a casa aledañas. No lo encontré. Me alcanzó mi mujer y nos fuimos para el hospital. Cerca de las 11 de la noche nos dijeron que habían muerto 24 niños y que pasáramos para ver si entre ellos estaba el nuestro. Luego luego lo reconocimos. Al día siguiente lo enterramos.

“Han sido semanas de shock. No sabemos ni qué hacer. Vimos al procurador y nos prometió que se iba a investigar a fondo. ¿Que qué pienso de los políticos y las peleas que se traen entre ellos? La verdad es que dan asco. No les importamos, lo único que les importa son ellos. Soy hombre de fe y creo que tenemos que ayudarnos y rezar para fortalecernos. No sabe cómo nos ha animado la gente y cómo se ha portado bien con nosotros. Pero se lo vuelvo a decir, los políticos dan asco”.

Roberto Zavala tiene 26 años y trabaja en la Ford. Perdió a su primer hijo al mes que nació. Santiago Jesús estaba en la guardería el 5 de junio.

“Cuando me di cuenta del humo y que estaba cerca de la guardería tomé mi auto y me acerqué. Escuché que decían que se estaba incendiando la guardería. No se podía pasar y crucé el camellón con el coche. Cuando ya no se podía avanzar dejé el coche y corrí a la guardería. Había muchos policías armados. Pensé que había sido una balacera. Cuando vi la guardería me di cuenta de lo que había pasado. Me metí como pude. Todo estaba quemado. Ya se habían llevado a los niños a las casas cercanas o a los hospitales. En la noche identificamos a Santiago Jesús en el forense. Se murió de asfixia. El gobierno no ha hecho nada. Todos dicen que desde 2005 tenían el permiso para la guardería. No sé si voy a votar. Le quitaron el color a mi vida, hoy todo es gris. Ya no me importa nada. Cuando veo a los políticos sólo te puedo decir que me causan vergüenza. ¿Cómo es posible que nos gobiernen estos tipos?”.

¡OUUUCH! Desde el lunes, ya sin campañas políticas, no les va a quedar de otra al médico forense y al del “catarrito” que aclarar que el problema de fondo no es sólo la inseguridad y el narco, es también la economía.

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