Perdieron su empleo 538 mil trabajadores del sector formal en sólo cinco meses

Víctor Cardoso

Más de medio millón de mexicanos perdieron su empleo entre octubre de 2008 y febrero de este año a causa de una menor actividad económica provocada por la crisis.

De acuerdo con el reporte de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), divulgados por la Secretaría del Trabajo, en el periodo de cinco meses que lleva declarada la crisis económica en México fueron despedidos del sector formal de la economía un total de 538 mil 68 trabajadores, a razón de 107.6 mil cada mes, en promedio.

Sólo durante febrero pasado, 62 mil 10 trabajadores del sector formal de la economía fueron despedidos como parte de los ajustes de personal adoptados por las empresas para enfrentar la crisis económica, con lo que se llegó ya a casi 2.5 millones de mexicanos que se encuentran en el desempleo abierto.

Estas cifras serían confirmadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el próximo 24 de marzo, cuando presente sus indicadores mensuales sobre ocupación y empleo.

Analistas de los principales grupos financieros que operan en el país consideran que en materia de empleo y actividad económica esto es apenas el comienzo, ya que lo más grave podría presentarse a mediados de año. Es probable que el descenso del número de ocupados en el sector formal se extienda a los próximos trimestres del año, sentenció BBVA Bancomer.

Arriba del tobogán

De acuerdo con las estadísticas de trabajadores asegurados en el IMSS que presenta la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en octubre de 2008 se alcanzó el máximo histórico de asegurados con 14 millones 564 mil 569 trabajadores, cifra que se desplomó en 538 mil 68 para el 28 de febrero pasado, al ubicarse en 14 millones 26 mil 501.

El retroceso fue mayor al esperado por los analistas si se compara de manera anualizada, es decir, febrero de 2008 frente al mismo mes de 2009. Este comparativo arroja una pérdida de 288 mil 817 fuentes laborales perdidas desde los 14 millones 315 mil 318 trabajadores asegurados en el IMSS en febrero del año pasado.
Los analistas de BBVA Bancomer proyectaban una cifra más optimista, en torno de 200 mil plazas menos que un año antes. Desde el punto de vista del grupo financiero, la mayor parte de las plazas perdidas en febrero estarían vinculadas principalmente al sector industrial, aunque también consideraron probable que los servicios hubieran contribuido con una creación neta de empleos positiva.

Sin embargo, las cifras oficiales no son tan halagüeñas dado que, efectivamente, en el mes de referencia hubo creación de 15 mil 409 empleos, pero fueron de carácter eventual y particularmente en el campo, con un total de 10 mil 582 nuevos asegurados. Los restantes 4 mil 827 puestos, también eventuales, fueron creados en las zonas urbanas del país.

Cambio de prioridades

El deterioro en el empleo ha llevado a que los mexicanos comiencen a sentir temor de perder su fuente de ingresos. Un comentario del grupo financiero Santander atribuido a la cadena de tiendas de autoservicio WalMart es indicativo: De acuerdo con WalMart, la mayor preocupación de los consumidores ha cambiado de los precios de la gasolina hacia el temor a perder el empleo y ser capaz de mantenerse al corriente en los pagos de hipotecas y tarjetas de crédito, reportó Santander.

Esto, según el grupo financiero, es parte del impacto del entorno externo, en particular del mal desempeño de la economía estadunidense, en la actividad productiva mexicana y que se ha traducido en caídas significativas en la producción de autos, debilitamiento en el empleo, afectaciones en la actividad financiera, un tipo de cambio del peso frente al dólar más débil de lo previsto, una caída en los gastos de los consumidores y de la inversión de las empresas, así como menores volúmenes de comercio exterior.

Por su parte, la opinión del grupo financiero Ixe va en un sentido similar. En su publicación Notixe comentó que la atención estará centrada en los resultados sobre el empleo, ya que su deterioro se traduce en menor consumo y utilidades corporativas próximas.