el orden financiero como en las perspectivas de la economía de Estados Unidos impactaron adversamente a la economía de México y a sus mercados financieros, por lo cual la expectativa de crecimiento para este año se reduce a un rango de -0.8 a -1.8 por ciento.
En su informe de inflación octubre-diciembre 2008 el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, precisó que la desaceleración económica se acentuó en los últimos meses del año pasado, periodo en el cual también se agudizó el deterioro de los indicadores de confianza y del clima de negocios del mercado doméstico.
“Se estima que en 2008 el PIB medido en pesos constantes haya crecido 1.5 por ciento y se prevé que en 2009 registre una caída de entre 0.8 y 1.8 por ciento; al cierre del año pasado se observó una disminución anual de 37 mil 500 plazas de trabajo en el sector formal, y se estima que al cierre de 2009 este indicador podría presentar descensos anuales de entre 160 mil y 340 mil trabajadores”.
Ortiz precisó que el escenario estimado refleja el debilitamiento de las perspectivas económicas recientes, e incorpora el efecto atenuante que tendrían sobre la actividad económica de México las políticas gubernamentales que buscan estimular la demanda agregada doméstica.
Estimó que a partir del primer trimestre de este año la inflación comenzará a disminuir, para cerrar el año con un índice general anual menor a 4.0 por ciento, resultado de una menor actividad económica mundial en el primer semestre, menores precios internacionales en algunas materias primas, así como el congelamiento de precios domésticos en los combustibles.
Finalmente, indicó que el panorama actual muestra un balance de riesgos mayor del lado de la actividad económica que de la inflación: eventual traspaso de movimientos cambiarios hacia precios al consumidor; alto grado de incertidumbre sobre cotización internacional de materias primas; cotización doméstica de granos contraria al descenso observado en el exterior, así como incertidumbre sobre el precio de los energéticos.
Crisis afecta envíos del exterior
Al cierre de 2008, las remesas que envían los connacionales desde EU a México registraron una caída de 3.6 por ciento respecto al término del año pasado. Es la primera vez que las remesas, la segunda fuente de divisas del país, tienen una caída desde que el banco comenzó a registrarlas en 1995. El gobernador del banco central, Guillermo Ortiz, destacó que con la incorporación de nuevos intermediarios financieros, dedicados al envío de remesas, fue necesario revisar las cifras de este rubro, lo cual reflejó un incremento promedio anual de mil 900 millones de dólares en los tres últimos años, aunque el debilitamiento observado en 2008, por fortuna, no elevó la caída de estos recursos
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