Marcela Gómez Salce: A puerta cerrada

El dominó de la Operación Limpieza
Viernes, 21 Noviembre, 2008
• La frontera de los 100 días
• Desempleo y seguridad nacional

Nueva York, NY.- El próximo nombre del juego, mi estimado, se llama… prevenir. Curiosita la imagen del (des)gobierno de Felipe Calderón que al cuarto para las doce de llegar a su cacareado plazo de 100 días para conocer los simpáticos avances sobre el Acuerdo whatever Nacional para la Seguridad, (I)legalidad y la Justicia, el contexto del panorama nacional se inunda con cifras rojas de ejecutados, se plasma con fuertes exigencias empresariales y se origina un tsunami de preocupación que traspasa fronteras sobre la claudicación y el fracaso del régimen en este trascendente rubro.

Las recientes novedades sobre la peligrosa infiltración del narcotráfico, que alcanzaron la puerta del poderoso despacho del director de la Interpol México y que (desencadenaron sugestivas preocupaciones, perdón, deducciones, internacionales) reafirma un indiscutible hecho en el interior de la presente estructura gubernamental, my friend, no son sino una señal de que de no hacerse los cambios adecuados, el reventón no va a terminar nada bien.

Desde el lanzamiento de la jiribilla ensalivada y mediática de los célebres 100 días, Calderón y su Gymboree no han movido los verdaderos hilos que mueven la cuna doméstica y que apuntan peligrosamente a los mandos medios de la SSPF y a la mismísima PGR del disfuncional Medina Mora que, no lo comente, pero fue el latigazo final para la salida de un importante director editorial de un periódico que reveló el desmadre llamado Operación Limpieza que, con la pena, alcanza el despacho del minúsculo procurador quien, cosas de la vida loca, amable lector, no ha hecho gran cosa para que el ex director de la SIEDO, Noe Mandujano… escupa algunas cositas divertidas sobre los cañonazos de 450 mil dólares mensuales que llegaban puntuales a la institución encargada de combatir… a la organizada delincuencia.

La atractiva cuestión es que en el epicentro de la corrupción y la impunidad que campean desparpajadas faltan, digamos, datos duros que irán derribando las fichas del singular dominó que llegará a ser incontrolable y para colmos en su camino llegará a la ruta inequívoca de la otra crisis… la del desempleo, donde some desperate people will do desperate things.

Aunque para tranquilidad del sonriente respetable y millones de mexicanos tratados como si fueran imbéciles, el secretario del Trabajo (sucio), Javier Lozano Alarcón, con su tabla maravillosa de cálculos (subnormales) ya dijo la verdad absoluta sobre la creación de 870 mil empleos este año omitiendo el muy poco significativo detalle que… ooopppsss… ya van 212 mil despidos, & counting. La espléndida pregunta para masticar este fin de semana sería…

¿Cual es el estratégico plan B de Felipe Calderón para enfrentar los riesgos que amenazarán la seguridad nacional por la volatilidad social que causará el desempleo derivado del minúsculo “catarrito” que agobia al país…?

Porque no le juegue al Tío Lolo, el 2009 está pronosticado como lleno de nubarrones, granizo y vendavales que precederán la llegada de la tormenta perfecta, my friend, que arrastrará a más de uno… que hoy aún se aferra a rescates y ayudas federales. Las señales de lo que sucede en el mundo financiero aunadas a las muy originales declaraciones, ni hablar del atinado timing, del empresario Carlos Slim dando divertidos consejos (¿…me están oyendo inútiles?) sobre qué hacer con la lana de las Afores (lanita marcada como KIA al desplomarse Lehmann Brothers), sumadas al desolador vaticinio sobre la duración de la recesión y la nueva millonaria subasta del BM haciendo esfuerzos desmedidos por nivelar la paridad cambiaria que ayer rondaba el escalofriante techo de los 14 pesos por dólar…

Confirman que en las rutas de las crisis en materia de seguridad, del desempleo y de la economía familiar, my friend, más vale que estos incompetentes, improvisados y pasmados imb…erbes en el poder (del no poder) tengan muy claras sus estrategias preventivas… en lugar de ser reactivos.

Porque, aunque no lo parezca, no habrá tiempo, márgenes cómodos de maniobra y lo peor, my friend… tolerancia para resistir la emocionante adversidad.

¡Adiós!