lunes, 10 de noviembre de 2008

Dinero. Enrique Galván Ochoa

Los negocios detrás del avionazo

■ Téllez: su liga con Learjet

■ ISSSTE: dí no a la Afore

En los últimos 4 meses las acciones del grupo canadiense Bombardier, cuyo trading se realiza en la Bolsa de Valores de Toronto, han perdido buena parte de su valor, no escapó al torbellino financiero mundial. Es el fabricante de los aviones Learjet, como el de la tragedia ocurrida a unos cuantos segundos de vuelo de Los Pinos. Enfrenta diversos problemas: apenas el pasado 19 de septiembre se accidentó otro de sus aviones en Carolina del Sur, murieron 4 personas, registró averías en una llanta, según las primeras investigaciones. En otro plano, rompió con la empresa Grob Aerospace AG –se fue a la quiebra–, que tenía a su cargo el desarrollo de un nuevo Learjet y ha debido asumir su diseño y fabricación. Hace unos días hizo su debut el anunciado, flamante Learjet 85 y sería negativo para Bombardier que ocurrieran uno de estos dos acontecimientos, o ambos: 1) que las víctimas del avionazo de Las Lomas y sus familiares demandaran su indemnización en tribunales de Canadá o Estados Unidos, si el siniestro hubiera ocurrido por alguna falla del avión, y 2) que el suceso entorpeciera sus negocios en México. Esto explicaría la extraña insistencia del secretario de Comunicaciones, Luis Téllez, de liberarla de cualquier responsabilidad.

Un caso penal

De acuerdo con abogados especialistas consultados por esta sección, el avionazo ha sido presentado ante la opinión pública sólo en sus aspectos técnicos, sin embargo, se trata de un caso penal en el que ocurrieron varios delitos –homicidio, lesiones y daño en propiedad ajena–, que sólo una investigación que incluya pruebas fundadas podría demostrar si son imprudenciales. El funcionario a quien la Constitución asigna la responsabilidad de investigar e integrar el expediente respectivo es el procurador general de la República y no el secretario de Comunicaciones. Familiares de las víctimas se han quejado de que el trato que reciben no es parejo y, anticipan que las indemnizaciones podrían no serlo tampoco. Obviamente. ¿Cómo podrían esperar el mismo trato que los familiares del joven favorito de Calderón? Hay indicios de que se quiere cerrar el caso apresuradamente, llegar a un acuerdo extrajudicial con las víctimas, de manera que no llegue a tribunales internacionales. Allá el litigio sería muy largo, muy costoso para el gobierno mexicano, como operador del avión, y para Bombardier, como fabricante, o alguna empresa sustituta que resultara responsable, ya que Téllez en algún momento insinuó que es una estadunidense, no canadiense. Las víctimas, si ganaran el asunto, cobrarían en dólares, no en devaluados pesos. Inclusive, una autoridad independiente al gobierno de México podría llegar a una verdad distinta a la que oficialmente se determine aquí.

Los negocios

El mes de marzo, en entrevista con CNN Expansión, Flavio Díaz Mirón, alto funcionario de la compañía, dijo que “México es el país más importante de América Latina para Bombardier”. Participará en todas las licitaciones que se llevarán a cabo para el transporte masivo de personas con valor superior a 500 millones de dólares. La empresa tiene en la agenda las licitaciones de las líneas de trenes suburbanos y del Metro, así como la expectativa de instalar tranvías en la capital del país. Además, instaló una fábrica de partes para sus Learjets en Querétaro. No se refirió, sin embargo, a las ligas de Bombardier con Carlyle Group. Este fondo de inversiones llegó a México de la mano de dos personajes: Luis Téllez y Joaquín Ávila, un banquero que había dirigido la banca de inversión de Lehman Brothers, la misma que se fue a la quiebra recientemente y al parecer es investigada por el FBI. La familia Bush posee intereses en Carlyle y su estrategia consiste en contratar a altos funcionarios o ex funcionarios del gobierno para abrirse paso en los negocios. Como ustedes recordarán, Téllez fue jefe de la oficina presidencial y secretario de Energía en el zedillato. La estrecha liga entre el fondo de inversiones que representa Téllez y Bombardier sería difícil de negar: el año 2002, en Montreal, Laurent Beaudoin, presidente de Bombardier, recibió del Conference Board de Canadá el premio de Asociado Honorario. En el perfil que dio a conocer la agencia de relaciones públicas Brent Dowdall, se hace referencia a que era parte integrante del consejo de asesores de The Carlyle Group. Entonces ¿qué intereses defiende Téllez? Su buzón sigue activo:

luis.tellez@carlyle.com

Ayer le envié la pregunta, mi mensaje no fue rechazado por su equipo de cómputo pero tampoco lo ha contestado.

Perdió un motor antes de caer

¿Hay datos que indiquen alguna falla del aparato? Téllez insiste en que no. Sin embargo, el sábado apareció en el portal de CNN una nota intrigante. Su título: “Cae el motor del avión antes de estrellarse, dice un funcionario”. Se atribuye la declaración a Gilberto López Meyer, director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares. Sirve de pie a otra hipótesis: ¿el supuesto desprendimiento del motor fue consecuencia del atentado, o un desperfecto?

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