Marcela Gómez Salce: A puerta cerrada

El tesorito de impunidad

CCE: haiga sido como haiga sido
• Eduardo y Noé…

La razón es como el viento, mi estimado, sofoca una antorcha y aviva un incendio. Espléndida la resolución (y el timing) del TEPJF que derriba uno de los últimos tabiques de arena electoral con los cuales se conformó el simpático blindaje para entronizar a Felipe en Los Pinos. Los simpáticos magistrados le dieron tubazo marca ACME a la decisión del ife (con minúsculas), con la que declaró infundada la queja del PRD en contra del PAN y la Alianza PRI-PVEM por la campaña (sucia) empresarial.

Y demuestra la distintiva validez y el sello original presidencial del haiga sido como haiga sido y ahora, con la pena, pero el CCE actuó de manera ilegal en la controvertida elección del 2006 y qué tanto es tantito. Sin sanciones ni consecuencias los traviesos protagonistas de enrarecer, quebrantar y vulnerar la endeble democracia mexicana hoy deben estar de fiesssssta al constatar que el desorientado capitán del barco de gran calado no da una. Y que su especialidad (de estadista) en estos casi 23 meses es fomentar la impunidad y el mal ejemplo entre su inservible Gymboree.

El original caso de su tesorito (enterrado) en Bucareli, Juan Camilo, es ya un clásico en el calderón sexenal de la inexistencia de (vergüenza) los límites legales y jurídicos que junto al inédito caso ahora de papi —con quien el tesorín habla temprano en las mañanas– Carlos, suman los botones ideales del desmadroso gobierno. Una de las atractivas preguntas sería conocer la razón por la cuál la (infiltrada) PGR, de Medina Mora, promovió sin derecho jurídico un amparo para mantener en secreto la respuesta de España sobre la presunta participación de Mouriño Atanés en operaciones de procedencia ilícita, y salió con la novedad de que se pretende mantener en reserva la información por doce años. La singular travesura tomó por ¿sorpresa? a los comisionados del IFAI que no pudieron mantener la cacareada transparencia de (las manos limpias) ordenar la apertura de entretenidos archivos relacionados con el padre de origen español del verdadero tesoro presidencial.

Y parece que últimamente a España le llueve sobre mojado y aún no asimila el trago amargo de no estar convocada al reventón del G-20 que,
por si no lo sabía, my friend, es únicamente... por invitación, yes?

Y no están en la seductora lista sencillamente porque varios de los países europeos —Alemania y Francia a la cabeza– están, digamos, bastante enchilados por el desastroso manejo de las finanzas públicas, el distintivo agandalle empresarial y la amena laxitud que, según llamativas fuentes, ayudaron a poner en riesgo la moneda europea llamada… euro. Y con esa extraordinaria presión de la real politik de la Comunidad Europea, le enviaron cordiales mensajes a Estados Unidos para que, porfa, no se vaya a equivocar en los códigos postales de la simpática convocatoria.

¿U with me..?

Por supuesto el monumental oso internacional para el gobierno español de Rodríguez Zapatero, que cree todavía ser la última cerveza en el estadio, es de tal magnitud, amable lector, que ha desencadenado una campaña de relaciones diplomáticas y públicas involucrando al mismísimo Rey Juan Carlos para que ayude con su excelsa investidura real a promover que diversos países latinoamericanos promuevan la importancia de que España esté en Washington el próximo 15 de noviembre donde se analizará la delicada crisis financiera mundial.

Hasta hoy, tic-tac, no hay señales de bienvenida ni invitación…

Y claaaaro que a Felipe, ahora que está en San Salvador previo a los trabajos de la XVIII Cumbre Iberoamericana —donde viajó, of course, el mandatario español acompañado del Rey—, ya le llegó la presión, perdón, solicitud de que (no se te olvide lo bien que la has pasado por acá y que hoy por ti mañana por mí) saque el cuerpo por sus… sus… amigos, socios y aliados.

El volátil quid es que no entiende que no entiende las secuelas que tarde o temprano, my friend, hará pasar a todos a la incontrolable báscula internacional…

Next!


Por la Mirilla

En el delicadísimo escándalo de la infiltración en la SIEDO… cuya tenebra aún no termina, habría que preguntar (con absoluta ingenuidad, por supuesto) por qué Eduardo Medina Mora está tan reacio, renuente y díscolo en entregar, perdón de nuevo, traer —como para empezar a parecer que la PGR va en serio– a Noé Mandujano a explicar, mmmm… un par de co$itas que tocan la puerta del mismísimo procurador.

gomezalce@aol.com