Carlos Fernández-Vega
T
ras seis meses de negociaciones, parece que llegó a buen puerto el delicado asunto de los contratos leoninos en materia de gasoductos, firmados en gobiernos anteriores y denunciados por el presidente López Obrador a mediados de febrero pasado, ocasión aquella en la que el mandatario subrayó:
no es un asunto legal, que nadie se espante, ni se ponga nervioso; se van a respetar los contratos, pues son compromisos que se firmaron.
Pero, por muy buena disposición, nadie le quitaba lo leonino a los contratos. Por ello, López Obrador
emplazó a organismos, como el Consejo Coordinador Empresarial o la Confederación Patronal de la República Mexicana, a deslindarse de este tipo de tratos y que en vez de defender a ciegas, entendieran que a todos conviene combatir la corrupción e impunidad. No me voy a pelear con las empresas, pues lo que se busca es moralizar al país.
Y en esa misma oportunidad, el director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, denunció que
hay contratos con las empresas IEnova, Carso y Transcanadá que amparan siete (gaso) ductos que no operan, pero tienen cláusulas que obligan a la empresa del Estado a pagar, a pesar de no recibir el suministro de gas. La CFE tenía pagados el año pasado 5 mil millones de pesos y en el actual, de no negociarse los contratos, estaría desembolsando otros 16 mil millones de pesos. Por este alquiler llevamos cubiertos, desde 2015, 62 mil millones de pesos, y seguirá así, pagándose hasta llegar a 70 mil millones de dólares. De continuarse esos contratos, la comisión está en una posición realmente de quiebra, por lo que es necesario hacer una revisión para que se establezca equidad.
Pues bien, ayer, seis meses después de aquella advertencia, el Presidente de la República recordó que
había diferencias, discrepancias, incluso se estaba a punto de acudir a tribunales internacionales por los contratos que se suscribieron en la construcción de gasoductos. Sin embargo, funcionó la negociación entre las partes (gobierno y particulares) y, por ello,
se llegó a un acuerdo muy importante, benéfico, para la nación, porque va a significar un ahorro para la hacienda pública de alrededor de 4 mil 500 millones de dólares en términos generales; si se toma en cuenta lo que ya se había acordado, estamos hablando de una disminución en favor de la CFE de alrededor de 4 mil 500 millones de dólares(cerca de 90 mil millones de pesos al tipo de cambio actual).
López Obrador agradeció
la voluntad de los empresarios para llegar a un acuerdo mediante el diálogo, poniendo por delante el provecho nacional y considerando también el interés legítimo de las empresas. Se logró por fin un pacto. Esto fue posible por la voluntad de los empresarios, pues legalmente ya se habían firmado los contratos, ya se habían acordado condiciones que nosotros consideramos dañinas para la hacienda pública; por eso se acudió a los dueños de las empresas para que se llegara a un convenio en beneficio de todos.
Pero lo dijo no sólo Andrés Manuel. Uno de los empresarios involucrados en los contratos, Carlos Slim, subrayó que
las relaciones, negociaciones fueron cordiales; ahora se verá lo que viene y sin duda habrá que buscar hacer más inversiones, y este tipo de solución creo que lo permite. Hay que agradecer a nuestros colegas que hayan accedido a cambiar unas condiciones de pagos que financieramente podían tener un atractivo en cuanto a que eran montos más importantes, pero que la solución de pago plano creo que fue benéfica para todos y puede permitirnos, con esos recursos y esos flujos de ingresos, hacer más inversiones en condiciones importantes, tanto para el país como para CFE como para los empresarios. Entonces, solucionado el entuerto, gas suficiente para todos.
Las rebanadas del pastel
Mientras al tipo de cambio no se le quita lo
nervioso(ayer promedió 20.13 por uno), va un sonoro beso para la dueña de mi sistema cardiaco, por la velita número 21. ¡Salud!
Twitter: @cafevega
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