Después de semanas de diálogo, la mujer que se encargará de la secretaría del Trabajo ha cobrado un aire de determinación al endurecer su discurso a favor de los sindicalizados en México y en contra de los líderes sindicales eternos. Luisa María Alcalde es quizá la persona más joven dentro del futuro gabinete obradorista pero está consciente de la gran responsabilidad que implica meterse con el tema laboral en México.
La búsqueda de Alcalde será directa. Quiere, en principio y antes que todo, generar las condiciones laborales para que sean los sindicalizados los que voten en secreto para asignar a sus líderes. Si bien la intención suena lógica, parece ser que en México nunca se han generado condiciones para votaciones libres y periódicas para elegir nuevos líderes sindicales. Un vistazo al sindicato ferrocarrilero o petrolero en el país nos deja ver a personajes con más de treinta años a la cabeza de los sindicatos.
López Obrador ha prometido un giro en la forma en como los trabajadores se relacionan con sus sindicatos. Para el tabasqueño, no hay manera en la que un líder sindical se imponga durante años, mientras las quejas de los agremiados simplemente se desechan o en ocasiones se silencian. Andrés Manuel quiere llegar al poder como el presidente que vea realmente por los mexicanos y no la tendrá tan difícil después de la actitud que los pasados presidentes tuvieron al minimizar las protestas de millones de trabajadores sindicalizados.
Las votaciones que Morena pretende serían limpias, secretas y constantes. “Es hora de que los trabajadores mexicanos decidan por sí mismos quién debe representarlos”, dijo Alcalde Luján, decidida en lo que sería una nueva forma de ejercer la fuerza sindical en un país que acostumbra hacer millonarios a unos cuantos líderes. Pero la propuestas no será sencilla. Al ser autónomos en la toma de decisiones, sindicatos como el de maestros tuvieron la imposición de Elba Esther Gordillo durante décadas. Otro ejemplo podría ser el de Romero Deschamps, un priísta que acumula acusaciones y riquezas a la misma velocidad.
Por parte de los sindicalizados, parece ser que la intención de Morena caería bien. Los petroleros mexicanos se han quejado durante años por la actitud de Romero Deschamps, asegurando que más que un líder para ellos es una persona que se ha aprovechado de sus intereses como obreros. Recordemos que Deschamps ha sido protegido por gobiernos panistas y priístas, al punto de que ha sido senador plurinominal del PRI como favor político.
Otra de las propuestas interesantes de María Alcalde es la de digitalizar la vida sindical. Hasta estos momentos, es imposible encontrar información financiera o laboral plasmada en contratos en línea. Para la futura secretaria del Trabajo será necesario que cada sindicato transparente sus acciones al mostrar en internet cada uno de los acuerdos laborales que se generen. Con esto, Alcalde pretende destruir ese nivel de opacidad que ha imperado por dentro de los sindicatos prácticamente desde que fueron creados.
Pero también existe una propuesta de Alcalde que no tiene nada contentos a los sindicatos más fuertes de México. Para la maestra en derecho laboral, México debe ser un país en donde toda fuerza sindical cuente, por muy pequeña que sea. Por eso mismo aseguró que ya se está reuniendo con sindicatos pequeños y disidentes mexicanos. La acción pretende comprender todos los puntos de vista, de manera individual, para mejorar la vida de sus agremiados, pero el gesto también es imperdonable para la fuerza sindical tradicional.
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