Alfredo Páez de Bigdata
Los métodos de presión que aplica Ismael Figueroa, secretario general del Sindicato del Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México , también incluyen el acoso sexual.
Algunas integrantes de la corporación son forzadas por el líder sindical a ejercer favores sexuales, tales como tolerar besos y caricias, y en algunos casos a mantener relaciones sexuales con él, a cambio de permitirles realizar su trabajo.
La Procuraduría Genera de Justicia de la Ciudad de México (PGJ) conoce desde 2014 los presuntos casos de acoso sexual cometidos por el líder sindical de bomberos.
Ese año, una elemento denunció a Figueroa por haber condicionado su trabajo a cambio de besarse con él.
Una fuente cercana al caso relató a El Big Data que el acoso en contra de esa bombero comenzó con la persecución laboral, que le impidió ingresar a la estación en la que prestaba servicio.
“Las primeras tres veces no la dejaban ingresar a la estación. En la cuarta dijeron que debía pasar con Ismael Figueroa. Él le dijo que trabajar le saldría muy caro”, relató el testigo de los hechos.“(La víctima) le respondió que era pobre, pero él le dijo que le tenía que dar unos besos. Como se negó y lo denunció, le impidió el paso en otras ocasiones y simplemente la dieron de baja”, agregó.
La víctimas denunció estos hechos. La averiguación previa, de la que El Big Data tienen una copia, fue interpuesta en la Fiscalía Central de Investigación para Delitos Sexuales de la PGJ.
Los excesos de Ismael Figueroa son públicos. Esta casa editorial ha documentado sus lujos, como el uso de una camioneta Ford Raptor, modelo 2017, valuada en más de un millón de pesos, la cual fue comprada con recursos del Sindicato.
La joyería de alta gama también es parte de sus gustos. Especialistas en esta actividad aseguraron a esta edición digital que las alhajas que usa llegan a costar hasta 60 mil pesos por pieza.
La transparencia no es una de las actividades que el secretario general privilegie, pues el sindicato que encabeza mantiene en la opacidad el destino de 18 millones de pesos que ha recibido desde 2011 como asignaciones provenientes de los impuestos de los contribuyentes.
Unos besos…
La presión que el secretario general del SHCB ejerce contra quienes lo critican o no cumplen con sus deseos rebasa los espacios de las estaciones, incluso algunas ya no forman parte de la institución.
De acuerdo con testimonios, las víctimas tienen miedo de que Figueroa cometa otro tipo de actos en su contra o que lleve a cabo represalias contra sus familiares o amigos.
Y es que si una mujer bombero se niega a sus acosos, simplemente no le permite entrar a la estación de bomberos donde laboran y el despido es prácticamente inevitable.
“Tiene a los jefes de estación de su lado, ellos son los que te impiden el paso, son los que no te dejan pasar lista. Lo que pasa es que hay algunas mujeres que tienen otros familiares dentro de la corporación y por eso no lo denuncian.“Aunque se han interpuesto denuncias en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, hasta la fecha no han procedido. Yo sé de mujeres que se tienen que acostar con él para conservar su empleo”, relató un elemento de la corporación.
Persecución laboral
Negarse a los favores sexuales que Figueroa exige resulta en la persecución laboral. La presión no cesa hasta que las bomberos dejan la institución voluntariamente o son obligadas veladamente mediante el mecanismo de violencia que el líder diseñó para forzar las inasistencias.
De este modo, y como ocurrió con los bomberos que denunciaron al líder sindical por robo con violencia y lesiones, las víctimas de acoso son orilladas a acumular faltas al quedar imposibilitadas a pasar lista. Después de ocho inasistencias injustificadas, son despedidas.
Este modus operandi es usado con todos los bomberos que no se someten a las órdenes de Figueroa. Aunque el líder sindical no tiene la facultad de despedir a los servidores públicos, el mecanismo desarrollado en complicidad con los jefes de estación conduce inevitablemente al despido.
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