CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Más de 100 intelectuales y líderes de la sociedad civil estadunidense exigieron al Congreso de Estados Unidos tener la “estricta neutralidad” de Washington frente a las elecciones del próximo 1 de julio en México.
En un comunicado, informaron que enviaron una carta dirigida al Senado y a la Casa de los Representantes, para expresar su preocupación sobre la “permanencia de prácticas fraudulentas en México y el cuestionable papel” que ha jugado el gobierno de Donald Trump en materia de promoción a la democracia en América Latina.
En la misiva aseguraron: “Es importante que México, uno de los aliados y socios comerciales más cercanos de Estados Unidos, goce de una democracia auténtica, en la que la ciudadanía pueda hacer pleno ejercicio de su derecho al voto en libertad, sin restricción alguna o intervenciones extranjeras”.
Los firmantes instaron a los senadores y los diputados a “hacer todo lo que esté en su poder para garantizar que la política del gobierno de Estados Unidos en relación con las elecciones en México sea neutral y promueva las normas fundamentales de la democracia”.
Y es que, destacaron las recientes amenazas a la libertad de asociación, libertad de expresión y el derecho a la protesta en México, así como el uso de software de espionaje del gobierno mexicano para vigilar a activistas. Incluso, mencionaron el papel que ha jugado el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en el “encubrimiento” de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero.
Por si fuera poco, en la carta enfatizaron la proliferación de la corrupción y de crímenes violentos que ponen en peligro la libertad del sufragio en México. Y pusieron como ejemplo las elecciones de 2017 en el Estado de México y en Coahuila que “demostraron que la permanencia de prácticas fraudulentas se mantiene como un grave problema en el México de hoy”.
Los intelectuales recordaron que en Honduras el año pasado, y en México en 1988 y 2006, “el gobierno estadunidense se apresuró en reconocer y apoyar resultados electorales que estaban bajo sospechas graves”.
Por ese antecedente, llamaron al Congreso de Estados Unidos a “respaldar plenamente la celebración de elecciones democráticas en México […]condenando públicamente cualquier irregularidad electoral o violación a los derechos humanos, promoviendo una transición pacífica del poder, e insistiendo en el estricto cumplimiento de la normatividad electoral”.
Por último, pidieron mantenerse alerta respecto al proceso de selección del próximo embajador de Estados Unidos en México, ante la salida de Roberta Jacobson.
Entre los firmantes de la carta destacan intelectuales como Gilbert M. Joseph, profesor de historia de la Universidad Yale y expresidente de la Asociación de Estudios de América Latina; Mary Kay Vaughn, profesora de historia en la Universidad de Maryland y presidenta de la Conferencia de Historia Latinoamericana; y Bruce Ackerman, profesor de derecho constitucional en la Universidad de Yale.
También signaron Noam Chomsky, profesor emérito del Massachusetts Institute for Technology; Guadalupe Correa-Cabrera, investigadora del Woodrow Wilson Center for International Scholars y presidente de la Association for Borderlands Studies; y Greg Grandin, profesor de historia en la Universidad de Nueva York y miembro de la American Academy de Artes y Ciencias.
Entre los líderes de organizaciones de la sociedad civil firmaron Laura Carlsen, directora del Programa para las Américas del Centro para Políticas Internacionales (CIP); Mark Weisbrot, Co-director del Centro de Investigación Económica y de Políticas (CEPR); Maureen Meyer, Directora para México y Derechos de los Migrantes en la Oficina de Washington para América Latina (WOLA); Ted Lewis, Director de Derechos Humanos en Global Exchange; y Manuel Pérez Rocha, del Instituto de Estudios Políticos (IPS).
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